
Ilos
Marion Brunet
Ocurre en 2052. El calentamiento global ha provocado una subida del nivel de las aguas (por ahora, todo corresponde a lo que estamos viviendo actualmente). Este fenómeno sumerge a la mitad de la ciudad. Un poco como lo que se anuncia para Venecia en 2150[1]. Esto provoca que haya un desplazamiento de la población, pero también que las riquezas de las casas adineradas estén a la disposición de los que saben sumergirse y contener la respiración en apnea.
Es el caso de la protagonista: Nolan, una adolescente que con su hermano Gal explora las casas hundidas para extraer sus riquezas y vivir de lo reventa de esos objetos. Este talento los pone en peligro, ya que gracias a su reputación, Gal es instigado a recuperar algo en el fondo marino por El Comodoro, un misterioso hombre que domina Marsella. Acorralado, Gal, sigue las órdenes de la mafia, y muere ahogado en plena misión.
Tras la pérdida de su hermano, Nolan decide trabajar para El Comodoro como apneísta. Por un lado, para poder sobrevivir, por el otro, para vengarse. Inesperadamente, este poderoso hombre la contrata como guardaespaldas, ya que Nolan se deshizo de todos aquellos que lo protegían puesto a que no ayudaron a Gal mientras se ahogaba. El Comodoro la descubre como elemento fuerte, peligroso y, por lo tanto, la utiliza de guardaespaldas para encargarse de la seguridad de una nadadora olímpica, Bonnie, que es su protegida. La entrena para los juegos olímpicos de París. No imagina que entre ambos personajes femeninos se inicie una fuerte amistad que las conduzca a descubrir los secretos del Comodoro.
Más allá de intentar dominar Marsella, este mafioso trabaja en un proyecto secreto llamado Ilos, un lugar en el cual la élite podrá refugiarse cuando el nivel de las aguas aumente aún más. El desarrollo del proyecto Ilos se asemeja mucho a las ideas de Elon Musk y a todo lo que propone ante un futuro apocalíptico. En este caso, además del alto nivel de las aguas, hay tormentas muy violentas, tsunamis y el desarrollo de unas medusas de gran tamaño cuyas picadas se han vuelto letales. El mar, que antes era la razón de existir de Marsella: su puerto, su fuente de alimentación; se ha convertido ahora en una amenaza constante.
Ilos, como novela distópica, explora varios temas. En primer lugar, las catástrofes ecológicas. Marion Brunet, autora francesa, imagina las consecuencias de la subida del nivel del agua y sus implicaciones sociales. Por ejemplo, nombra a los refugiados climáticos, representados a través de botes con personas que huyen de África para refugiarse en Marsella. El Comodoro, que quiere impedirles su llegada, ordena hundir los barcos. Lo que me conduce al segundo tema de la saga, la autora indaga en el conflicto de la desigualdad, retratado también en las élites, en su capacidad para salir ilesas y aprovecharse de la crisis climática para seguir enriqueciéndose. El Comodoro, que no es más que un ambicioso, controla Marsella, oprime a la población y a la vez prepara su salvación para cuando la situación sea demasiado difícil.
En consecuencia y, como tercer punto, la novela aborda la disidencia y las diferentes formas de resistencia. Como en la mayoría de las distopías, existen personajes que se oponen a los sistemas de poder. En este caso, forman comandos rebeldes para acoger a los refugiados climáticos que la ciudad no recibe. Se reflejan sus luchas en el retrato de manifestaciones e intervenciones que recuerdan un poco a las dinámicas de Extinction Rebellion, el colectivo de intervención (sabotajes, manifestaciones) en nombre del medioambiente.
Como cuarto tema, está la riqueza de sus personajes. No puedo mencionar aspectos en específico sin revelar algunas sorpresas. Lo que puedo señalar es que el personaje de Nolan es muy complejo. Es una joven huérfana, testaruda, que sobrevive al margen de la sociedad. Su papel no es el de ser una heroína que simplemente se enamora, sino una catalizadora del cambio. Un lugar común que agradezco de diferentes distopías adolescentes anglosajonas, en las que las protagonistas femeninas son vectores de un cambio y resistencia política.
No me malinterpreten. Me gustan mucho las distopías adolescentes. Crecí con ellas y creo que fueron las iniciadoras de una conciencia política (básica) que luego se desarrolló con mis lecturas de ciencia ficción más «adulta» como en las distopías de Huxley, Orwell o Bradbury. Sin embargo, hay un punto en común de estos tres autores, que son anglosajones. Como lo es el saturado mercado literario de la ciencia ficción y de las novelas distópicas adolescentes, influenciadas por sagas americanas existosas de los últimos veinte años: Los Juegos del hambre de Suzanne Collins y Divergente de Veronica Roth. No sólo fueron fundacionales, sino que aún se mantienen en el centro del debate, y sirven de referente de muchas novelas contemporáneas comerciales. Ilos procura ir más allá del canon clásico.

Aún sin traducir al español, Ilos es una distopía original, de personajes tridimensionales, que viene acompañada con olor a mar y curiosas descripciones de exploraciones de casas sumergidas. Aleja al lector a los códigos anglosajones: el lugar geográfico imaginado deja de parecerse a una metrópolis de Estados Unidos, a una Nueva York abandonada, muy moderna y dictatorial, o a una ciudad soviética como 1984 con sus edificios dotados de pantallas de vigilancia, digna de la guerra fría. Ilos ocurre en la costa, en Francia, y no hay mucha tecnología ni dictadores omnipresentes. Lo que hay es agua, caos y desastres climáticos. Aborda la crisis medioambiental como factor inmediato, tema que se vuelve tan urgente como el de las dictaduras presentes en las historias de ciencia ficción de los años setenta.

Marion Brunet ha escrito cosas muy variadas. Es conocida por novelas policíacas para adultos traducidas al inglés, español o al catalán; también tiene libros para niños y Young Adult. Dos de sus anteriores novelas me parecen tener muchos puntos comunes con Ilos. Por un lado está Dans le désordre (En el caos, editorial Sarbacane, 2016) que se enfoca en la historia de adolescentes que manifiestan y luchan por sus valores. Del otro está "Sans foi ni loi" (PocketJeunesse, 2019), traducida al castellano en 2021 por Planeta bajo el título Sin fe ni ley. Es un un western con una protagonista femenina. Brunet le da mucha importancia a la política en sus obras, a la fuerza de los personajes femeninos independientes y en el rol que la sociedad puede tener en cualquier tipo de lucha a pesar de ser un adolescente.

El segundo tomo de esta saga salió en diciembre del 2024 en Francia, otra vez en la editorial PocketJeunesse. Los personajes de la novela crecen a medida de que la situación climática empeora. La inocencia inicial (también relativa, ya que cada personaje tiene su compleja historia personal) se esfuma a medida que los personajes toman decisiones difíciles y se sacrifican por el bien común e individual. El tono de la segunda novela es mucho más oscuro. Nolan, Bonnie y sus aliados tratan de luchar contra El Comodoro, figura implacable que cual pulpo, controla todo y castiga cualquier cosa que escapa a su control.
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