Laura Gallego
Montena, 2021
Akidavia tiene un emperador que debe reencarnar cada mil años. Es el ciclo que debe cumplir. Muere y toda su divinidad vuelve a estar dentro de una persona que nazca en esos días. El Consejo imperial, como es tradición, va hasta una aldea a buscar al recién nacido en el que se alberga el emperador que, en este caso es una emperatriz, Vintanelalandali. Todo parece ir acorde con la tradición del pueblo, pero cuando ella cumple dieciséis años, edad en la que se exalta todo su poder, parece que algo no va bien. La tradición no avanza. En paralelo, también nos cuentan la historia de Kenan, un chico que nació también durante la Larga Noche, pero cuya vida está plagada de ausencia y de un profundo sentido de supervivencia. ¿Ambas vidas estarán realmente entrelazadas? Una larga novela de corte fantástico, con un universo complejo (mapa incluido) y una estructura narrativa tradicional pero no ausente de interés en el lector. Ambos personajes principales son una guía importante para la historia, tanto en su construcción identitaria como en la narración del libro. El uso de nombres largos e impronunciables más que rechazo, crean un reto y compromiso ante este nuevo y desconocido universo.
"Por eso adopto un nombre diferente en cada encarnación. Por eso debo dedicar los primeros años de cada vida a estudiar lo que hicieron, dijeron o pensaron mis encarnaciones pasadas. A recuperar todos mis conocimientos acerca del imperio que debo regir. A volver a aprender todas las normas, leyes y protocolos que regulan el uso de mi poder”
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