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Adolescentes y sagas

Actualizado: 3 sept 2021


Luchar contra la propia voluntad no es tarea fácil. Menos cuando se debe escalar el Monte del Destino. Sam, sin embargo, no dudó en infundir ánimos a su amigo. Él confiaba que lo lograrían, era el último tramo de su viaje. Pero Frodo es un hobbit y mucho había resistido. Llevaba en su cuello todo el peso del anillo, por eso la cima se le hacía cada vez más lejana. Frodo está al tanto de que su misión es lanzar el anillo a la lava, que con eso derrotará a Sauron y será un pequeño e inesperado héroe. Pero… ¿y si no quiere? ¿Y si quedarse con el anillo es su último deseo?


El Señor de los anillos de J. R. R. Tolkien es un clásico. Publicado originalmente en 1954, ha tenido un repunte en la actualidad por las películas que Peter Jackson hizo de las obras desde el 2001. Esta fantasía épica, editada en español por Planeta, presenta un universo de complejidades, un mapa con señas, lenguaje, razas, personajes e historiografía entramada que acompañan la aventura de la Tierra Media. Las influencias literarias y mitológicas agregan un valor extraordinario a la obra. Pero sobre ella pesa una etiqueta impropia: la trilogía. Originalmente el libro fue concebido como una unidad indivisible, pero razones económicas evitaron que fuera publicado como un bloque completo. La editorial George Allen & Unwin, que compró los primeros derechos de la obra, presentaba una crisis de papel debido a las secuelas de la Segunda Guerra Mundial. Con la intención de abaratar costos tuvieron que convencer al autor de publicar el libro en tres partes, con un año de diferencia entre cada una de las publicaciones. Tolkien, reacio, no tuvo más alternativa que aceptar. Es por esta razón que El señor de los anillos no es realmente una trilogía, aunque comercialmente haya funcionado esta decisión.


En el día de ayer, la Editorial Planeta en el marco de la 14° Feria Internacional del Libro de la Universidad de Carabobo (FILUC) “El libro, ventana al mundo”, celebró junto a PezLinterna un encuentro con jóvenes lectores de sagas. Ellos, miembros de clubes de fans de sagas de moda como Cazadores de Sombras, Los Juegos del Hambre, Divergente, Crónicas vampíricas, Percy Jackson, entre otras, presentaron sus opiniones e inquietudes acerca de un tema que se les hace propio. Sin embargo, una de las dudas más recurrentes en ellos e incluso en los padres o promotores de lectura, se relaciona al papel del lenguaje y lo literario dentro de este género, cuyo evidente estallido va de la mano del éxito de Harry Potter y Crepúsculo. Ante este entretenido e interesante debate, hoy queremos recomendar cinco sagas, creadas con esa intención y cuya importancia literaria dentro del género es fundacional:


Historias de Terramar: La saga de Ursula K. Le Guin publicada en 1968 recrea la historia de un archipiélago en donde se construye al héroe desde el concepto clásico del viaje iniciático. Sin embargo, el enemigo externo propio de la épica, da una vuelta de tuerca al enfrentar a Ged (Gavilán) consigo mismo, sus propios límites y su relación con el poder.

La Materia Oscura: Esta trilogía escrita por Philip Pullman empezó a publicarse en 1995 y está considerada por la crítica literaria como tres de los mejores libros del siglo XX. En ella se introduce una protagonista femenina, Lyra, quien debe enfrentar la incertidumbre de lo oculto y aceptar su destino. El concepto de una existencia escindida, en la que el alma de las personas habita fuera de los cuerpos adoptando formas animales (daimonions), propone reflexiones vinculadas a la filosofía occidental, la física cuántica y la metafísica.


La saga de los confines: La escritora argentina Liliana Bodoc, desde el año 2000, configuró un mundo desde el imaginario latinoamericano representado por las Tierras Fértiles. La trilogía destaca por presentar la dicotomía entre el bien y el mal desde la elaboración de un héroe colectivo que restaura el equilibrio al derrotar a un enemigo absoluto. Muchas de las referencias apuntan a la época precolombina y a la llegada de los conquistadores a América.


Harry Potter: La autora J. K. Rowling cautivó a un público lector, sin distinción de edades, con el lanzamiento del primero de siete libros en el año 1997: Harry Potter y La piedra filosofal. Una saga exitosa que reinterpreta el concepto de héroe y trasciende estereotipos al ofrecer personajes vulnerables dentro de un entorno fantástico y rico en imágenes. Los referentes a la cultura occidental abundan y el ambiente se desarrolla en la eterna y compleja dicotomía entre el bien y el mal.


Mundo de Tinta: La autora alemana Cornelia Funke, desde el 2003, presenta una trilogía en la que un libro prohibido y un doloroso secreto abren las puertas de esta intensa aventura metaficcional. Un padre y su hija son testigos de la fuerza de la palabra contada y de cómo un don puede transformarse en un destino incierto entre páginas que no se cansan de reescribirse. Considerada como una de las mejores sagas infanto-juveniles publicadas recientemente.


En Venezuela, actualmente, apenas se está coqueteando con la publicación de sagas. Por un lado Alfaguara presenta el primero de seis libros, Los cuatro reinos: príncipe de piedra, escrito por el joven Andrés Hidalgo. Desde una óptica más divergente y presentado en la colección Páginas Venezolanas, serie Contemporáneos, El perro y la rana publicó el primero de una epopeya de cinco libros titulado Historias del Fin del Caos: Crónicas y leyendas del País de Neón, escrito por Máximo Escobar Ramos. Habría que esperar la repercusión de estas obras dentro de un público tan ávido en la lectura de sagas.


La mirada cuestionadora y rebelde del lector adolescente le permite apropiarse de estos libros y fundar una comunidad alternativa al vincularse con las historias. No les importa su carácter paraliterario o comercial. Incluso, muchos de estos lectores logran que su voluntad prevalezca y llegan a la cima del monte como Frodo, a pesar del anillo. Crean clubs de fans, blogs, fanfiction y se posicionan ante las tentaciones de las grandes productoras de cine que no siempre adaptan con seriedad sus libros, o ante las promociones voraces de algunas editoriales. Otros, incautos, se dejan llevar por la fuerza de Sauron. Lo importante en ambos casos es que ven, en estos mundos, una posibilidad de libertad, creatividad, opinión y, sin duda, un derecho a elegir. Y así lo defienden.


*esta publicación originalmente formó parte de una colaboración semanal que PezLinterna hizo para la revista Prodavinci en el año 2014.

**Escrito a cuatro manos entre Isadoro Saturno y Freddy Gonçalves Da Silva.

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