Cadena: Starz Creadores: Bryan Fuller y Michael Green Temporada: 1
Piensen en Neil Gaiman. Inhalen. Ahora piensen en Lucille Ball, David Bowie y Marilyn Monroe. Exhalen. Piensen en Cristo, en la inmortalidad, o en los orígenes y las complejas historias de dioses en la actualidad, con problemas mundanos. No se agiten. Es así de rara.
Advierto que esta serie no es para cualquier espectador. Es extraña, hostil, oscura, triste pero a la vez sarcástica. Es como un puño en el estómago pero con cosquillas en los pies. Es la historia de Shadow Moon, un hombre bastante atractivo que acaba de cumplir su condena por robar un casino; pero el día que va a salir en libertad muere su mujer en un accidente. En el viaje al funeral se encuentra con Mr. Wesnesday, un misterioso hombre que es capaz de saber y controlar la vida de Shadow mucho mejor que él. En este viaje juntos por algo parecido a la redención, van tropezándose con pruebas y otros dioses con los que debe pactar.
Pensé que no entraría tan alto en la lista, pero su propuesta original, poco convencional y retadora me mantuvieron bastante enganchado, además del constante cuestionamiento teológico y filosófico entre lo humano y lo divino. ¿Hasta dónde deberían llegar los límites de los dioses?, ¿los tienen?, ¿para qué necesiten a los hombres y las mujeres?
Eso sí, creo que les falta un poco más de presupuesto para mejorar sus secuencias de dioses y otros elementos fantásticos. Y también para el reparto, pues no todas las actuaciones están en equilibrio, pero la cantidad de referencias al mundo del pop, ese debate constante sobre la sociedad y lo intrincada de la historia te seducen y atrapan.
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