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Unbreakable Kimmy Schdmit


Cadena: Netflix Creador: Tina Fey · Robert Carlock Temporadas: 4

Así como hablé en la foto anterior de Netflix y la producción excesiva de series, creo que con Unbreakable... pasa lo contrario: es su caballito de Troya. Ellos saben que Tina Fey la supo jugar bien después de varios éxitos en la televisión abierta. Tanto así que, ante el inminente final de la serie, dividieron esta temporada final en dos para poder sacarle mayor provecho. Su cuarta temporada (la penúltima) consta solo de seis episodios y fue tan absurda como crítica e hilarante. Volvemos a los personajes de siempre (que sus fanáticos amamos) para cuestionar, desde el humor más ácido, los temas de la contemporaneidad estadounidense. Solo que, a diferencia de The Affair (donde lo hicieron mal), aquí provocaron con estos tema al extremo. Entonces, el #MeToo de Tina Fey resultó ser una crítica mordaz, dura y letal contra el feminismo como “moda”. Y lean bien, resalta que se trata peligrosamente de una moda, y que no hay una reflexión profunda del tema. Lo hace sin desligarse de su historia, de la necesidad de Kimmy por adaptarse a esta nueva sociedad tan ajena a la de los noventa en el que la encerraron en el búnker (ahora es jefa y, sin querer, acosadora sexual; pero también escritora, actriz en una obra escolar y adicta a plataformas que, como Netflix, no dejan de crear contenidos). Porque eso tiene Kimmy, que se burla incluso de la plataforma que la produce. No hay condescendencia con nada ni con nadie. Resalta el episodio tres: “Party Monster: Scratching The Surface” en el que, a través de un falso documental de dicha plataforma, se cuenta el éxito de un dj y su decisión de casarse. En este documental se le revela a Kimmy y al público, algunos secretos de su secuestrador: Richard Wayne, interpretado por el siempre divertido Jon Hamm. Pues sí, la serie sólo tienen seis episodios y hacen un episodio entero dedicado a un personaje inventado que inicia la búsqueda de Richard; quien en el pasado también fue dj. Porque Jon Hamm lo vale (como diría mi amiga Ariana Basciani Fernández), y porque la serie cuenta lo que necesita contar sin ataduras en su estructura. Esta libertad creativa es lo que hace que siempre nos sorprendan. Sin embargo, a veces tanto desenfado, desborde y situaciones límites que no siempre son chistosas. El absurdo a veces también hay que dosificarlo.

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