Vivir con un pez en la cabeza parece dar serenidad a los pensamientos. O eso nos transmite Kocinas, un hombre que vive con un pequeño acuario integrado en su cuerpo. Kocinas y el pequeño pez que tiene por cerebro, divagan entre el existencialismo y el surrealismo. Sus viñetas revelan una voz tan simple y sólida que lo absurdo termina siendo lo obvio. Por eso un pez en la cabeza de un hombre se vuelve una situación cotidiana. Él es una buena persona más.
Supe que se llamaba Kocinas cuando investigué fuera del libro, porque en todas sus páginas el nombre está tachado. Es un personaje sin nombre que configura al mundo de forma relajada e inocente. Da lo mismo leer a Verne, esperar "algo", comer sushi o conducir que observar latas de sardina en un supermercado, tener revelaciones metafísicas, o decidir ir a terapia.
El libro recoge diversas historietas de este importante personaje del cómic underground paulista. Se divide en tres etapas: 1998, año en el que nace, 2006 año de su muerte, 2015 en adelante... El lector percibe el avance del personaje en su mirada cada vez más pragmática. Aunque lo más importante en "Hídrico" es el juego metaficcional por el que su autor explica la desaparición del personaje en 2006. Su "muerte" se debe a una demanda por el uso del apellido Kocinas, lo que obliga a dejar de publicar al personaje y borrar su nombre en las historietas.
Esta línea narrativa alrededor de la censura y posterior renacimiento en 2015, hace de Hídrico una historia independiente. El lector que no conoce al personaje, se enternece con su humor simple y el inesperado tránsito creativo de su creador.
El artista plástico Tiago Judas publicó por primera vez a Kocinas en el fanzine "Sociedade radioactiva". Fue tal su éxito, que actualmente es uno de los más importantes personajes del cómic del siglo XXI en Brasil. "Hídrico" es un libro publicado por la editorial Veneta en 2016. En el blog de la editorial hay más de Kocinas sin censura. Ah, y al final de esta edición hay un recortable del personaje por capas: alma, tripas, esqueleto y el cuerpo entero. Simple, ¿no?
Comentarios