Atención: spoilers
Creada por Jenji Kohan, esta serie tiene la lucha constante por ser una comedia cuando realmente se comporta como un drama. Más que un drama, como un potencial contenedor de reflexiones femeninas en distintos niveles. Esta temporada hubo dos líneas de pensamientos en el que se movieron todos sus personajes: la maternidad y la fe. Esta última siendo la que más peso tuvo en la temporada. Sino que lo diga la venerada Norma Romano, personaje que no pronunció hasta el momento ni una sola palabra y se convirtió en uno de los pilares de la historia. Sobre ella recaían los conflictos no sólo con la religión, sino también con otras de las presidiarias que querían el poder en la cárcel. Entonces la premisa era clara, tener la convicción religiosa de las mujeres era lo mismo que tener el poder. Además, las casualidades ayudaban a esta creencia hacia Norma. La creación de una nueva religión, el encuentro con la tostada con su cara, el pasado de Norma y el sublime final, no dejaron de jugar con las esperanzas de estas mujeres.
Lo más interesante de esto es que la serie volvió a demostrar su gran poder: lo coral. Todos los personajes son potencialmente protagonistas. Son fuertes, con grandes historias y personalidades muy marcadas. O que lo diga Crazy Eyes, quien no deja de sorprender no solo con su interpretación sino también con historias tan divertidas como la saga que estaba escribiendo, apelando a todas las rarezas de su mente y que mantenía el interés de sus compañeras. De la misma manera, pudimos observar el camino de Red por volver a adueñarse no solo de la cafetería sino por mantener su estatus en prisión.
Piper, por el contrario, se fue quedando solapada. La protagonista cedió su espacio a las otras mujeres para que brillaran. Debo confesar que el negocio de la ropa interior usada para pervertidos fue un divertido momento. Además le fue dando presencia a Rose, un personaje sexy, peligroso y atractivo. Una novedad que ayudó a refrescar la atormentada historia de Piper y Alex.
Aplaudo, y mucho, el final de temporada: verlas correr, soñando con el milagro de la libertad, jugando en la laguna, siendo esto una forma de cerrar cada una de las historias de la temporada. Lograron conseguir un espacio en las que todas contactaron con la fe, la fe en algo... en cualquier cosa, que ya es bastante.
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