Cadena: HBO Creadores: Marti Noxon (basado en el libro Sharp Objects de Gillian Flynn) Temporada: 1
Camille Preaker, interpretado por una increíble Amy Adams, llega a su asfixiante pueblo natal para investigar el asesinato de dos adolescentes. Como periodista trata de buscar en su alrededor, pistas que le revelen las incógnitas del crimen. Sin embargo, volver a vivir bajo el techo de su madre: Adora (Patricia Clarkson) y conociendo a su media hermana Amma (Eliza Scanlen), la enfrentan a un atormentado rompecabezas psicológico lleno de complejidades, pero también de una extraña y seductora belleza. Porque la serie no quiere contarte una historia de crímenes tradicional, por el contrario, te arrastra como espectador a la mente de Camille y te deja caer dentro de sus borrosos recuerdos del pasado. Las transiciones hacia los recuerdos, tanto en lo musical, la dirección como en la fotografía, son magistrales. Y atacan de forma inesperada, como si fueras parte de esa mirada. ¿Hay pistas en esos recuerdos? Sí, pero pistas de muchas cosas: del dolor de Camille, de las razones por las que se auto infringe heridas en la piel, de por qué su madre se comporta de esa manera, del duelo por su hermana muerta, de su incapacidad por abrirse a nadie... Y esto lo logra Amy Adams acompañada de las otras dos actrices que hacen, juntas, un extraordinario cuadro de actuaciones bastante complejas. Es una serie sofocante, en la que el espectador se va a resistir, pero pasado un par de episodios ocurrirá lo mismo que le ocurren a las hijas de Adora: se irán arrastrando a esa historia dura. Porque en esa casa y en ese pueblo, la vida se sufre. Al menos de puertas adentro. Afuera todo es bello y peligrosamente festivo. Grandes muchas escenas: la de la bañera madre e hija; la del cambiador en la tienda; el pasado de Camille ingresada; la fiesta donde las dos hermanas se van a patinar. Cada secreto que se revela, agarra por sorpresa al espectador, incluso con ese final tan poderoso. Es una serie inusitada tan bella como extraña, un producto hecho con todos los recursos: estilismo, un tono propio, una banda sonora, una seducción casi perversa que nos hace dudar hasta de nosotros mismos. ¿Por qué hacerlo con sus personajes? Una joya de las de HBO que nos habla de personajes femeninos contradictorios, enriquecedores, sin la necesidad de dejar en evidencia una agenda o un mensaje; que en balance general (junto a los capítulos de relleno) son uno de los grandes problemas de la actualidad: la ficción como excusa para fijar un mensaje. Esta es simplemente una gran y compleja historia.
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