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Cuando se decretó el estado de alarma hace algunos meses, la incertidumbre pasó a ser un derecho y la intimidad, un privilegio. Iniciamos un viaje de exploración confuso, sin mapas ni rutas, pero con muchas bitácoras recogiendo la información diaria. Las personas, aquellas que disponían de las herramientas para hacerlo, comenzaron a ampliar su mundo en las redes sociales con encuentros virtuales e interacciones del apego. Eso, cuando no estaban absorbidos por el teletrabajo o las clases en línea. Nos contábamos, mostrábamos, inventábamos, "reinventábamos". El espacio personal e íntimo se transformó en una reflexión compartida en tiempo presente. Nuestras voces eran alianzas pero también escándalo, ruido. En mi caso personal, no lograba concentrarme a menos que fuera una tarea mecánica. Pensaba, evidentemente, en varias de las dinámicas que estaba realizando con los jóvenes y que se truncaban. Antes de ceder a la frustración, cambiamos el rumbo de algunas ideas


Una de las propuestas nació específicamente durante los días de cuarentena. Se llama Diari del resguard y lo construimos las "traficantes de libros". Así nos hacemos llamar las integrantes del club de jóvenes lectoras en la Biblioteca de Montornès del Vallès. Para llegar a esto, necesité del apoyo incondicional y siempre dispuesto del grupo de bibliotecarios, con los que pude construir un espacio de comunicación virtual que no teníamos antes.


En este nuevo grupo de Whatsapp no hicimos las sesiones de clubes de lectura. Confieso que no quería ceder esta dinámica al espacio virtual y ellas tenían bastante trabajo con sus clases. Así que nos fuimos poniendo al día con nuestra situación real. Decidimos aparcar nuestras opiniones sobre Persépolis o Eleonor & Park (nuestras próximas lecturas), para hablar de los espacios que nos daban sosiego en medio de la incertidumbre. Absoluta libertad en contarnos, con mensajes escritos y diálogos con stickers. Fue así como iniciamos este peculiar diario del resguardo. A ratos fanzine, a ratos librillo de álbum musical. Es un diario en el que decidimos recoger aquellos contenidos que nos ayudaron a sobrellevar -o disfrutar- de la cuarentena y, a su vez, un recorrido íntimo y personal.


Trabajamos en equipo. Creamos, recomendamos, diseñamos, planeamos y, al final, decidimos que lo llamaríamos Diari del resguard. En catalán, pues ellas son mayoría. Quisimos usar la palabra resguardo porque, aún y cuando la sensación exploratoria era la de vivir en una distopía, nosotros queríamos estar del lado de la resistencia. Queríamos cuidarnos los unos a los otros. Este es un diario al que acudir en caso de emergencias. Quizás, estas voces que nos dieron cordura o distracción, puedan serles útiles también a ustedes en algún momento de caos. El diario no habla del COVID. Este es nuestro propio relato de la duda.

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ESTRUCTURA


Dos poemas abren y cierran este diario. Ambos, descubiertos durante los días de resguardo, hablan de dos formas de iniciar o de observar al mundo: antes de la incertidumbre y después. El primero está escrito en catalán y pertenece a Maria Antònia-Salvà. El último está en castellano y es del venezolano Eugenio Montejo. Esto también corresponde a nuestra identidad como grupo, es nuestro idioma secreto, pues en cada sesión nos compartimos palabras en catalán a cambio de palabras o expresiones venezolanas (o en portugués).


Luego, el esqueleto del diario está compuesto por cinco microrrelatos escritos por Abir, Amal, Ari, Nour y Omaya. Pueden leerse de manera individual, como si fueran reflexiones sencillas del encierro; o entenderlas como parte de una historia personal que evoluciona y crece. Esa historia arbitraria habita en las páginas. Cuenta las emociones personales de dos personajes o circunstancias enfrentadas, pero que se van adaptando de forma coherente durante cinco fases: la duda, el caos, el miedo, la esperanza, la liberación. Este inquieto recorrido también se percibe en la forma en que decidimos organizarlo. Es decir, descubrirán que el título del diario, las señalizaciones, un poema y una canción están escritas originalmente en catalán. Pero las indicaciones y los microrrelatos están escritos en castellano. Las canciones, casi al cien por ciento, están en inglés y francés. Fuimos anexando las páginas, pensando en la coherencia discursiva más que en el idioma. Quisimos ser honestos con la forma en que nos contábamos, en la manera que iban fluyendo las ideas.

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En el medio de cada relato, también se albergan fotos o ilustraciones compartidas por todo el grupo, en el que nos incluimos Leire, Verónica y yo. Las imágenes pintadas son, en la mayoría de los casos, bocetos del ocio, dibujos improvisados para pasar el tiempo. En cuanto a las fotografías, son más bien un registro de lo que era nuestros días durante el resguardo.


A medida que transcurre el diario, se percibe el uso de una iconografía propia de lo digital: conectar wifi, cargar batería, encender, reiniciar. Esos símbolos son también una voz que cuenta. La evolución de estos iconos en sus páginas propone una reflexión sobre el actual impacto de lo digital en nuestras vidas.

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PUNTS DE TROBADA · PUNTOS DE ENCUENTRO


Decidimos hacer una señalización para algunas de las páginas. La idea era ubicarnos en medio del caos. En este caso, los punts de trobada (puntos de encuentro) son ese espacio en el que los sobrevivientes de una catástrofe se reencuentran y protegen. Para estos espacios, reunimos nueve recomendaciones de libros, series, películas, videojuegos, obras de arte. En algunos casos con una breve explicación, en otros solo con una imagen y su referencia. Son los espacios que nos dieron cobijo y que ofrecemos en caso de emergencia para el que lo necesite.


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DUBTES EXISTENCIALS · DUDAS EXISTENCIALES


Otra forma de señalizar las páginas es con las dubtes existencials (dudas existenciales). Son diez fragmentos de canciones que nos acompañaron durante el resguardo. Estas canciones corresponden al momento emocional que señala el recorrido. Es decir, podemos tener la sensación de caer, de sentir que somos monstruos, de esperar, de querer huir, de viajar, de ser libres. En esta página no solo encontrarán trozos de las letras en su idioma original, sino imágenes de sus vídeos musicales como apoyo y referencia. Les dejamos también la lista de Spotify donde podrán encontrar la mayoría de las canciones recomendadas por el club de lectura.


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CITES D'ALTRES DIARIS · CITAS DE OTROS DIARIOS


Esto es más que todo un gesto de coquetería pop. Reunimos cuatro citas de otros diarios de ficción en series o libros que nos fueron reveladores en momentos de angustia. Son las voces que forman parte de las recomendaciones y nos identificamos con sus ideas.


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POR ÚLTIMO


Al final encontrarán recogidos todos los fragmentos de las canciones que hemos usado para este diario. Están traducidas al castellano y al catalán. La intención es ofrecer una guía, en caso de necesitarla, para poder entender la evolución de esta bitácora.


Hemos construido solo un diario en físico que estará en la Biblioteca de Montornès del Vallès en Barcelona. Para este libro de arte y cultura mainstream usamos papel reciclado. La única diferencia que no encontrarán en el formato digital, es que jugamos artesanalmente con el papel cebolla en medio de algunas páginas como si fuera bruma o ventanas que se abren.


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DIARI DEL RESGUARD · DIARIO DEL RESGUARDO


Esta crónica no tiene respuestas a nada. Mucho menos el diario. Pero nos hace ilusión poder compartir con ustedes este trabajo de exploración íntima, personal, transferible. Un trabajo colectivo que buscaba contar de manera diferente el tiempo presente. Aún quedan otras dos propuestas distintas por mostrarles, pero esta era importante contarla ahora pues queríamos que simbólicamente se quedara dentro del estado de alarma de España, habitando el límite.


A continuación les dejamos explorar el diario de manera íntegra en issuu:







 
 

A pesar de las dificultades propias de estas semanas de resguardo, el Banco del libro siguió trabajando de forma virtual para poder ofrecer los resultados de Los Mejores de este año. Además, 2020 es un año especial, pues se conmemoran los cuarenta años de su comité interdisciplinario de evaluación de libros en español para niños y jóvenes. Durante los últimos meses, los profesionales que forman parte del comité leyeron 320 títulos de distintas partes de Latinoamérica y España. El número de postulados para esta selección fue de 136 libros, de los cuales distintos jurados, eligieron un cuadro de honor en juvenil, infantil e informativo.

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A su vez, ofrecieron una serie de menciones que amplía el catálogo, dejando evidencia de la calidad de los libros publicados en los últimos tres años, pero también ofreciendo más opciones de referencia para las personas que nos dedicamos a esta labor.

Estos resultados se lo debemos a la constante labor de María Beatriz Medina, directora general del Banco del libro y de Olga González, gerente de proyectos; quienes siguen resistiendo y promoviendo espacios para la mediación lectora. En esta edición contaron con la colaboración de Sashenka García, quien comprometida con la institución como ex bancolibrera, llevó a cabo la organización de los jurados y del evento que este año se realizó de manera online a través del Instagram del Banco del libro. Incluimos en este equipo a María Fernanda Rincón, quien ha mantenido con vida el blog donde se encuentran todas las reseñas de los libros postulados. Haz clic en las imágenes o títulos de los libros de la lista a continuación, y te llevará a la página del Banco del libro. Vale la pena tenerla como punto de referencia. Por último, lamentamos que las actuales circunstancias impidieran ofrecernos los resultados de los bibliotecarios, siempre es bueno ver cómo influye su tipo de mediación en estas decisiones, los esperamos el próximo año.


A continuación, compartimos los resultados de Los Mejores del Banco del libro 2020.


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Atravesamos un tiempo desafiante como ha sido la cuarentena, necesaria aunque tedioso por el resguardo ante el Covid19. En medio de estas circunstancias el Comité evaluador del Banco del Libro no dejó de trabajar, leyendo y reseñando en la ruta a “Los mejores 2020” los fascinantes libros que llegaron a sus manos. Para el Jurado Juvenil no fue, sinceramente, una tarea tan difícil. Porque la verdad sea dicha, esta tarea fue el refugio que encontramos para sobrellevar las diferentes decisiones que tuvimos que ejercer como ciudadanos: quedarnos en casa y una crisis actual que acompaña nuestras circunstancias. En cuanto a los libros, el panorama era otro. Allí donde estaba nuestra riqueza, estaba el reto de llevar nuestra deliberación a buen término. Como Jurado Juvenil sostuvimos una misión de lectura inspirados por la visión de nuestro querido Banco del Libro: llegar a todos los espacios. Esta vez el espacio éramos nosotros mismos, en nuestro intercambio para poder evaluar. Y lo logramos. Fuimos puentes de lectura y transporte del material: exploramos vías de reunión a través de redes sociales, intercambiando ideas y opiniones. Todo ello ilustró, como aventura preciosa, nuestro paso por la evaluación de “Los mejores 2020”. Más que nunca ha sido un libro la más idónea de las compañías. A ratos un bálsamo, a ratos una medicina agridulce para mostrarnos cómo entender tiempos raros de adversidad compartida. Si bien no todos han sido los ganadores, los postulados han sido el mejor de los resguardos. Felicitaciones a los ganadores y a todos los postulados. Gracias por ofrecer libros que en tantos sentidos acompañan. Que han apostado a dar formas a lo que es inesperado, inefable, a veces sumamente hermoso y también sumamente difícil, incluso, de enunciar.

Hemos coincidido como jurado en asegurarnos libros muy valientes para nuestra selección. Esta fue una muestra muy particular. En momentos se sentía el pulso del riesgo combinado con la belleza. La deliberación del Jurado Juvenil estuvo siempre rondada por la imagen de la libertad de criterios, de la originalidad de las propuestas. Todo ello indica una gran valoración del lector, al ofrecer libros y miradas inteligentes con tanta calidad y tanto cuidado al elegir temas tan necesarios de abordar hoy en día. Creo que nuestra decisión reúne de alguna forma ese sentimiento que llenó nuestros intercambios, la sorpresa que no es sorpresa de proponer a cada opción, cual fuera, palabras sentidas de cada uno sobre la peculiaridad que cada material ofrecía en cada una de nuestras experiencias lectoras.


A continuación, con todo respeto y cariño, el resultado de nuestra deliberación.


María Fernanda Rincón, Jaime Yáñez y Annabel Petit

Caracas, Junio 2020


ORIGINALES JUVENILES




TRADUCCIONES JUVENILES



MENCIONES ESPECIALES

El Jurado Juvenil otorgó también tres menciones especiales, que gustosamente acordamos a partir de una rica discusión en torno a la fecundidad de imágenes, reconocimiento del baluarte cultural de lo urbano y valor en nuestro colectivo que tienen estas tres obras.

Estas son:


Educación Anterior. Una historia incompleta del punk venezolano. Rafael Uzcátegui (comp.) Ilustradores: Lucas García París y Edgar Jiménez. Provea. Caracas, 2019. 

Mestre Wilson. Marco Chamorro. Editorial GatoMalo. Bogotá, 2018.

Iván el tonto. Lev Tolstói. Ilustrador: Decur. Traducción: Marta Sánchez-Nieves Fernández. Libros del zorro rojo. Barcelona, 2019.


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La muestra de este año ha sido bastante amplia y surtida en cuanto a temas y formatos. La decisión no fue fácil, y debido a la indiscutible calidad de los libros que recibimos este año, el jurado decidió otorgar un mayor número de menciones. No queríamos dejar por fuera sin reconocimiento alguno el destacado trabajo hecho por los autores, ilustradores y editores.


En la muestra de libros originales encontramos temas como: la critica a los prejuicios de la sociedad por medio del humor, la lectura como elemento diferenciador, la escritura y los viajes. Encontramos respuestas a una de las preguntas más recurrentes: ¿Quiénes somos? También la posibilidad de humanizar lo indomable a través del amor y la confianza; el recuerdo de uno de los capítulos más tristes de la historia por medio de una infancia feliz, el poder de la imaginación como salvavidas ante la adversidad, la soledad y la amistad.

En la muestra de traducciones encontramos temas como: la vejez y sus misterios; las tradiciones y la defensa de una vida digna. La vida, la familia, la traición y la muerte. También sentimientos expresados de manera sencilla y hermosa. Y en otras oportunidades, de manera jocosa.


Los libros de esta selección representan las inquietudes de la sociedad de nuestro tiempo. Libros que reflejan la necesidad de resaltar lo mejor de la humanidad, aquellas características que nos permiten vivir en armonía, respetando y tomando en cuenta siempre al otro, recordándonos que somos parte de un todo y de un devenir, principio y fin.


Valerie Weilheim, María Beatriz Medina y Michéle Carezis.

Caracas, junio de 2020



ORIGINALES INFANTILES



TRADUCCIONES INFANTILES



MENCIONES ESPECIALES

La caimana. María Eugenia Manrique. Ilustrador: Ramón Paris. Ediciones Ekaré. Barcelona, 2019.

La carta de la señora González. Sergio Lairla. Ilustradora: Ana G. Lartitegui. Editorial A buen paso. Barcelona, 2019

Pitchipoï. Jacqueline Goldberg. Ilustrador: Juan David Quintero Arenas. Tragaluz Editores. Medellín, 2019

Contar. Pep Bruno. Ilustrador: Andrés Antinori. Editorial A buen paso. Barcelona, 2019

Sentimientos encontrados. Gustavo Puerta Leisse. Ilustradora: Elena Odriozola. Ediciones Modernas El Embudo. Madrid, 2019

Migrantes. Issa Watanabe. Libros del Zorro Rojo. Barcelona, 2019.


El regalo de los reyes magos. O. Henry. Ilustradora: Lisbeth Zwerger.Traducción: Juan Ramón Azaola. Editorial Cuatro Azules. Madrid, 2016

Mi abuelo pirata. Laia Massons. Ilustradora: Zuzanna Celej. Traducción: Isabel Llasat. Akiara Books. Barcelona, 2019

Esperamos a un bebé. John Burningham. Ilustradora: Helen Oxenbury. Traducción: Susana Tornero Brugués. Editorial Juventud. Barcelona, 2019


Señor gato. Blexbolex. Libros del zorro rojo. Barcelona, 2019



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Una de las iniciativas de los últimos años en Los Mejores, ha sido ir abriendo un espacio para los libros informativos. Esto responde a la alta producción de materiales informativos dirigidos a niños y jóvenes en la actualidad, sino también a una evaluación mucho más especializada. Aquí les comparto el veredicto:



“La evolución ha sido uno de los avances más importantes del pensamiento biológico moderno. El término alude a la interconexión de todos los organismos vivos,

a los cambios graduales que se producen dentro de cada especie y a su diversificación con el paso de los milenios: un proceso gracias al cual nos hemos convertido en lo que vemos cuando nos vemos al espejo.”

Ella Frances Sanders

Comernos el Sol: Pequeñas reflexiones sobre el Universo.

Libros del zorro rojo, 2019

La evolución no se restringe al mundo de lo vivo. En el universo de la literatura, los libros, junto a la palabra, cómo decirla y la manera de representar el pensamiento y su diversidad, también evolucionan: Co-evolucionan con el lector, bajo presiones selectivas. Adaptándose, diversificándose.


Producto de esta co- evolución hemos visto cómo los libros informativos se han hecho espacio entre “Los mejores libros para niños y jóvenes”. Hemos sido testigos de cómo han ido definiendo su “nicho”. El año pasado optaron por un escalafón especial, la Mención Humboldt y en este 2020, justo cuando el Premio cumple 40 años, alcanzan su propia categoría dentro de la premiación. Logro que nos satisface como lectores e investigadores, porque en un mundo catalogado de “Infoxicado”, pudieron haberse creído vulnerables o en vías de extinción.


¿Qué lugar podía quedar en el mundo editorial para el libro informativo cuando disponemos del “dato instantáneo”; de la interacción casi sincrónica con el hecho, con el fenómeno; cuando la virtualización y la simulación ofrecen posibilidades de sumergirse en diversos ambientes y situaciones para vivir experiencias de contacto y de toma de decisiones? Esta pudo haber sido una pregunta. Pero, gracias a autores y a editores que entendieron que los lectores también evolucionan -y que lo hacen en respuesta a un mundo que les exige cada vez más imaginación, reflexión e interiorización en aras de que el crecimiento individual sume al colectivo- es que hoy disfrutamos de esta maravillosa muestra de libros informativos. Libros que desde hace mucho no solo tratan de manera objetiva la realidad, sino que aluden, retan e interpelan estéticamente a la participación y responsabilidad de un lector que se sabe parte de una realidad objetiva en interconexión con la subjetiva: realidades que se influyen y condicionan la una a la otra.


Los libros postulados de esta edición nos recordaron que: “Somos polvo de estrellas (…) que estamos compuestos por la roca, la ola, y la corteza de los árboles, los caracoles y el olor a jardín después de la lluvia” (Comernos el Sol: Pequeñas reflexiones sobre el Universo. Libros del zorro rojo, 2019.); que “somos una gota de agua/que un día cae al mar/como fruto maduro/como una flor que abre todos sus frutos” (La gota de agua: según Raimon Panikkar. Akiara Books, 2018); “que una semilla es una cápsula espacial, un sencillo y sofisticado envase lanzado al mundo que en su interior mantiene un ser vivo” (Semillas: un pequeño gran viaje. A buen paso, 2018). Que hay un cielo nocturno habitado con formas y enigmas, que nos guían y nos inspiran desde siempre (El cielo imaginado A buen paso, 2018); que la Tierra bajo ese cielo, gira sobe sí misma y alrededor del sol y que cada estación que es parte de ese giro, tiene su ciencia (Ciencia para pasar el otoño. Iamiqué, 2019); que la vida en el planeta tiene su historia, y que podemos llevar cuenta de ella, cual naturalistas, desplegándola para extendernos en el tiempo evolutivo (La historia de la vida. Evolución. Océano, 2018). También que desde que aparecimos en el planeta nos dio por contar, por medirlo todo y que hacerlo nos ha permitido entender y construir el mundo que habitamos (Las mediciones no fueron siempre así. Iamiqué, 2019); que desde pequeños la necesidad de contar nos habita y nos construye (Contar. A buen paso, 2019).


Nos recordaron que desde siempre nos hemos inspirado en la naturaleza y en sus formas, llegando por analogía a inventos de todo tipo, imitando incluso a seres que actualmente no nos acompañan (Trilobites. Océano 2017); que la ciencia y el arte coinciden en su obsesión por abstraer y representar el mundo, al espacio, al caos y que muchas veces lo hacen de la misma filosófica manera (Pensar el espacio. Reflejos, superficies y colores. Petra ediciones, 2018). Que si bien la actividad humana ha contribuido a destruir ecosistemas y recursos de nuestra Tierra, a cambiar nuestro clima (Se van los glaciares. Cambio climático en los Andes venezolanos .Fundación Empresas Polar, 2017) muchos no desistiremos del afán por disminuir nuestra huella ecológica, de reconstruir lo que podamos (A la vista. Libre Albedrío, 2017) y de soñar con mejores maneras de habitar el mundo: un hogar dentro del gran hogar (La casa en el bosque. Libros del zorro rojo).


También que en esa mejor manera de estar en la Tierra queremos convivir con otros seres que tienen el mismo derecho a estar (Retratos animales. Libros del Zorro rojo, 2019); porque la buena relación entre los hombres y animales sí es es posible, sobre todo si lo asumimos desde pequeños (¿Lo ves? Norma, 2019); que hay libros que nos invitan a pedalear en el aire, a disfrutar de una carta infinita a través de la obra de quienes han hecho del arte su manera particular de representar el mundo e invitarnos a vivirlo de manera mágica y diferente (La maleta mágica. Ekaré Sur, 2017).


Esperamos que este breve recorrido se convierta en una invitación a leer cada una de las reseñas de los libros postulados. ¡De los ganadores y sus menciones! en nuestro blog porque, como menciona Brenda Bellorín, una de nuestras investigadoras bancolibreras: “aun cuando busquemos ver objetivamente los distintos aspectos de un libro, nuestra subjetividad siempre se cuela… Un mismo libro no sólo puede ser interpretado de manera muy diferente por distintos lectores, sino que puede tener un sentido específico en un contexto determinado” y esto que hoy tiene un significado especial para nosotros como jurado de “Los mejores” seguramente adquirirá también uno especial para cada uno de ustedes. Lo que sí es cierto, es que la decisión, como siempre, ha sido difícil, porque hay demasiado de lo bueno que debe conformar un buen libro, en cada uno de estos.


Freya Rojas y Olga González.

Caracas, junio de 2020



MENCIONES ESPECIALES

Comernos el Sol: Pequeñas reflexiones sobre el Universo. Ella Frances Sanders. Traducción: David Paradela. Libros del zorro rojo. Barcelona, 2019


Trilobites. Maia F. Miret. Ilustrador: Manuel Monroy. Editorial Océano. Barcelona, 2017


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ALGO DE HISTORIA · BANCO DEL LIBRO


En 2020, la institución arriba a los sesenta años. Es un número importante que se traduce en resistencia, innovación, muchísimo trabajo y un amor sincero a la lectura como proceso transformador del ciudadano. El Banco del libro es una figura de referencia obligada para todos los que trabajamos en este medio. El siguiente vídeo se realizó en su aniversario cincuenta. No solo se recoge su historia y trascendencia, sino que es contado a través de las personas que se han encargado de dirigirla y mantenerla a flote. Faltaría un anexo que cuente los vertiginosos diez últimos años cargados de retos. Inmersa el cambios históricos importantes en la historia de Venezuela, el impacto de la crisis económica y social; junto a muchas de las lecciones de adaptación y reinvención que nos sigue dando el Banco del libro.


 
 

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En la estantería de mis libros, reposa un disco duro externo que se construyó a trozos. No sé explicárselos porque no tengo noción de estos temas, pero sí recuerdo que eran tiempo de escasez en Venezuela y que aquel hombre en Sabana Grande me pedía solo una hora para improvisar este artefacto. Qué ironía, a veces una hora parece ser una vida entera, pero en este caso no podía negarme, era la única alternativa que tenía para almacenar la descabellada idea que se nos había ocurrido en PezLinterna: cuarenta y tres entrevistas en vídeos a autores, ilustradores, editores y especialistas de la literatura infantil y juvenil en Colombia y Venezuela.

La idea nació en un grupo de Whatsapp en el que estábamos Lorena Ayala, Valerie Weilheim, Ramón Barreto, Jaime Yáñez y yo, Freddy Gonçalves Da Silva. Fue una conversación amistosa y relajada que fue terminando con un “Y si…”, luego con un “Me parece necesario” y ya finalmente con un “Vamos a escribirle a…”. No hubo preguntas ni dudas, ni obstáculos. El plan tenía todas las posibilidades para ser un caos, pero insistimos. Teníamos ganas de crear. Y así fue que lo hicimos: aprovechamos un viaje que haría Bogotá-Caracas-Medellín para ejecutar el plan. En Caracas sería sencillo, pues tenía el apoyo de Valerie y Jaime, pero en Bogotá necesitaba a más gente “poniéndole la ficha” a esta loca causa.

A partir de las voces de estas figuras representativas de la literatura infantil y juvenil, buscábamos explorar juntos ideas alrededor de la creación y el mercado en dos países posibles, separados apenas por una frontera. Obviamente dos países con sus propios conflictos e intereses. Sin embargo, veíamos necesario rescatar y mantener el acervo de los personajes que construyen este imaginario literario, muchas veces marginado por la academia y otras entidades de la cultura. Es decir, nuestra intención era provocar una conversación amena, cercana a cualquier público, con preguntas sencillas y a veces obvias que sirvieran de guía para los que trabajan en la promoción lectora o la crítica literaria, pero también para aquellos que tienen una vaga idea sobre el tema.


Estas conversaciones buscaban servir de posibilidades para otros países, que vieran los planes que se ejecutan en algunas zonas, formas de resistencia, maneras de pensarse como identidades. No queríamos que fuera material solo para el público colombiano o venezolano, sino que el material tuviera posibilidades para otros países interesados en la literatura infantil y juvenil. No solo hablan los autores, sino también los ilustradores, editores, promotores de lectura, profesores, especialistas, narradores orales, críticos literarios, bibliotecarios. Es una ebullición de ideas contrapuestas alineadas en un interés común: la infancia y la adolescencia. Queríamos, al fin y al cabo, sostener la línea fundamental de nuestro proyecto, conversaciones que inciten la llama crítica alrededor de lo literario.

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LA PRODUCCIÓN, ESE ESPACIO ÍNTIMO

Lo que aquel desconocido construyó en una hora, resistió años. Ese disco duro, antes de acoplarse entre los libros, cruzó mares y carreteras en situación de riesgo. El material contenido dentro de ese pequeño cuadrado negro permanece en sus entrañas. Es decir, perderlo era anular horas de entrega de varias personas en el proyecto. Sin embargo, este recorrido tiene un porqué, una razón válida que queremos compartir.

Cuando trabajas con autogestión, el obstáculo mayor es conseguir los medios. Es decir, personas con equipos dispuestas a dar horas de su vida para grabar vídeos de entrevistas que quizás no les interesen tanto porque, seamos honestos, no todos quisieran pasar horas encerrados dando vueltas sobre un mismo tema a menos que realmente les apasione. La fortuna se tradujo en posibilidad cuando sumamos a cuatro personas entregadas a un mismo propósito: la construcción de una memoria cultural conjunta.

De esa forma, aparecieron Miguel Gallego y Juan Pablo Martínez, dos jóvenes creadores de contenidos, quienes fueron nuestros aliados incondicionales en la ciudad de Bogotá para grabar a dieciocho personas. En Medellín contamos con la bondad absoluta de Juan Felipe Vera, quien llevó su equipo de trabajo para grabar a tres personas. Y en Caracas estuvimos afortunadamente acompañados por Mary Antonieta López, con la que hicimos veintidós entrevistas en tiempos de colapso.

En esos días, en varias zonas de la ciudad de Caracas, las fuerzas de seguridad del Estado reprimían a los manifestantes en las calles. Algunas de las entrevistas tienen sonidos de bombas lacrimógenas, manifestaciones y helicópteros. Irónicamente también se podían sobreponer las guacamayas. Es lo que tiene el trabajo en resistencia. Esta incertidumbre se hace latente en algunas de las entrevistas, por eso se habla de la crisis venezolana de los últimos años, de su impacto en la industria del libro, de las formas de respuesta de sus agentes de cambio. Quizás, en esta actualidad, es también importante ver en ese espejo una posibilidad. Por ese trabajo, en el que su seguridad y la de los entrevistados estuvo en entredicho, somos aún más afortunados e insistentes en salvar estas entrevistas.

Ninguno de estos cuatro jóvenes profesionales cobró absolutamente nada por este enorme trabajo documental, digamos que lo hicieron por amor al arte. No lo recalcamos como algo heroico, ni como el deber ser en un proyecto de promoción lectora; al contrario, nuestro equipo siempre ha resentido el hecho de no haberles podido dar ningún pago. En aquella época no teníamos el financiamiento ni pudimos contar con otros apoyos. Insistimos porque ellos nos ayudaron a resistir. Siempre hemos creído en que se ha trabajado muy poco por abrir más espacios de posibilidad laboral en esta área para los más jóvenes en el campo cultural. Estos jóvenes que no son influencers sino personas talentosas con un oficio o una profesión. Una tarea pendiente, quizás ahora que se piensa tanto en el futuro. En fin, que aunque esta discusión da para más contenido, nosotros por ahora solo queremos darles las gracias infinitas por creer en esta propuesta.

Esta ausencia económica, por lo tanto, retrasó también la producción de los vídeos. En primer lugar, porque hubo vídeos o audios que no lograron grabarse bien en aquel disco duro itinerante, por lo que la calidad de la imagen y el sonido puede ser irregular en algunos pocos vídeos. Entrevistas que, a pesar de esto, llevamos hasta el final pues su contenido nos seguía pareciendo valioso. Por ejemplo, las entrevistas de María Beatriz Medina y María Osorio tienen problemas de audio, las de Maité Dautant y Andreína Melo con la imagen.

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La edición también fue un acto de aprendizaje durante estos años y con la que, entre ensayo y error, fuimos dándole una identidad a los vídeos. Fuimos publicando unos pocos durante estos años, lo que el tiempo y los recursos no dejaban hacer. No era solo cortar y pegar, sino escuchar e investigar, pues en los vídeos quisimos agregar tips con imágenes o textos que hacen referencia a la labor del entrevistado para darnos una perspectiva sobre su legado.

En esta situación actual de crisis y ante la cantidad de información y propuestas que se fueron sumando en las redes, nosotros quisimos quitarle riesgo al disco duro, entender este presente de manera constructiva a partir de otros espacios en crisis o de creación. Así que en estos días de cuarentena, de manera ininterrumpida, hicimos la edición de absolutamente todas las entrevistas. Esta situación, como valor positivo, nos dejó la oportunidad de concretar algo que comenzaba a parecer un lastre en el sentido de que mucha de la información contenida podría variar en estos mundos veloces. Algunas de las vidas de estas personas entrevistadas cambiaron radicalmente. Esto, más que un inconveniente, fue un reto potente, de entender qué existe en este contenido que puede ser de utilidad para pensarnos desde el presente. Porque las reflexiones interesantes no tienen tiempo de caducidad y es una de nuestras luchas: entender el presente valorando también la identidad de ese pasado que nos condujo hasta ahora. Darle de nuevo valor a la palabra, a las preguntas, a esas cosas que nos interpelan sobre el mundo de la creación, la edición o de la promoción. Pensarnos como sociedad y entender el impacto o la influencia que nuestros actos pueden generar en los otros. Ver en la cultura una posibilidad de seguir insistiendo y construyendo. Es un poco Volver al futuro pero sin el DeLorean.

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LO QUE NOS FALTÓ

De todas las entrevistas, solo perdimos una. No por la falta de profundidad, sino por solicitud de esa persona que no se sentía cómoda desde el espacio desde el que hablaba. Del resto todas, afortunadamente, fueron rescatadas porque por algo son especialistas en estos temas. Resentí la imposibilidad de entrevistar a algunas personas con las que no se pudo concretar el encuentro a falta de tiempo, pero a quienes habíamos contactado: Irene Vasco, Martín Murillo (La Carreta Literaria), Francisco Leal Quevedo, Dipacho y Triunfo Arciniegas.

En el caso de Venezuela, la situación del país imposibilitaba el encuentro con Lourdes Morales, Brenda Bellorín, Cybele Peña, Armando José Sequera, Elvia Silveira, Rosario Anzola. Además de que siempre quisimos hablar desde la diáspora venezolana con otros especialistas en la materia como Mireya Tabuas, Gerald Espinoza, Reyva Franco, Isa Saturno, José Urriola, Fedosy Santaella, Carolina Holmes, Menena Cotin, Jefferson Quintana, Ramón París, entre muchos otros. Pero esa idea sigue en el tintero, porque conversar y comprender al otro es el único puente que entendemos.

Las entrevistas pueden verse dentro del blog, en la barra de menú encontrarán la opción Canal. También podrán encontrarlos en nuestro canal de YouTube PezLinterna o desde el IGTV en nuestro Instagram. Debido al esfuerzo que esto ha implicado, los invitamos a compartir, seguir, darles me gusta a los vídeos, es el único estímulo que recibimos de ello. Esperamos que, como a nosotros, les sea de tanta utilidad.

Si te interesa alguna entrevista en particular, aquí les dejamos todos los nombres de los entrevistados con el link:


Conversaciones Colombia

Conversaciones Venezuela

AGRADECIMIENTOS FINALES

Agradecemos también a los espacios que nos fueron cedidos amablemente por alguno de sus entrevistados para llevar a cabo las grabaciones: la anterior oficina de la editorial Tragaluz, la casa de la editora María Fernanda Paz-Castillo, Espantapájaros, Babel y la librería Rey Naranjo. Esa calidez nos permitió continuar a pesar de la lluvia o los trancones.

En el caso de Venezuela quisiéramos agradecer al Banco del Libro, en especial a Olga González, quien siempre estuvo dispuesta a abrirnos las puertas a pesar de que el mundo a nuestro alrededor colapsaba. De la misma forma, a Andreína Melo y Marina Bockmeulen, por ofrecernos la librería Sopa de Letras como segunda alternativa.


Compartimos un registro fotográfico del detrás de cámara:


 
 
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Cultura, libros, infancia y adolescencia

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ilustración de las jornadas @Miguel Pang

ilustración a la izquierda @Juan Camilo Mayorga

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