Actualizado: 3 sept 2021
Enero 2020: ese otro presente
El punto de encuentro era una postal. Antes del diez de enero, los integrantes de los clubes de lectura de las bibliotecas de El Coto, El Llano y La Calzada en Gijón (España), recibirían una postal en sus buzones. Estas misivas contenían algún consejo, recomendación literaria o audiovisual, una canción, un poema pero también una discreta invitación.
Debido a que durante el primer semestre del año, las bibliotecas no iban a poder llevar a cabo los clubes de lectura, estos jóvenes podían seguir en contacto en una especie de reto creativo. Si aceptaban, solo debían enviarme una foto de la postal al WhatsApp. Sin más palabras. Cada uno recibiría, posteriormente, un ejercicio de exploración alrededor de los oficios del arte o la escritura. Porque esto no iba necesariamente de clubes de lectura, sino de un sostenido diálogo cultural que se prolongó más de lo esperado debido a la pandemia.
La dinámica era la siguiente: cada mes se propondrían distintos ejercicios de creatividad. Los participantes, adolescentes entre 12 y 16 años, asesorados por nuestras conversaciones, formularían sus propuestas de manera libre. Como yo era solo un asesor, esas propuestas finales pasaban a otro nivel de opinión. Es decir, integré a un grupo diverso de observadores, representantes del campo cultural, que ofrecían amablemente sus opiniones sobre las distintas propuestas.
Estos resultados formaron parte de una tabla de medición que permitía ir escalando posibilidades. Si los comentarios de los observadores a su propuesta eran mayoritariamente positivos, eso les daba ventaja para el siguiente ejercicio. Nuestra intención era darle a ese espacio creativo, un sentido de profesionalización. Es decir, que los jóvenes participantes pudieran explorar distintas áreas creativas relacionadas a la escritura, mediación y fotografía mientras la entendían como la posibilidad de una profesión.
De manera casi orgánica, este espacio de encuentro se transformó en una especie de reto colectivo, en donde se iban retirando algunas de las personas según sus intereses mientras que otras, sorprendentemente, seguían explorando las nuevas posibilidades.
Febrero 2020: mes breve, relatos breves
El primer ejercicio era aparentemente sencillo, tenían que escribir un microrrelato. No hubo más indicaciones. El primer paso para esta ejecución era lidiar con la libertad absoluta, es decir, gestionarla para poder construir una breve historia venida de la nada. Algunas de las conversaciones iniciales estaban relacionadas con otorgarle propiedad, sentido y coherencia a muy pocas palabras. Probablemente, en esta época donde el Twitter convive con el mundo, parece un absurdo dar tantas vueltas a este ejercicio narrativo. Lo hicieron, desde el ensayo y error, proponiendo distintos tonos.
Debido al compromiso real y sopesado que tuvieron con sus propuestas, quise responder de la misma manera. Es decir, no minimizar el esfuerzo sino ofrecerles diversos puntos de vista. La intención era demostrarles que ese ejercicio narrativo podía tener tantas alternativas de lectura como de creación. Los observadores, en este caso, fueron un grupo de periodistas, autores, editores, especialistas en diversas áreas, que fueron capaces de ofrecerles mensajes directos plagados de recomendaciones tanto con los aciertos como con los fallos. Era un feedback que los participantes agradecían y, a la vez, nutría la experiencia.
El relato que obtuvo más comentarios positivos fue el de Eloy.
Un resumen de algunos de los comentarios de los observadores fueron los siguientes:
"Narra algo muy contemporáneo, la monotonía como un mal de esta época. Me gusta que una persona joven lo aborde, y con un buen uso de las palabras, lejos de lugares comunes."
"Eloy juega muy bien con el establecimiento de una certeza, la certeza del enfado, y se certifica el motivo de todo lo que va mal; materializa de manera muy concreta aquello que ocurre y abre luego a otras interpretaciones."
Para febrero, estos observadores que colaboraron fueron:
Adolfo Córdova, periodista, escritor e investigador
Arianna Basciani, periodista y especialista en estrategia editorial
Arianna Squilloni, editora, escritora y especialista en literatura infantil
Jaime Yáñez, investigador y especialista.
Lucas Ramada Prieto, investigador y especialista en ficción digital.
María Fernanda Paz-Castillo, editora, investigadora y especialista en literatura infantil.
Valerie Wielheim, investigadora y especialista.
Virginia Riquelme, editora, gestora cultural y poeta.
Marzo 2020: otras realidades, un estado de alerta
Antes de que se decretara el estado de alarma, la propuesta estaba sobre la mesa. A partir del relato de Eloy, los participantes debían ofrecer posibilidades para la escritura de un guión de cine. Es decir, crear una estructura, un argumento, una posible escaleta, con fotos o dibujos de la ambientación y algunas canciones que pudieran funcionar como banda sonora. El relato, breve, debía mutar a una historia más elaborada. Debían encontrar, en esa premisa, una posibilidad de relato mucho más complejo. Este no era un ejercicio de escritura creativa al uso, sino la construcción de un universo posible a partir de ese microrrelato.
Estos argumentos construidos con ideas fragmentadas, fueron observadas por la talentosa y joven dramaturga Karin Valecillos. Fundadora de la agrupación Tumbarrancho Teatro, escritora de televisión y cine. Ella tiene más de veinte obras de teatro y dos largometrajes, por los cuáles ha recibido múltiples reconocimientos a nivel mundial.
Sus opiniones positivas fueron más cercanas a la propuesta de Adry, quien revela una poderosa realidad marginada desde el espacio de lo cotidiano que nos ofrecía Eloy.
Su propuesta comienza así:
"¿Por qué no un día diferente? Su vida siempre fue diferente"
Los comentarios de la observadora fueron los siguientes:
"Emocionalmente me conecto mucho con el tema del extranjero y el desprendimiento pero lo que más me gustó fue que, con esa capacidad de usar pocas líneas, usa frases que generan emociones, lo hace in crescendo. Tiene espíritu de guionista porque con muy poco transmite la idea de una historia, una emoción, un personaje. Inmediatamente lo lees y entras en una atmósfera, en un tono."
Abril 2020: ¿y ahora qué hacemos?
Este fue un momento de confusión colectiva. Algunos participantes, agobiados por la situación, decidieron no continuar con la propuesta. Otros resistieron. Elegimos tres lecturas diferentes para explorar la posibilidad de las reseñas críticas. Se hizo pero de manera bastante informal, en un diálogo que servía más de apoyo que en un ejercicio creativo. Leímos dos álbumes y vimos un corto animado a distancia. Fue nuestro punto y aparte.
Mayo 2020: observar el encierro
Del agobio y lo digital, decidimos explorar la mirada. Si los encuentros digitales en la escuela los agobiaban, si la incertidumbre no permitía que nos concentreramos, lo mejor era explorar ese espacio al que nos tocaba pertenecer a manera de resguardo.
Cada uno propuso una pequeña galería visual desde la que se podía traducir sus formas de observar el mundo. No fueron fotos al azar, sino una selección pensada, muy bien argumentada, de lo que no eran capaces de traducir con palabras. En este caso, el observador fue el fotógrafo y diseñador visual, Camilo Villegas, quien se tomó el tiempo de explorar una a una las fotos, de ofrecerles a ellos un minucioso comentario técnico a su propuesta. Les dio a aquellos interesados en la rama visual, ciertas herramientas para poder mejorar estas fotos. En este caso, la selección con más comentarios positivos fue la de Telmo, quien además se dio a la tarea de darles nombre, como si fuera una pequeña exposición.
La foto mejor valorada se titula "El lento flujo del tiempo":
Según comentarios de Camilo:
"Esta es una fotografía con un punto de vista muy personal, subjetivo e interesante que, a pesar de no tener más de dos o tres elementos en la fotografía, nos da cabida para usar la imaginación y pensar quién está mirando esa imagen, quién es el sujeto, a dónde está mirando, ¿mira hacia arriba o hacia abajo?, ¿qué hay más allá de los bordes de la fotografía? Sin tener casi nada dentro de la foto, dice mucho. El título le da, además, un tono muy especial."
JUNIO 2020: UN EJERCICIO DE LA MEMORIA
Esta actividad culminó con una entrevista personal a cada uno de los participantes que se mantuvieron hasta el final: Telmo Díaz, Adryan Lira y Eloy Valdés. El lugar de encuentro fue en la fachada de las respectivas bibliotecas en donde se llevaban a cabo sus clubes de lectura. Casualmente, cada biblioteca tuvo su propio representante. Para nuestro equipo es fundamental mantener el respeto al espacio de la biblioteca, mostrar nuestro constante agradecimiento a sus trabajadores, bibliotecarias la mayoría, que hacen posible que esos edificios se mantengan con vida. Ellas forman parte también de estos clubes de lectura.
En los encuentros con Telmo en la Biblioteca de La Calzada, con Adryan en la Biblioteca de El Llano y con Eloy en la Biblioteca de El Coto, se articuló una conversación sostenida, honesta, acerca de su relación con la cultura, la sociedad y los libros.
Para nosotros, el mayor logro de la actividad, estuvo precisamente en esas conversaciones finales. Son entrevistas que presentan a tres perfiles distintos de adolescentes, con sus ideas del mundo. Es importante este ejercicio de la memoria, para poder entender su posición ante el mundo. Estos diálogos no buscaban profundizar sobre la vida en pandemia, aunque son temas que se asoman, sino en su relación con la cultura, con la experiencia de la adolescencia y el futuro.
No es casual que Telmo, Adryan y Eloy también mantengan un gran compromiso con los clubes de lectura en los que participaron, incluso cuando estos no se llevaban a cabo. Es un mérito ganado a pulso. Hemos seguido en contacto después de las entrevistas, seguimos dando vueltas a esas conversaciones, en debate o con nuevas ideas, pues el diálogo no es un espacio que se pueda medir en cifras o resultados, es un ejercicio cambiante como la vida.
A continuación, compartimos las tres entrevistas, tómense un tiempo y lean sus respuestas.
Julio 2020: Entrevista con Telmo
"Cuando leo ficción, imagino a los personajes. Les pongo cara y personalidad. Aunque luego en la historia no tenga sentido porque el personaje no es como lo imaginaba. Es como con las descripciones, me gustan cuando son para una acción, pero no al querer ser detallistas. Esas son un rollo."
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Agosto 2020: Entrevista con Adry
"Leer es como cuando entrenas. En ambos casos necesitas de disciplina, oír al cuerpo, saber lo que pide sin sobre esforzarlo. Yo soy flaco, pero tengo fuerza, y eso que me falta masa muscular. Imaginar, analizar, concentrarse, también son rutinas para leer. ¿Funcionarían los clubes de lectura en las canchas? Sí pero no sé cómo."
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Octubre 2020: Entrevista con Eloy
"Vivimos avances tecnológicos que no tuvieron nuestros padres. Tenemos redes sociales para expresarnos sin prejuicios. Se nos dio acceso a la información. Nos facilitaron la vida y las formas de comunicarnos; por eso somos diferentes, porque tenemos todas esas posibilidades a la mano. Es lo que nos toca. Entonces como el adulto piensa que su forma de hacer las cosas es mejor, sino lo hacemos como ellos entonces lo hacemos mal."
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Estos tres jóvenes han sido los representantes finales de esta dinámica. Y no queremos decir ganadores, porque esto no era un concurso, sino una propuesta de exploración que ellos siguen manteniendo con interés. Gracias a los observadores por su tiempo y opiniones, pero también a la colaboración de editoriales, profesionales del medio y del equipo de PezLinterna, porque pudimos darles a Adry, Telmo y Eloy una pequeña selección de libros como reconocimiento, con lecturas que seleccionamos según el perfil de cada uno. También bonos para Netflix y Spotify y materiales para el trabajo de escritura o pintura, según el perfil de cada uno de ellos. Dejamos aquí una muestra de los libros seleccionados:
También hemos realizado fanzines en físico, con material reciclado, que muestran las propuestas de todos los participantes, así como las entrevistas de estos tres representantes de forma individual. Los hemos subido en Issuu. Sin embargo, las entrevistas, son las mismas que están publicadas aquí en el blog. En cuanto a las biblioteca, cada una tendrán un ejemplar de las entrevistas como un fanzine, porque nos parece importante que las voces sociales de una comunidad formen parte del archivo, mucho más en un año como el 2020.
Actualizado: 17 sept 2021
Cuando se decretó el estado de alarma hace algunos meses, la incertidumbre pasó a ser un derecho y la intimidad, un privilegio. Iniciamos un viaje de exploración confuso, sin mapas ni rutas, pero con muchas bitácoras recogiendo la información diaria. Las personas, aquellas que disponían de las herramientas para hacerlo, comenzaron a ampliar su mundo en las redes sociales con encuentros virtuales e interacciones del apego. Eso, cuando no estaban absorbidos por el teletrabajo o las clases en línea. Nos contábamos, mostrábamos, inventábamos, "reinventábamos". El espacio personal e íntimo se transformó en una reflexión compartida en tiempo presente. Nuestras voces eran alianzas pero también escándalo, ruido. En mi caso personal, no lograba concentrarme a menos que fuera una tarea mecánica. Pensaba, evidentemente, en varias de las dinámicas que estaba realizando con los jóvenes y que se truncaban. Antes de ceder a la frustración, cambiamos el rumbo de algunas ideas
Una de las propuestas nació específicamente durante los días de cuarentena. Se llama Diari del resguard y lo construimos las "traficantes de libros". Así nos hacemos llamar las integrantes del club de jóvenes lectoras en la Biblioteca de Montornès del Vallès. Para llegar a esto, necesité del apoyo incondicional y siempre dispuesto del grupo de bibliotecarios, con los que pude construir un espacio de comunicación virtual que no teníamos antes.
En este nuevo grupo de Whatsapp no hicimos las sesiones de clubes de lectura. Confieso que no quería ceder esta dinámica al espacio virtual y ellas tenían bastante trabajo con sus clases. Así que nos fuimos poniendo al día con nuestra situación real. Decidimos aparcar nuestras opiniones sobre Persépolis o Eleonor & Park (nuestras próximas lecturas), para hablar de los espacios que nos daban sosiego en medio de la incertidumbre. Absoluta libertad en contarnos, con mensajes escritos y diálogos con stickers. Fue así como iniciamos este peculiar diario del resguardo. A ratos fanzine, a ratos librillo de álbum musical. Es un diario en el que decidimos recoger aquellos contenidos que nos ayudaron a sobrellevar -o disfrutar- de la cuarentena y, a su vez, un recorrido íntimo y personal.
Trabajamos en equipo. Creamos, recomendamos, diseñamos, planeamos y, al final, decidimos que lo llamaríamos Diari del resguard. En catalán, pues ellas son mayoría. Quisimos usar la palabra resguardo porque, aún y cuando la sensación exploratoria era la de vivir en una distopía, nosotros queríamos estar del lado de la resistencia. Queríamos cuidarnos los unos a los otros. Este es un diario al que acudir en caso de emergencias. Quizás, estas voces que nos dieron cordura o distracción, puedan serles útiles también a ustedes en algún momento de caos. El diario no habla del COVID. Este es nuestro propio relato de la duda.
ESTRUCTURA
Dos poemas abren y cierran este diario. Ambos, descubiertos durante los días de resguardo, hablan de dos formas de iniciar o de observar al mundo: antes de la incertidumbre y después. El primero está escrito en catalán y pertenece a Maria Antònia-Salvà. El último está en castellano y es del venezolano Eugenio Montejo. Esto también corresponde a nuestra identidad como grupo, es nuestro idioma secreto, pues en cada sesión nos compartimos palabras en catalán a cambio de palabras o expresiones venezolanas (o en portugués).
Luego, el esqueleto del diario está compuesto por cinco microrrelatos escritos por Abir, Amal, Ari, Nour y Omaya. Pueden leerse de manera individual, como si fueran reflexiones sencillas del encierro; o entenderlas como parte de una historia personal que evoluciona y crece. Esa historia arbitraria habita en las páginas. Cuenta las emociones personales de dos personajes o circunstancias enfrentadas, pero que se van adaptando de forma coherente durante cinco fases: la duda, el caos, el miedo, la esperanza, la liberación. Este inquieto recorrido también se percibe en la forma en que decidimos organizarlo. Es decir, descubrirán que el título del diario, las señalizaciones, un poema y una canción están escritas originalmente en catalán. Pero las indicaciones y los microrrelatos están escritos en castellano. Las canciones, casi al cien por ciento, están en inglés y francés. Fuimos anexando las páginas, pensando en la coherencia discursiva más que en el idioma. Quisimos ser honestos con la forma en que nos contábamos, en la manera que iban fluyendo las ideas.
En el medio de cada relato, también se albergan fotos o ilustraciones compartidas por todo el grupo, en el que nos incluimos Leire, Verónica y yo. Las imágenes pintadas son, en la mayoría de los casos, bocetos del ocio, dibujos improvisados para pasar el tiempo. En cuanto a las fotografías, son más bien un registro de lo que era nuestros días durante el resguardo.
A medida que transcurre el diario, se percibe el uso de una iconografía propia de lo digital: conectar wifi, cargar batería, encender, reiniciar. Esos símbolos son también una voz que cuenta. La evolución de estos iconos en sus páginas propone una reflexión sobre el actual impacto de lo digital en nuestras vidas.
PUNTS DE TROBADA · PUNTOS DE ENCUENTRO
Decidimos hacer una señalización para algunas de las páginas. La idea era ubicarnos en medio del caos. En este caso, los punts de trobada (puntos de encuentro) son ese espacio en el que los sobrevivientes de una catástrofe se reencuentran y protegen. Para estos espacios, reunimos nueve recomendaciones de libros, series, películas, videojuegos, obras de arte. En algunos casos con una breve explicación, en otros solo con una imagen y su referencia. Son los espacios que nos dieron cobijo y que ofrecemos en caso de emergencia para el que lo necesite.
DUBTES EXISTENCIALS · DUDAS EXISTENCIALES
Otra forma de señalizar las páginas es con las dubtes existencials (dudas existenciales). Son diez fragmentos de canciones que nos acompañaron durante el resguardo. Estas canciones corresponden al momento emocional que señala el recorrido. Es decir, podemos tener la sensación de caer, de sentir que somos monstruos, de esperar, de querer huir, de viajar, de ser libres. En esta página no solo encontrarán trozos de las letras en su idioma original, sino imágenes de sus vídeos musicales como apoyo y referencia. Les dejamos también la lista de Spotify donde podrán encontrar la mayoría de las canciones recomendadas por el club de lectura.
CITES D'ALTRES DIARIS · CITAS DE OTROS DIARIOS
Esto es más que todo un gesto de coquetería pop. Reunimos cuatro citas de otros diarios de ficción en series o libros que nos fueron reveladores en momentos de angustia. Son las voces que forman parte de las recomendaciones y nos identificamos con sus ideas.
POR ÚLTIMO
Al final encontrarán recogidos todos los fragmentos de las canciones que hemos usado para este diario. Están traducidas al castellano y al catalán. La intención es ofrecer una guía, en caso de necesitarla, para poder entender la evolución de esta bitácora.
Hemos construido solo un diario en físico que estará en la Biblioteca de Montornès del Vallès en Barcelona. Para este libro de arte y cultura mainstream usamos papel reciclado. La única diferencia que no encontrarán en el formato digital, es que jugamos artesanalmente con el papel cebolla en medio de algunas páginas como si fuera bruma o ventanas que se abren.
DIARI DEL RESGUARD · DIARIO DEL RESGUARDO
Esta crónica no tiene respuestas a nada. Mucho menos el diario. Pero nos hace ilusión poder compartir con ustedes este trabajo de exploración íntima, personal, transferible. Un trabajo colectivo que buscaba contar de manera diferente el tiempo presente. Aún quedan otras dos propuestas distintas por mostrarles, pero esta era importante contarla ahora pues queríamos que simbólicamente se quedara dentro del estado de alarma de España, habitando el límite.
A continuación les dejamos explorar el diario de manera íntegra en issuu:
Actualizado: 3 sept 2021
En la estantería de mis libros, reposa un disco duro externo que se construyó a trozos. No sé explicárselos porque no tengo noción de estos temas, pero sí recuerdo que eran tiempo de escasez en Venezuela y que aquel hombre en Sabana Grande me pedía solo una hora para improvisar este artefacto. Qué ironía, a veces una hora parece ser una vida entera, pero en este caso no podía negarme, era la única alternativa que tenía para almacenar la descabellada idea que se nos había ocurrido en PezLinterna: cuarenta y tres entrevistas en vídeos a autores, ilustradores, editores y especialistas de la literatura infantil y juvenil en Colombia y Venezuela.
La idea nació en un grupo de Whatsapp en el que estábamos Lorena Ayala, Valerie Weilheim, Ramón Barreto, Jaime Yáñez y yo, Freddy Gonçalves Da Silva. Fue una conversación amistosa y relajada que fue terminando con un “Y si…”, luego con un “Me parece necesario” y ya finalmente con un “Vamos a escribirle a…”. No hubo preguntas ni dudas, ni obstáculos. El plan tenía todas las posibilidades para ser un caos, pero insistimos. Teníamos ganas de crear. Y así fue que lo hicimos: aprovechamos un viaje que haría Bogotá-Caracas-Medellín para ejecutar el plan. En Caracas sería sencillo, pues tenía el apoyo de Valerie y Jaime, pero en Bogotá necesitaba a más gente “poniéndole la ficha” a esta loca causa.
A partir de las voces de estas figuras representativas de la literatura infantil y juvenil, buscábamos explorar juntos ideas alrededor de la creación y el mercado en dos países posibles, separados apenas por una frontera. Obviamente dos países con sus propios conflictos e intereses. Sin embargo, veíamos necesario rescatar y mantener el acervo de los personajes que construyen este imaginario literario, muchas veces marginado por la academia y otras entidades de la cultura. Es decir, nuestra intención era provocar una conversación amena, cercana a cualquier público, con preguntas sencillas y a veces obvias que sirvieran de guía para los que trabajan en la promoción lectora o la crítica literaria, pero también para aquellos que tienen una vaga idea sobre el tema.
Estas conversaciones buscaban servir de posibilidades para otros países, que vieran los planes que se ejecutan en algunas zonas, formas de resistencia, maneras de pensarse como identidades. No queríamos que fuera material solo para el público colombiano o venezolano, sino que el material tuviera posibilidades para otros países interesados en la literatura infantil y juvenil. No solo hablan los autores, sino también los ilustradores, editores, promotores de lectura, profesores, especialistas, narradores orales, críticos literarios, bibliotecarios. Es una ebullición de ideas contrapuestas alineadas en un interés común: la infancia y la adolescencia. Queríamos, al fin y al cabo, sostener la línea fundamental de nuestro proyecto, conversaciones que inciten la llama crítica alrededor de lo literario.
LA PRODUCCIÓN, ESE ESPACIO ÍNTIMO
Lo que aquel desconocido construyó en una hora, resistió años. Ese disco duro, antes de acoplarse entre los libros, cruzó mares y carreteras en situación de riesgo. El material contenido dentro de ese pequeño cuadrado negro permanece en sus entrañas. Es decir, perderlo era anular horas de entrega de varias personas en el proyecto. Sin embargo, este recorrido tiene un porqué, una razón válida que queremos compartir.
Cuando trabajas con autogestión, el obstáculo mayor es conseguir los medios. Es decir, personas con equipos dispuestas a dar horas de su vida para grabar vídeos de entrevistas que quizás no les interesen tanto porque, seamos honestos, no todos quisieran pasar horas encerrados dando vueltas sobre un mismo tema a menos que realmente les apasione. La fortuna se tradujo en posibilidad cuando sumamos a cuatro personas entregadas a un mismo propósito: la construcción de una memoria cultural conjunta.
De esa forma, aparecieron Miguel Gallego y Juan Pablo Martínez, dos jóvenes creadores de contenidos, quienes fueron nuestros aliados incondicionales en la ciudad de Bogotá para grabar a dieciocho personas. En Medellín contamos con la bondad absoluta de Juan Felipe Vera, quien llevó su equipo de trabajo para grabar a tres personas. Y en Caracas estuvimos afortunadamente acompañados por Mary Antonieta López, con la que hicimos veintidós entrevistas en tiempos de colapso.
En esos días, en varias zonas de la ciudad de Caracas, las fuerzas de seguridad del Estado reprimían a los manifestantes en las calles. Algunas de las entrevistas tienen sonidos de bombas lacrimógenas, manifestaciones y helicópteros. Irónicamente también se podían sobreponer las guacamayas. Es lo que tiene el trabajo en resistencia. Esta incertidumbre se hace latente en algunas de las entrevistas, por eso se habla de la crisis venezolana de los últimos años, de su impacto en la industria del libro, de las formas de respuesta de sus agentes de cambio. Quizás, en esta actualidad, es también importante ver en ese espejo una posibilidad. Por ese trabajo, en el que su seguridad y la de los entrevistados estuvo en entredicho, somos aún más afortunados e insistentes en salvar estas entrevistas.
Ninguno de estos cuatro jóvenes profesionales cobró absolutamente nada por este enorme trabajo documental, digamos que lo hicieron por amor al arte. No lo recalcamos como algo heroico, ni como el deber ser en un proyecto de promoción lectora; al contrario, nuestro equipo siempre ha resentido el hecho de no haberles podido dar ningún pago. En aquella época no teníamos el financiamiento ni pudimos contar con otros apoyos. Insistimos porque ellos nos ayudaron a resistir. Siempre hemos creído en que se ha trabajado muy poco por abrir más espacios de posibilidad laboral en esta área para los más jóvenes en el campo cultural. Estos jóvenes que no son influencers sino personas talentosas con un oficio o una profesión. Una tarea pendiente, quizás ahora que se piensa tanto en el futuro. En fin, que aunque esta discusión da para más contenido, nosotros por ahora solo queremos darles las gracias infinitas por creer en esta propuesta.
Esta ausencia económica, por lo tanto, retrasó también la producción de los vídeos. En primer lugar, porque hubo vídeos o audios que no lograron grabarse bien en aquel disco duro itinerante, por lo que la calidad de la imagen y el sonido puede ser irregular en algunos pocos vídeos. Entrevistas que, a pesar de esto, llevamos hasta el final pues su contenido nos seguía pareciendo valioso. Por ejemplo, las entrevistas de María Beatriz Medina y María Osorio tienen problemas de audio, las de Maité Dautant y Andreína Melo con la imagen.
La edición también fue un acto de aprendizaje durante estos años y con la que, entre ensayo y error, fuimos dándole una identidad a los vídeos. Fuimos publicando unos pocos durante estos años, lo que el tiempo y los recursos no dejaban hacer. No era solo cortar y pegar, sino escuchar e investigar, pues en los vídeos quisimos agregar tips con imágenes o textos que hacen referencia a la labor del entrevistado para darnos una perspectiva sobre su legado.
En esta situación actual de crisis y ante la cantidad de información y propuestas que se fueron sumando en las redes, nosotros quisimos quitarle riesgo al disco duro, entender este presente de manera constructiva a partir de otros espacios en crisis o de creación. Así que en estos días de cuarentena, de manera ininterrumpida, hicimos la edición de absolutamente todas las entrevistas. Esta situación, como valor positivo, nos dejó la oportunidad de concretar algo que comenzaba a parecer un lastre en el sentido de que mucha de la información contenida podría variar en estos mundos veloces. Algunas de las vidas de estas personas entrevistadas cambiaron radicalmente. Esto, más que un inconveniente, fue un reto potente, de entender qué existe en este contenido que puede ser de utilidad para pensarnos desde el presente. Porque las reflexiones interesantes no tienen tiempo de caducidad y es una de nuestras luchas: entender el presente valorando también la identidad de ese pasado que nos condujo hasta ahora. Darle de nuevo valor a la palabra, a las preguntas, a esas cosas que nos interpelan sobre el mundo de la creación, la edición o de la promoción. Pensarnos como sociedad y entender el impacto o la influencia que nuestros actos pueden generar en los otros. Ver en la cultura una posibilidad de seguir insistiendo y construyendo. Es un poco Volver al futuro pero sin el DeLorean.
LO QUE NOS FALTÓ
De todas las entrevistas, solo perdimos una. No por la falta de profundidad, sino por solicitud de esa persona que no se sentía cómoda desde el espacio desde el que hablaba. Del resto todas, afortunadamente, fueron rescatadas porque por algo son especialistas en estos temas. Resentí la imposibilidad de entrevistar a algunas personas con las que no se pudo concretar el encuentro a falta de tiempo, pero a quienes habíamos contactado: Irene Vasco, Martín Murillo (La Carreta Literaria), Francisco Leal Quevedo, Dipacho y Triunfo Arciniegas.
En el caso de Venezuela, la situación del país imposibilitaba el encuentro con Lourdes Morales, Brenda Bellorín, Cybele Peña, Armando José Sequera, Elvia Silveira, Rosario Anzola. Además de que siempre quisimos hablar desde la diáspora venezolana con otros especialistas en la materia como Mireya Tabuas, Gerald Espinoza, Reyva Franco, Isa Saturno, José Urriola, Fedosy Santaella, Carolina Holmes, Menena Cotin, Jefferson Quintana, Ramón París, entre muchos otros. Pero esa idea sigue en el tintero, porque conversar y comprender al otro es el único puente que entendemos.
Las entrevistas pueden verse dentro del blog, en la barra de menú encontrarán la opción Canal. También podrán encontrarlos en nuestro canal de YouTube PezLinterna o desde el IGTV en nuestro Instagram. Debido al esfuerzo que esto ha implicado, los invitamos a compartir, seguir, darles me gusta a los vídeos, es el único estímulo que recibimos de ello. Esperamos que, como a nosotros, les sea de tanta utilidad.
Si te interesa alguna entrevista en particular, aquí les dejamos todos los nombres de los entrevistados con el link:
Conversaciones Colombia
Conversaciones Venezuela
AGRADECIMIENTOS FINALES
Agradecemos también a los espacios que nos fueron cedidos amablemente por alguno de sus entrevistados para llevar a cabo las grabaciones: la anterior oficina de la editorial Tragaluz, la casa de la editora María Fernanda Paz-Castillo, Espantapájaros, Babel y la librería Rey Naranjo. Esa calidez nos permitió continuar a pesar de la lluvia o los trancones.
En el caso de Venezuela quisiéramos agradecer al Banco del Libro, en especial a Olga González, quien siempre estuvo dispuesta a abrirnos las puertas a pesar de que el mundo a nuestro alrededor colapsaba. De la misma forma, a Andreína Melo y Marina Bockmeulen, por ofrecernos la librería Sopa de Letras como segunda alternativa.
Compartimos un registro fotográfico del detrás de cámara: