Las flores inciertas
- Freddy Gonçalves Da Silva
- hace 4 días
- 2 Min. de lectura

Me gustan los libros que provocan extrañeza y sensación de incertidumbre. Desafiar las formas leer, observar e interactuar con el objeto. Por ejemplo, este que comparto hoy: "Las flores inciertas", que puede ser un libro arte o un ejercicio de no ficción. Me gusta cómo lo llaman sus creadores: es un libro-flor.
Palabras como biota, angiosperma o simbiosis son algunos de los conceptos científicos que se recogen en este libro arte. Una particular edición cuya intención es explorar, de forma simbólica, la persistencia de las plantas con flores en la Tierra. Hace 135 millones de años, las flores evolucionan, se diversifican, ofrecen un mundo cromático inmenso, indescifrable.
Para sumerguirse en esa idea, este libro reúne fotografías y grabados, junto a teorías biológicas y físicas, que invitan al lector a pensar constantemente en la capacidad adaptativa de la belleza. Apelando al principio de la incertidumbre, cuestiona a la persona que lee como captador de determinado conocimiento y, por lo tanto, en la forma en cómo observa y cuenta la realidad. ¿Y cuál es la intención? Ofrecer permisos a las personas que leen de forma convencional, para deconstruir el libro y armarlo nuevamente como lo desee. A adaptarlo a otras posibilidades.
Su particular encuadernación permite esa doble lectura. Un libro arte que abraza determinado conocimiento y cuya estructura es la preestablecida: textos, citas científicas, rigurosas referencias acerca de las imágenes. O puedes desordenar las hojas, como abeja que genera una polinización cruzada, yendo de flor en flor. Juega con las certezas que tenemos acerca de la lectura y del mundo de la observación.
No en vano dicha encuadernación tienen un nudo preciso, hecho a mano, que representa al polen.
"Las flores inciertas" es una propuesta limitada, editada, diseñada y producida por Mantícora Navegante en Bogotá, 2024. Imprimieron 150 ejemplares, cada uno tiene un grabado en linóleo en tinta azul ultramarino.
La fotografía, secuencia, texto, grabado y color son de Denegurica (Laura Denegurica y Santiago Murillo Camargo) y las ilustraciones de Juan Carlos Calderón Villanueva y Laura Degurica.
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