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Actualizado: 15 ago 2024



Los lectores de este blog conocen Ojos de perra azul, el podcast de Radio Mandarache que dirijo junto a Alberto Soler y que tiene esa increíble edición y dirección de arte de Fito Conesa. Sin embargo, detrás de nosotros, existen un grupo de veinte jóvenes protagonistas que componen cada episodio. Sin sus voces, seríamos incapaces de darle forma a cada idea, reflexión, propuesta creativa. De allí nace esta iniciativa de conversaciones perrunas, un espacio en el blog en donde iremos publicando breves entrevistas a cada una de sus participantes. Este podcast es una experiencia colectiva, la intención no es sólo ponerles un rostro, sino de ofrecer un contexto y ampliar su sentido de pertenencia en este proyecto.


conversación perruna 13: Amelia Egea Galán, 16 años

¿Quién es Amelia?

¿Cómo es tu relación con el Proyecto Mandarache?, ¿cómo nació ese vínculo?


Nació en 1ero de la ESO. Pues lo típico de los institutos en Cartagena de hablarnos del proyecto, llevarnos los libros, leerlos. Para mí no empezó con buen pie, porque yo antes odiaba leer... Pero luego estaba mi hermano (Alejandro Egea), que siempre me contaba de cuando estuvo en Libreta, de cómo era el mundo Mandarache y, poco a poco, me fue gustando más. Entonces empecé a escribir, y eso me hizo reconciliarme con la lectura. Después le cogí el gusto a lo que eran los premios Mandarache, se vino Orillas Mandarache que me abrió un mundo, literalmente. Conocí a tanta gente de otros países, con los que sigo hablando; pero además de todo lo que se habló sobre ese proyecto que me pareció súper importante. Es más, estoy haciendo un trabajo de Orillas para el instituto. O sea, que me ha marcado mucho y al final llegó Libreta Mandarache, que ha sido la guinda del pastel.


Es que claro, tú has ido abrazando por todas las posibilidades del Proyecto Mandarache.


Sí, sí, en cualquier oportunidad que me ha ofrecido Mandarache yo he estado, y bueno, es que el podcast también...


A eso quería llegar, ¿cómo empiezas a relacionarte con Ojos de perra azul?

Por mi hermano. Porque él me dijo que se iba a hacer para adolescentes más jóvenes, una especie de Ojitos de perra azul. Él me dijo: "ve, métete" y mi primera reacción fue decirle que no, porque soy una persona que no tiene tiempo en su vida, entre el deporte, y los estudios. Él me decía "no es nada, son videollamadas, con conversaciones de temas interesantes, luego tienes que enviar un audio... ya verás cómo te enganchas más a la lectura". Y al final me metí, sin saber muy bien si me iba a gustar o no, y pues, obviamente sí. Mi hermano tenía razón y ha sido una de las puertas que me ha abierto a la lectura, porque yo antes no leía.


De hecho, tú estuviste en esa reunión con los nuevos integrantes del podcast...


Y me sentí muy pequeña. O sea, me gustó mucho porque me pareció increíble como comenzamos hablando de una cosa, pasamos por treinta, y terminamos hablando de un tema súper distinto. Eso a mí me encanta. Pero veía a la gente y pensaba: "esta gente mira cómo habla, tienen demasiada confianza, no tienen ningún tipo de muro ni de nada, saben lo que piensan y ya está". Y yo al principio me quedaba calladica, escuchando. Si veo que puedo aportar algo, pues aporto, si no, me limito a escuchar. Y al final me di cuenta que hablaban, aportaban, se escuchaban y que todo sumaba. Todos se retroalimentaban. No había nada que no aportase. Entonces fui hablando. Vi que lo que yo decía tenía el mismo recibimiento que todo lo de los demás. Y me gustó mucho más que fuera en presencial que en videollamada.


Esa es una gran revelación.


Es verdad y lo sabes.


Fíjate que esa es una de las curiosidades del podcast, que lo hacemos a distancia. Si tuvieras que explicarle a un grupo de personas qué es Ojos de perra azul, ¿qué les dirías?


Es un podcast en el que principalmente se intenta hablar de literatura con gente que tiene distintos puntos de vista, interesantes entre todos. Y un lugar seguro para poder decir cosas sin miedo a equivocarte.


Qué bonito que lo sientas un lugar seguro, ¿crees que por eso es importante hacerlo?


Las cosas que hablamos son muy importantes. A veces llegamos a conclusiones que deberían escucharse en todo el mundo. He aprendido más aquí de literatura que en las clases, ¿sabes? Entiendo conceptos que antes no sabía. Por ejemplo, el episodio de la poesía, me abrió muchísimo la mente. De dudar. Decir: "¡ostras!, es que a lo mejor estoy equivocada".


¿Qué aporta Amelia a Ojos de perra azul?


No sé. Mi opinión, que como soy muy indecisa, puedo decir algo en el momento y luego cambiar a ocho opiniones distintas.


Mentira, Amelia, a mí no me vas a engañar...


Te juro que no lo sé. Pues yo espero que algo bueno, ¿no? Es verdad que cuando envío los audios, todo me inspira. Bueno, todo no, pero las videollamadas me inspiran muchísimo. Entonces, cuando me toca hacer un audio, tengo que escribir. No sólo darte mi opinión, sino escribir sobre eso. Sea más literario o no, me gusta trabajármelo. Y quizás aporto en ese sentido unos audios más originales y una visión más poética, porque suelo irme hacia lo literario y lo abstracto, tanto de las preguntas como de lo que se habla.


Foto: Pablo Madrid · Concejalía de Juventud Cartagena · Grabación del final de la temporada 4 · 26 de abril, 2024

Junto a Halima y Álvaro, fueron parte de la representación joven por España en el primer Congreso de Orillas. Tú misma has nombrado lo importante que fue ese encuentro. ¿Cómo recuerdas ese momento?


Yo no sabía a lo que iba. Vino una profesora del instituto que me dijo, van a hacer un Congreso de Mandarache, de profesores y alumnos del instituto, ¿te quieres venir? Y dije que sí, porque ahora le digo que sí a todo, ¿tengo tiempo? No, pero digo que sí. Allí estaremos trabajando sobre Mandarache. Viene gente de Chile, de Colombia. Pues vale, a socializar.


Un poco como con todo, fuiste improvisando y al final te transformó.


Pues sí. Orillas fue una experiencia única, inigualable e irrepetible. Ojalá que repetible. Y super enriquecedora, en todos los sentidos. Aprendimos muchísimo no sólo sobre el proyecto Mandarache en las distintas Cartagenas, sino se aprendió un montón sobre otras dos Cartagenas que parecen tan lejanas pero realmente son más cercanas de lo que parecen. Es un enriquecimiento cultural, de intercambiar palabras, leer sus textos, de lugares, la música, fue todo tan súper espontáneo.


Y después de todo ese proceso, participas en el primer Poetry Slam Cartagena, y quedas como la ganadora del tercer encuentro (spoiler: ganó la temporada entera), ¿cómo saltas de un "no me gusta leer" a un "ahora escribo y recito poesía en público"?


Lo primero es que yo nunca me consideré poeta. Hasta que llegó el Poetry Slam y que dije, si quiero participar en esto, quizás debo escribir poesía, ¿no? Eso me ha hecho dar cuenta que la poesía no tiene que ser exactamente lo formal... Y participé, otra vez por culpa de mi hermano.


O sea que Alejandro es el culpable de todas tus decisiones...


Mi hermano es como un Pepito Grillo, que me va diciendo lo que tengo que hacer. Él me deja caer cosas, y yo como no me niego a nada, pues eso. Honestamente me apunté porque mi hermano estaba preocupado de que no fuera nadie. Se equivocó, y a mí me encantó. Nunca había recitado delante de gente. Puedo decir lo que yo siento, lo que me sale de adentro, en mi casa en mi habitación, y me siento bien con ello. Además que me da un impulso para escribir poesía, que dentro de la literatura, me parece lo más difícil. Entonces, me apunté al primero, se me hizo adictivo. No, se me fue convirtiendo un enganche. Es que el ambiente que se forma allí es increíble, de la gente que va, es un poco familia.


Entonces sí sabes perfectamente lo que aportas. ¿Qué te imaginas tú para el futuro?


Yo voy a ser médico. Lo tengo muy claro. Y no quiero dejar de escribir. Seguir recitando en sitios, publicar algún librico, y seguir colaborando con el mundo de la literatura como se pueda.


Vale, si tuvieras el poder de controlar la foto -una selfie, por ejemplo-, que sería la imagen con la que todo el mundo te reconozca al buscar tu nombre en internet, ¿cómo sería?


Sería así: 👍 Siempre que hay alguna foto con mis amigos, siempre levanto el dedo pulgar, que es todo está bien, me la estoy pasando bien, porque en la vida hay que pasársela bien. Y con sonrisa, por supuesto.


Les comparto un texto poético original de Amelia. Descúbrela, léela y apóyala:


Y le preguntaron a Bakunin:

-Para ti, ¿qué es el amor?


Y Bakunin respondió:

-El amor es algo libre, algo difuso e idealista. Un conjunto de emociones, que unidas, expresan un te quiero compartido, un te quiero igualitario entre individuos que se entienden, se respetan y se valoran. Creando así, un ambiente sin mandos, y donde los cargos son repartidos entre los enamorados. Es una pócima que te hace ver todo de colores, con alegría y optimismo, pero que en cuanto es cupido quién te ordena beberla, se vuelve veneno. Se vuelve oprimido, angustioso, de poco gusto. ¿Y para qué sentir un “amor” sin gusto? ¿Para qué esclavizarnos bajo el poder de las flechas que caen del cielo? El amor no tiene normas, ni pautas que lo resuman en pocas palabras. El amor, sin más, es anarquista.


Amelia Egea Galán



 

GLOSARIO:


Proyecto Mandarache es un programa de educación lectora, fomento de la lectura y promoción de la cultura escrita dirigido a la totalidad de la población del municipio de Cartagena con especial incidencia en el público juvenil y adolescente. Creado por la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Cartagena en el curso escolar 2004-2005 y dirigido por un Grupo Promotor, una asamblea ciudadana de personas voluntarias comprometidas con los objetivos del proyecto. En el marco de este proyecto se celebran dos importantes reconocimientos, Premio Hache de Literatura Juvenil y el Premio Mandarache de Jóvenes Lectores, dirigido a dos etapas distintas de la juventud, en el que participa el mayor jurado joven, y donde se celebran distintas actividades que incluye encuentros con autores.


Libreta Mandarache es un taller de creación literaria y escritura dirigido a jóvenes.

Durante cada curso escolar las personas jóvenes seleccionadas reciben clases de escritura y de literatura, así como otras nociones sobre el mundo profesional del libro y la investigación. El grupo seleccionado está compuesto cada año por jóvenes de entre 15 y 18 años que hayan participado anteriormente en los Premios Mandarache y Hache. Libreta es una acción formativa del Proyecto Mandarache de Educación Lectora junto a la Biblioteca del Museo Nacional de Arqueología Subacuática. ARQVA.


I Congreso internacional 'Cartagenas lectoras'  nace a raíz del programa "Orillas Mandarache". Es una iniciativa internacional de intercambio de experiencias educativas en torno a la lectura y la literatura contemporánea en español. La intención de esta iniciativa es estudiar su crecimiento futuro para transformar Mandarache en un modelo iberoamericano de fomento de la lectura. Esta primera edición se celebró en 2023, en Cartagena, España, y reunió también a profesorado y jóvenes de Colombia, Chile.


Radio Mandarache es una red de podcast en el marco de los Premios Mandarache y Hache impulsados por la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Cartagena, con el principal apoyo de la Dirección General del Libro y Fomento de la Lectura del Ministerio de Cultura y Deporte.


Ojos de perra azul es un podcast de Radio Mandarache para reflexionar sobre leer. Situamos a quienes leen en el centro del hecho literario para investigar distintos aspectos de la lectura y la cultura del libro. Un lugar de ensoñación y encuentro. Sinestesia, abstracción e intensidad adolescente sin pudor.      


Poetry Slam Cartagena un juego poético en el que diez poetas por velada compiten por ganar el favor del público y salir como vencedores de la noche. Cada participante dispone de sólo tres minutos para interpretar su poema, en caso de superar el tiempo límite se le comenzará a restar parte de su puntuación.  La temática y el idioma son libres, la única condición es que los poemas han de ser originales, de creación propia. Toda la información sobre cómo funcionan las veladas está disponible en las bases del evento. 


 
 

Actualizado: 15 ago 2024


Los lectores de este blog conocen Ojos de perra azul, el podcast de Radio Mandarache que dirijo junto a Alberto Soler y que tiene esa increíble edición y dirección de arte de Fito Conesa. Sin embargo, detrás de nosotros, existen un grupo de veinte jóvenes protagonistas que componen cada episodio. Sin sus voces, seríamos incapaces de darle forma a cada idea, reflexión, propuesta creativa. De allí nace esta iniciativa de conversaciones perrunas, un espacio en el blog en donde iremos publicando breves entrevistas a cada una de sus participantes. Este podcast es una experiencia colectiva, la intención no es sólo ponerles un rostro, sino de ofrecer un contexto y ampliar su sentido de pertenencia en este proyecto.


conversación perruna 14: Edgar Rodríguez Cogollo, 25 años

¿Quién es Edgar?

¿Cómo te enteras tú de Mandarache? O vamos por partes, porque en el caso de Colombia, ustedes tienen primero la relación con Leer el Caribe...


Exacto. Nosotros tenemos este programa acá, de fomento a la lectura, que es Leer el Caribe y en algún momento, en 2017 0 2018, empiezan a hablarnos de esta idea de un nuevo proyecto (Mandarache), que se anexa a lo que veníamos trabajando. Es un proyecto que viene de un lugar muy lejano pero que al mismo tiempo tiene resonancia con uno, por todo este tema de las Cartagenas. Y bueno, pensamos: "¿qué va a pasar aquí?". Empezamos a navegar bajo una lógica que es bastante distinta a la de Leer el Caribe. Nosotros buscamos leer escritores locales para darle una importancia en nuestro entorno, pero Mandarache nos permitía eso y, además, tener una nueva conexión con el mundo, con un lugar diferente. Específicamente España. Así empezó, leímos los libros, nos parecían bastante interesante las lecturas y las dinámicas, que eran completamente distintas a Leer el Caribe. En esa medida nos fuimos integrando más al proceso. Fue fascinante al principio esa lógica de que nosotros podíamos votar por un escritor y la obra que nos gustara; y también la idea de construir una comunidad más grande. Se me viene a la cabeza la idea de lo que es la nación. Creo que la propone primero Benedic Anderson y que luego la acuña Ángel Rama para hablar de una comunidad imaginada. Eso se vuelve Mandarache para nosotros, una especie de comunidad imaginada, ya no en términos de una república sino de una república de lectores. Somos un jurado inmenso, que no nos conocemos directamente, pero que nos encontramos en torno a las palabras y los libros. Estamos todos allí. Algo nos resuena a la mayoría que, a fin de cuenta, terminamos votando por ciertas lecturas porque nos identifican, o nos conflictúa. No sé, es como muy bonita la idea de una conexión más allá de nuestro entorno cercano, porque a fin de cuenta eso es lo que hacen los libros. Termina uno conociendo las palabras de los escritores, antes de conocerlo a ellos mismos. Creo que ahora con el programa somos mas conscientes de que no estamos leyendo solos, y allí radica lo fascinante del proyecto.


¿Y tu proceso con el Leer el Caribe?, ¿cómo lo viviste?


Empecé como a los 14. Nos enteramos por la profesora de Lengua Castellana. Leíamos al escritor o escritora del año. La primera vez que participé era una escritora isleña, sanandresana, se llama Hazel Robinson Abrahams. Promovimos actividades alrededor de ella y al final terminamos encontrándonos. Al principio uno está como un poco perdido, no dimensiona, hasta que vives el proceso. Te enteras de que otras personas de otros colegios de la ciudad también hicieron las lecturas que tú mismo hizo, que encontraron sus propias formas de interpretarla, de hacerla viva y de hacerse preguntas alrededor de la lectura.


¿Y cómo haces la fusión de pasar de ser estudiante a formar parte del proyecto?


El proyecto te da espacios que uno va encontrando libremente. En mi caso, fue a partir de las artes escénicas, algo que siempre hice por voluntad propia o por accidente. Las profesoras que en ese momento estaban guiando nuestro proceso, siempre estuvieron muy activas en el programa. Eso fue fundamental, que los profesores estuvieron tan interesados de que uno no se desvinculara del proceso. Eso me motivaba a medida que iba creciendo. Además, empezó a resonar nuestro trabajo, pero cuando termino el colegio, creí "aquí acabó todo". Pues no, las profes me siguen llamando para que me vincule y así fui encontrando un lugar. Y seguimos aquí, entendiendo la relevancia de esto pero desde otra perspectiva. Ahora intentado de reproducir eso que en algún momento pasó conmigo, el que hubiese un mediador que estaba constantemente diciéndome: "esto importa, vamos a descubrir por qué importa, y aquí hay un lugar para ustedes". Para mí es importante que los chicos y las chicas que participan en esto se sientan parte del proyecto y sepan que es de ellos.


Años después, en 2023, te invitan a participar en el Congreso internacional 'Cartagenas lectoras'. Efectivamente con una mirada más completa del proyecto, siendo capaz de poder llevar esta conversación desde otro lugar. Sin embargo, Edgar no dejaba de ser una persona joven aunque venía como un profesional de la mediación: ¿cómo viviste esa experiencia?


Primero, quiero pensar que nunca dejé de ser un joven en el Congreso. Segundo, fue fascinante. Por varias razones. Nunca había viajado tan lejos, por tanto tiempo. Fueron como unas quince horas de viaje, una experiencia muy extrema, como un viaje en el tiempo que me descolocaba. Y luego con el Congreso, no sé cuál aspecto abordar. Es decir, pude conocer a la gente que siempre estuvo allí, ¿sabes?, volviendo a la idea de la república imaginada de lectores, encontré una concreción en esa idea. Ahora estás personas son reales, tienen cara, una vida, unas historias, con muchas cosas en común y otras tantas diferencias. Había mucho que aprender. Entre nosotros se dio una idea de hospitalidad y de hermanamiento, con personas de lugares muy distintos. A mí casi que me explotó la cabeza ver cómo estaban haciendo Mandarache desde otros lugares, e incluso confrontar lo que ellos creían de nosotros. Pudimos imaginar entre todas y todos un mejor Mandarache, incluso nuevas formas de cómo abordar Leer el Caribe. Fue regresar con nuevas ideas y muchas expectativas, sobre las acciones que estábamos haciendo y las que podíamos hacer.


En consecuencia, te he arrastrado a este "no lugar" del podcast, ¿por qué decidiste seguirme la corriente y aceptar formar parte en Ojos de perra azul?


Tú lo has dicho, me trajeron a la fuerza. Al principio, yo te manifesté que no me sentía cómodo participando en un podcast, porque quizás sí tengo mucho para decir, pero mi voz no me ayuda; es un asunto que estoy trabajando. Escuchar mi voz, me da cringe, como quien dice. Pero a la vez me parece muy atrayente que Mandarache se esté pensando un espacio más amplio, más allá de las fronteras, que entiendo que ha sido su visión desde que pensaron en "Orillas Mandarache". Menos mal que van más allá de la lectura y las votaciones, se estén pensando más espacios donde se nos incluyan a todas y todos. Vamos haciendo más fuerte esa idea de comunidad y el podcast creo que está propiciando eso; y creo que incluso se puede seguir ampliando. Ojalá dejen de escucharme a mí y empiecen a escuchar otras voces de las chicas y los chicos que están aquí, allá y en todos lados.


Si tuvieras que explicarle al mundo qué es Ojos de perra azul, ¿cómo lo harías?


Una transgresión de un cuento casi que canónico de Gabriel García Márquez, y eso es muy interesante. Además que ese cuento me gusta muchísimo. Yo escuché hace mucho el nombre de Ojos de perra azul y pensé "¿qué es esto?, ¿qué están haciendo?". Ojos de perra azul es un espacio para que las voces tengan un lugar, y un lugar extraño, que uno a fin de cuenta no termina de saber qué es. Porque aún no hemos estado dentro de la reuniones virtuales. Y de igual manera siento que siempre hay como un espacio para la inventiva, que se me hace muy interesante. O sea, que pienso sobre un tema y puedo hablar; que tenga la licencia de decir cualquier cosa que se me ocurra y quizás eso, en otros espacios, no tenga mucha cabida. Aquí puede ser interesante decirlo y escuchar a los otros. Es como un puerto para muchas voces que se encuentran, algunas veces se chocan, y crea una mezcla extraña.


Y eso que Colombia y Chile están viviendo aún la experiencia a medias, como el piloto de un proyecto en expansión. A pesar de eso, ¿qué ha aportado Edgar estos meses al podcast?


Soy un lugar de enunciación. Quiero pensar que mi voz es valiosa. A veces uno se tiene que decir eso, porque no se lo cree mucho. Creo que Ojos de perra azul hace eso, impulsa la idea de que tengo algo que decir y tengo un lugar para decirlo. Con todo y que vivimos en un mundo híper conectado, uno se pone trabas para decir lo que uno cree, con convicción y creo que eso aporto hasta el momento. Además de que tú me propones ser lo más genuino, tratar de ser honesto, y yo no soy totalmente honesto en otros lugares, casi que porque me lo exigen; entonces mi experiencia aquí ha sido: "voy a salirme del formalismo al que tanto lo habitúan a uno y tratar de expresar lo que más me salga". Creo que vamos en el intento. Siento que cada vez que me pides un audio, crezco y aprendo un poco.


Foto: de Pablo Madrid · I Congreso Internacional 'Cartagenas lectoras" · Auditorio Batel · 10 de mayo del 2023

Pensando en el espacio de enunciación y representas a un joven adulto, que ha transitado por distintas fases, ¿cómo se siente ser un joven actualmente en América latina?


Complicado, ¿no?. Aquí me voy a pensar más en grande, abarcar todas las esferas de la vida. Tenemos la sensación de que uno no tiene nada, incluso la posibilidad de un futuro. No sé, uno ve su futuro cada vez más más en peligro. Y no sólo lo digo desde mi lugar más íntimo, es una conversación que he tenido muy a menudo con otros jóvenes que se manifiesta incluso en nuestros propios problemas. Los problemas de nuestros cuerpos, con la mente. Estamos como en una tabla en medio del mar, tipo Titanic, y vamos a caer de lado. Pese a todo, muchos estamos tratando de hacernos un lugar, buscando en los recovecos donde cabemos. Es más difícil cuando hay tantos discursos que dicen tenernos en cuenta y a la larga no termina siendo tan así. Esa idea de escucharnos a los jóvenes termina siendo muy a medias. Entonces es súper complicado, porque uno hace el mayor esfuerzo posible, pero te acostumbras a que no te oigan ni hagan nada. No sé si es exceso de resiliencia, que como todo en exceso también termina siendo malo, pero es que a uno le toca vivir. Sin que eso signifique pasar por encima de los otros. Uno sigue creyendo, a pesar de que por todos lados están anunciando el apocalipsis, que podemos habitar un futuro un poco más amable.


De hecho, tú tienes propuestas de lugares donde poder habitar ese futuro. Háblame de los clubes de lectura y las artes escénicas en tu proyecto cultural: Serendipia.


Serendipia es una idea a la que le pusimos nombre hace unas semanas apenas. Es, de hecho, la concreción de todo el proceso que vinimos llevando hace muchísimos años en Leer el Caribe. Nace de allí, de la idea de imaginarnos la lectura como un ejercicio más integral, democrático, y abierto a otras manifestaciones y otros diálogos. Decidimos hacer formal la idea de la mano de la profe Berenys (Berenys Barrios), que uno es secuaz de la otra. En parte, porque queríamos organizarnos también un poco. Hasta ahora hicimos todo un poco libremente, eso ha implicado que no tengamos la oportunidad de acceder a cosas tan puntuales como recursos que podría brindarnos el estado, y que debería brindarnos porque es un derecho. Entonces, quisimos dejar de lado esos procesos burocráticos que siempre encontramos en el camino y que nos dan inestabilidad. Pensamos el proyecto como una cosa más nuestra, entender nuestros procesos y expandir el espacio que nos detona la lectura. No sólo desde las artes escénicas, sino desde las artes en general, pensando en la música, la escritura, la oralidad. Es algo que apenas está comenzando. Hacemos muchas cosas y las hacemos bien. Encontramos esa plataforma, ese nombre. Están involucradas otras personas jóvenes. Es un espacio abierto a todo el que quiera llegar y en el que podemos hacer muchas cosas, aceptar propuestas. Nos salimos un poco del formalismo de las fechas, eventos, enfocados en seguir trabajando para integrar a más personas y opciones.


¿Hay alguna actividad en concreta en acción o solo en espacios de experimentación? Recientemente un profesor de la universidad, me invitó a participar en un movimiento cultural alrededor de la obra de Gabriel García Márquez por los diez años de su muerte y porque surgió este libro póstumo. Propusimos un ciclo de lecturas sobre su obra, que detonó en un ejercicio puntual: la presentación de una obra de teatro que es resultado de todo ese proceso. Leímos diferentes cuentos, fragmentos de Cien años de soledad. Nos solemos reunir los sábados para hablar alrededor de eso. Ahora queremos comenzar a trabajar alrededor de los libros Mandarache de este año, porque tenemos muchas ideas de cosas que queremos hacer, a pesar de las fechas en contra. Lo mismo pasó el año pasado con Desencajada, que aprovechamos la visita de Margaryta Yakovenko. Más allá de asistir a unas agendas, queremos mantener la lógica del Premio Mandarache y Leer el Caribe, lo importante está en lo que queda del proceso y cómo se puede seguir multiplicándose.


¿Qué aspira Edgar a corto y largo plazo?


Actualmente estoy graduado en Lingüística y Literatura y trabajo principalmente con biblioteca y me gusta lo que hago. Aunque a veces tengo como muchos sueños. Me voy dejando llevar a ver qué tan viables son, y por eso me parece un poco extraña la pregunta. Podría decir que aspiro a seguir manteniendo la estabilidad. Seguir aprendiendo. Ojalá poder seguir estudiando. En relación a los proyectos quiero seguir creciendo, seguir encontrando oportunidades. No queremos quedarnos quietos. Encontrar puertas para ir abriéndolas, pero que sea sostenible. A menudo nos toca muy pesado, uno está constantemente chocándose, porque necesitaríamos un mínimo de garantías que no hemos tenido por muchísimo tiempo.


Vale, pero tú eres joven, aún puedes decidir caminos aparentemente menos complicados. ¿Por qué insistir en trabajar alrededor de la mediación cultural?


Porque importa, lo que hago significa algo para muchas personas. Importa como una urgencia. Las personas, en serio, necesitan gente que haga esto. Yo también lo necesito. En esa medida también me hace feliz hacerlo. Encuentro una especie de sentido. A estas alturas tengo una visión muy trascendente de las cosas, muy idealista todavía, y trato de dejarme llevar. Pese a las dificultades sigue funcionando. Veo lucecitas que dan esperanza.


Vale, si tuvieras el poder de controlar una foto que sería la imagen con la que todo el mundo te reconozca al buscar tu nombre en internet, ¿cómo sería?. Y sé que esta pregunta es difícil para ti, porque no te gustan las fotos.


Pues una muy natural, ¿no? donde esté siendo yo. Ese tipo de foto que le toman a uno sin que se de cuenta, y donde esté sonriendo si posible. De paso que la foto remita a un momento en el que haya estado genuinamente feliz. Dicen que los mejores momentos terminan guardándose así, como en fotos, y si esa foto existiera quisiera que fuera así.



Les comparto unos reels de la cuenta en Instagram de Serendipia Libros y Teatro, iniciativa cultural que dirige Edgar. Descúbrela, obsérvala y apóyala:




 

GLOSARIO:


Proyecto Mandarache es un programa de educación lectora, fomento de la lectura y promoción de la cultura escrita dirigido a la totalidad de la población del municipio de Cartagena con especial incidencia en el público juvenil y adolescente. Creado por la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Cartagena en el curso escolar 2004-2005 y dirigido por un Grupo Promotor, una asamblea ciudadana de personas voluntarias comprometidas con los objetivos del proyecto. En el marco de este proyecto se celebran dos importantes reconocimientos, Premio Hache de Literatura Juvenil y el Premio Mandarache de Jóvenes Lectores, dirigido a dos etapas distintas de la juventud, en el que participa el mayor jurado joven, y donde se celebran distintas actividades que incluye encuentros con autores.


Leer el Caribe busca incentivar en niños y jóvenes de instituciones educativas el interés por conocer y explorar las obras de escritores de la región del Caribe colombiano. Dentro de sus actividades se incluyen capacitaciones a docentes de lengua castellana con expertos en la obra literaria del artista invitado, jornadas de lectura y abordaje de las obras y encuentros entre estudiantes y el escritor en diferentes espacios como colegios, bibliotecas y librerías. Es una iniciativa conjunta de los Centros Culturales del Banco de la República en Cartagena, San Andrés, Riohacha, Montería, Sincelejo, Barranquilla, Santa Marta y Valledupar.


I Congreso internacional 'Cartagenas lectoras' nace a raíz del programa "Orillas Mandarache". Es una iniciativa internacional de intercambio de experiencias educativas en torno a la lectura y la literatura contemporánea en español. La intención de esta iniciativa es estudiar su crecimiento futuro para transformar Mandarache en un modelo iberoamericano de fomento de la lectura. Esta primera edición se celebró en 2023, en Cartagena, España, y reunió también a profesorado y jóvenes de Colombia, Chile.


Radio Mandarache es una red de podcast en el marco de los Premios Mandarache y Hache impulsados por la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Cartagena, con el principal apoyo de la Dirección General del Libro y Fomento de la Lectura del Ministerio de Cultura y Deporte.


Ojos de perra azul es un podcast de Radio Mandarache para reflexionar sobre leer. Situamos a quienes leen en el centro del hecho literario para investigar distintos aspectos de la lectura y la cultura del libro. Un lugar de ensoñación y encuentro. Sinestesia, abstracción e intensidad adolescente sin pudor.      

 
 

Actualizado: 15 ago 2024

Los lectores de este blog conocen Ojos de perra azul, el podcast de Radio Mandarache que dirijo junto a Alberto Soler y que tiene esa increíble edición y dirección de arte de Fito Conesa. Sin embargo, detrás de nosotros, existen un grupo de veinte jóvenes protagonistas que componen cada episodio. Sin sus voces, seríamos incapaces de darle forma a cada idea, reflexión, propuesta creativa. De allí nace esta iniciativa de conversaciones perrunas, un espacio en el blog en donde iremos publicando breves entrevistas a cada una de sus participantes. Este podcast es una experiencia colectiva, la intención no es sólo ponerles un rostro, sino de ofrecer un contexto y ampliar su sentido de pertenencia en este proyecto.

conversación perruna 15: Marina Gallego García, 15 años

¿Quién es Marina?

¿Cómo comienzas con el Proyecto Mandarache?, ¿cómo te acercas a esta propuesta?


Pues por probar cosas. Mi abuela suele leer los libros del Hache y del Mandarache todos los años. También el año pasado en el instituto, fue la primera vez que leí los libros del Premio Hache. Además, que Alberto (Soler) es amigo de mis padres.


¿Y tu abuela por qué los lee?


Porque es lectora y participa como en un club que hacen en el barrio.


Vale, tenías mucha información del proyecto, pero ¿cómo llegas a participar en el podcast?


Pues mira, mis padres se pusieron a hablar un día con Alberto. Le dijeron que me gustaba leer, escribir, dibujar y Alberto les contó del podcast que estaban haciendo. Luego fui a la primera reunión y me quedé, prácticamente por hacer algo. Así puedo hablar y es más fácil escuchar las opiniones de las otras personas, que me gusta mucho.


Si tuvieras que explicarle a otra persona qué es Ojos de perra azul, ¿qué les dirías?


No sé. A ver, yo creo que es un podcast de compartir opiniones. Porque al final es eso.


¿Y por eso es importante insistir?


Es que a mí me parece muy divertido saber las opiniones de los demás. Sé que a mucha gente no le gusta eso, pero si yo te digo lo que pienso, quiero saber lo que piensan los otros. No importa que las opiniones sean buenas o malas, aunque no creo que existan malas opiniones. No sé, es divertido.


¿E intenso?


Cuando más intenso mejor, ¿no?


¿Qué aporta Marina a Ojos de perra azul?


Me gusta coger las ideas de los demás y darles un poco la vuelta para conseguir lo que yo quiero, ¿vale?


Un poco como una abogada...


Eso.


¿Qué cosas creen que podría mejorar de la dinámica del podcast?


¿Sabes qué me gusta? Las preguntas. Me encantan siempre las preguntas, son increíbles.

Me gustaría que fuera más presencial. Lo que pasa que es muy difícil


Foto Pablo Madrid · Concejalía de Juventud Cartagena · Grabación del final de la temporada 4 · 26 de abril, 2024

¿A qué aspira Marina?


Pues a corto plazo me encantaría graduarme este año. A ver si es posible. A largo plazo, pues empezamos con muchas opciones. Ahora mismo me encantaría ser directora de cine, porque me encanta el cine. Creo que especialmente aquí en España será un tanto difícil, así que me quedo con profesora de inglés de primaria. Luego ya veremos.


¿Por qué consideras que el cine en España es difícil?


Porque las Bellas Artes sean del tipo que sean, no van muy lejos.


En los últimos años, muchas directoras tienen una importante presencia en la industria del cine, alguna de ellas bastante jóvenes: Estibaliz Urresola, Carla Simon, Elena Martín, Carlota Pereda... Lo digo por poner el refuerzo positivo, quizás toca tantear el terreno. ¿Por qué para ti es mucho más seguro ser profesora de inglés en primaria?


Estuve cinco años en Estados Unidos. Entonces, lo del inglés es bastante fácil para mí. No quiero que los niños tengan a un profesor horrible como los muchos que tuve. A mí me importan los niños, y prefiero hacerlo yo que alguien que se sienta obligado a hacerlo.


¿A qué edad estuviste en Estados Unidos?


Salí de aquí en tercero de primaria y volví para tercero de la ESO.


¿Y cómo ha sido el proceso de adaptación?


El proceso de readaptación aquí específicamente fue difícil. Es que lo de los exámenes y los deberes es muy diferente. Allá no se estudia prácticamente, excepto para el examen final. Por eso el año pasado fue muy difícil.


¿Y a nivel de la comunidad escolar?


Hoy en día los jóvenes forman grupos muy rápido y luego es difícil abrirse espacios para integrarse, porque la gente cree que los estás intentando romper. Entonces, en mi clase ya llevaban tres años juntos, fue muy difícil integrarse sin conocer a nadie. Pero este año es mucho mejor, tanto con las notas como con los amigos. Además, pasé de Hache a Mandarache y me gustan mucho más los libros que estamos leyendo ahora. Es más, si te gusta la música, Música para Hitler está muy bueno.


Y si ahora te hicieras una selfie, esa foto viral con la que todo el mundo te va a reconocer si te busca por internet, ¿cómo te gustaría que fuera?, ¿cómo representaría a Marina?


Esto es que yo lo he pensado mucho. Porque quería ser escritora. Bueno, me gustaría. Entonces me imaginaba esas fotos de los autores que están detrás del libro, que ponen su foto como en esos sillones de bibliotecas, que la mayoría son incómodos pero son preciosos. Pues yo me imagino en uno de esos, pero mal sentada. Como medio acostada en él, y simplemente mirando a la cámara. Pero sonriendo, eso sí.



 

Glosario:


Radio Mandarache es una red de podcast en el marco de los Premios Mandarache y Hache impulsados por la Concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Cartagena, con el principal apoyo de la Dirección General del Libro y Fomento de la Lectura del Ministerio de Cultura y Deporte.


Ojos de perra azul es un podcast de Radio Mandarache para reflexionar sobre leer. Situamos a quienes leen en el centro del hecho literario para investigar distintos aspectos de la lectura y la cultura del libro. Un lugar de ensoñación y encuentro. Sinestesia, abstracción e intensidad adolescente sin pudor.


 
 

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Cultura, libros, infancia y adolescencia

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