Actualizado: 14 oct 2023
Según sus diarios, el artista estadounidense Keith Haring estaba convencido de que el arte era un enlace fundamental a la vida. Reconocido por sus críticas a la guerra, a la televisión como artefacto alienante de la sociedad y su incansable lucha por la igualdad, este artista y activista intervino los paneles de publicidad en el metro de New York con un lenguaje propio a partir signos y dibujos. Su intención era llevar el arte a la calle para ofrecérselo a las personas en su rutina, sin desigualdad, y convencido de que el arte es un derecho de la humanidad. Que, de hecho, lo es. Haring tenía alrededor de veinte años, cuando escribió:
“creo que el arte debe formar parte necesariamente de nuestro entorno, de nuestra sociedad. El arte es una idea, una forma de vivir, de ver y de ser, una actitud hacia la vida, es el respeto y la comprensión del orden"
Esta reflexión también se traslada a una de sus preocupaciones más recurrentes: la trascendencia de su propio arte. En 1976 registró lo siguiente en sus cuadernos de apuntes:
"Me he preguntado si alguna vez seré aceptado en los museos o si desapareceré con mi generación”
Esa duda vital de trascender, que se repite en cada joven artista de cualquier generación, resuena constantemente en las experiencias que replico con los jóvenes. Y no porque todos con los que suelo conversar quieran ser artistas, o porque crea que sus ideas del mundo no son capaces de transformarse a medida que transcurre la vida, sino por la importancia de dar a conocer la reflexión acerca de cada generación a partir de la voz de sus protagonistas.
Es por eso que, tras mis experiencias con En tiempo presente (Gijón) y el Diari del resguard (Barcelona), realizadas con grupos de jóvenes en ciudades distintas de España durante el 2020, año de la pandemia, quise ampliar el marco de acción a otro país. La oportunidad surgió con la invitación que me hizo la Biblioteca Luis Ángel Arango para realizar un laboratorio de creación, a través de Diedre Becerra, líder del Servicio de mediación de lectura y escritura, quien coordinó y apoyó incondicionalmente en este trabajo. De esta manera logramos trasladar las dudas a un grupo de jóvenes diversos de Colombia.
En este laboratorio fue posible evidenciar cómo desde una conversación libre y espontánea y desde una escucha atenta a los jóvenes, se logra conocer sus intereses y preocupaciones. ¿Cómo ven la lectura en la escuela? ¿Qué tipo de libros los interpelan? Abrimos la mirada para saber cómo el arte en sus diversas manifestaciones habla de su identidad.
Proyectos como estos se constituyen en una invitación para los mediadores a habitar el mundo de los jóvenes, a disfrutar y conversar sobre las películas y series que comparten, sobre su relación con la escritura, sobre la música que forma parte de su cotidianidad. A partir de allí surge la clave contundente: Escucharlos, conversar abiertamente con ellos y abrir los espacios para conocerlos en su singularidad. Romper paradigmas y verticalidades. Sentarnos a su lado y conversar desde preguntas abiertas y enriquecedoras que abran puertas y derriben muros.
EL ORIGEN
Como sabemos, en marzo de 2020, Colombia también decretó el estado de emergencia a causa del COVID. Para registrar la incidencia de este hecho en la vida adolescente, llevamos a cabo un laboratorio de creación con jóvenes que participaban desde distintas partes del país. Se reunieron 14 jóvenes de diversas edades que vivían en las localidades de Bogotá, Yopal, Mosquera, Pereira, Pasto, Bucaramanga, Neiva, Silvania y Soatá. Bajo el nombre colectivo de poetas viajeros, crearon un punto de encuentro, a pesar de las distancias.
Para llevarlo a cabo, tuvimos diversas sesiones de videollamadas en donde exploramos la idea que estos jóvenes tienen del mundo y la actualidad, pero también conversamos sobre la edición de libros de artista, la realización de fanzines, del movimiento surrealista y dadaísta en el arte y su impacto social, leímos poesía y diarios de artistas y de foráneos. Sumado a esto, teníamos una cuenta de correos creada para el proyecto. Nos comunicamos a diario, como un colectivo de edición, para consolidar el resultado final.
Recogimos textos e ilustraciones personales, fotografías, obras de arte, ejercicios literarios, conversaciones, recomendaciones e hicimos nuestra banda sonora 2020. Fue un trabajo arduo, constante y exigente, pues toda decisión pasaba a discusión del colectivo. Aunque los catorce jóvenes participaban de manera activa, un grupo de ocho se mantuvo firme y constante en el trabajo del diálogo constante.
Inspirados en los libros “La caja verde” de Marcel Duchamp, que fue considerado el primer libro de artista publicado en 1934, y en “Mi querida Babel” de Juan Pablo Silvestre y Ana Juan (editado por La mano cornutta en 2014), decidimos hacer del diario un espacio de posibilidades. Es por esta razón que los jóvenes quisieron resaltar aquellos objetos que fueron útiles durante el confinamiento, más allá de la mascarilla, los guantes y el alcohol.
Esta experiencia les sirvió para explorar su propia idea del encierro pero también su forma de conectar con el mundo. Hicimos un registro personal de aquello que nos sirvió de resguardo durante los días de incertidumbre. Esta obra no tiene ninguna intención comercial. El uso de estas imágenes sirven como un registro arbitrario de sus rutinas o la posibilidad para la recomendación cultural a otros lectores. Esta caja, en físico, tendrá dos ejemplares únicos: el de PezLinterna y uno que podrá encontrarse en la Biblioteca Luis Ángel Arango cuando la situación de la pandemia lo permita. Probablemente a mediados del 2021. La idea de hacer un solo objeto es respetar la esencia del libro de artista y mantener la idea de trascendencia dentro del archivo y la memoria cultural de este año. En palabras de estos poetas viajeros:
“hicimos una voz colectiva que registra este momento, es un ejercicio de la memoria”
Estamos satisfechos y contentos de compartir el resultado final. Ahora bien, esta caja es compleja, como lo fue el trabajo colectivo. Es más que una anécdota efímera. La caja contiene diversos materiales y cada uno de estos corresponde al objeto que ellos eligieron como importante en su resguardo. Por ejemplo, el diario impreso corresponde a los "libros", objetos que le sirvieron a Carol (15 años) como refugio durante la pandemia. Es por eso que, para comenzar a observar dentro de la caja, hablaremos primero de ese diario:
1. EL DIARIO DEL RESGUARDO
Una de las discusiones más largas y sostenidas durante el mes octubre fue elegir una palabra entre resguardo y resistencia. Para una parte del grupo, vivir la pandemia en Colombia era una situación de resistencia. La contraparte argumentaba esa capacidad de resguardo que les permitía a ellos poder elaborar una conversación sobre la pandemia. Después de muchas idas y venidas, terminó imponiéndose el resguardo. Aunque, si me preguntaran a mí, su forma de confrontar esta edición colectiva habla mucho más de su resistencia.
A continuación, comparto el índice del diario. Este fue otro de los debates complejos, pues consistía en crear la estructura de nuestro libro. Pensamos en qué queríamos contar y cómo. En este índice se reúnen los elementos que podemos encontrar arbitrariamente en el libro, así como los signos que nos revelan qué tipo de recomendaciones hay en sus páginas:
*al final de este post, podrás acceder al diario completo.
2. PETIT MUSEO
Inspirados en el movimiento dadaísta y en la obra de la artista plástica y fotógrafa alemana Hannah Höch, intervenimos a manera de collage casi todos los ojos de las imágenes que se encuentran dentro del diario. En esas intervenciones, usamos ojos de obras de arte famosas. Si van hacia atrás y observan la imagen que se encuentra después del índice, verán un ejemplo sobre el rostro del personaje de la serie Gambito de reina.
Por un lado, lo hicimos como un recurso estético, aprovechando las virtudes del collage para incitar al lector a ver desde otra mirada. También lo hicimos a manera de juego. El "Petit Museo" está conformado por láminas negras con las obras de arte expuestas. Cada una tiene su ficha técnica. El lector puede ir adivinando cuáles ojos del diario corresponden a cuál obra de este museo. Es una nueva propuesta para volver a leer el diario desde las imágenes.
Hay un dato aún más importante, al darnos cuenta que muchos de los libros que se citan son mayoritariamente de voces masculinas, decidimos proponer muchas obras de artistas femeninas para esta intervención. Por aquello de poner en orden la balanza.
Por último, cuatro de los jóvenes, decidieron ofrecer obras personales. Estas ilustraciones se Se exponen en láminas separadas. Este "Petit Museo" corresponde al objeto "acuarelas" que resultó ser esencial para la cuarentena de Daniela, que tiene 13 años.
3. EL IMPOSTOR
Tomás era un gran conversador, pero además tenía dos grandes habilidades: pintar a lápiz y escribir. Con 14 años, durante la cuarentena, descubrió las virtudes de un "lápiz 3B" como objeto esencial para poder explorar estas posibilidades.
Una de las consecuencias fue la escritura del relato El último Agutí, una historia poderosa sobre la contienda rutinaria de los animales en su hábitat contra una familia en el campo. Este relato no correspondía a la identidad de los otros textos que, a manera de diario, había entregado el resto del grupo. Sin embargo, estábamos de acuerdo no sólo de su calidad sino de que representa su propia exploración. Fue por eso que decidimos llamarlo "el impostor" como en el juego de Among Us, que tuvo tanta repercusión en la cuarentena.
Este ejercicio de ficción era un infiltrado que quiso alterar nuestro orden pero, a su vez, quería formar parte de nuestro hábitat. Por eso se mantiene, independiente, en la caja.
4. UN CALENDARIO ÚTIL
Como el objeto esencial de Karen (14 años) era una "cartuchera", por ser la contenedora de muchos objetos posibles, hicimos del 2020 un calendario más útil. Transformamos cada mes en doce tarjetas con fotos de arte urbano de la ciudad de Bogotá. Estas fotos, expuestas como si fueran imágenes de un perfil de Instagram, son la parte delantera de un calendario que mes a mes contiene una frase de algunos de los libros que ellos hayan leído en cuarentena. Son frases para dar ánimo, como las que se desprenden de las agendas.
5. BANDA SONORA
Laura de 20 años dijo que lo más esencial para ellas fueron sus audífonos.
Este fue un objeto que se repitió en muchos otros jóvenes. Por eso, entre todos armamos una banda sonora de 46 canciones que pueden encontrarse en Spotify o YouTube. Algunas imágenes de estos vídeos también sirvieron de apoyo para la creación del diario. Ahora bien, quisimos también recoger algunas palabras que sean propias de Colombia, y que forman parte de su banda sonora cotidiana. Estas palabras están impresas sobre papeles de colores, así como una hoja con códigos qr para descargar la banda sonora.
Por cierto, en respeto al animé japonés Candy Candy y de cómo su canción formó parte del inconsciente colectivo de muchos jóvenes veinteañeros de América latina, hemos escondido al personaje de Candy en una de las páginas del diario. Como si siguiera habitando entre nosotros.
6. RUBÉN BLADES CONFINADO
El objeto con el que hice mi aporte en el diario fue un "juguete antiestrés". A partir de la idea del juguete y una reflexión que Tomás había hecho durante nuestras conversaciones (puede leerse más atrás, en el apartado diario, en la imagen donde ellos conversan sobre el acto de leer). Al Rubén Blades confinado lo podemos vestir de distintas maneras. Sus posibilidades varían en imágenes relacionadas al arte, a los videojuegos o al acto de leer.
Si quieres poder interactuar con este Rubén Blades confinado, solo basta que lo imprimas, recortes y juegues. En palabras del propio cantante y muy a tono con esta actualidad:
"Decisiones, cada día, alguien pierde, alguien gana, ¡Ave María!"
7. EL ESPEJO
Al sacar todo de la caja, podrás encontrar un "espejo". Este objeto esencial corresponde a Sofía de 16 años. Sobre ese espejo hay, primero, un papel cebolla con una mascarilla impresa. La idea es que saques ese papel, y puedas ver tu reflejo en el espejo. Que cada lector vea sus propios ojos, su rostro, que entienda que son más que un simple objeto que los identifique.
Esto nos hace libres.
Y también nos entrega el último objeto de la caja: una galería en forma de acordeón en la que los pájaros vuelan libres por los cielos a pesar de las infinitas posibilidades que ofrece el caos. Este acordeón dialoga con la última página del diario, una obra de la artista Remedios Varo. A continuación, compartimos esta pequeña galería, imaginen que se trata de un acordeón desplegable que los rodea. Todas las fotos de los cielos fueron tomadas por ellos mismos, con ganas de poder salir del resguardo y confrontar al mundo al que pertenecen:
Si llegaron hasta aquí es porque sienten curiosidad.
Aquí podrán ver el diario completo y si entran al issuu, también verán las separatas en donde se encuentran el resto de los materiales de la caja. El diario completo aquí:
Actualizado: 16 feb
Advertencia: estos talleres son especulativos. Representan un primer encuentro con el complejo mundo de las ficciones audiovisuales y sus oficios. La idea era crear espacios para la reflexión de las narrativas de suspenso y proponer la creación colectiva de una historia audiovisual.
Durante el verano, me reuní con un grupo de once adolescentes de edades diversas entre catorce y diecisiete años, bajo el seudónimo de Los impostores. La propuesta inicial de estos talleres era crear una miniserie de suspenso para Tik Tok. Juntos buscaríamos la manera de contar una historia no sólo de forma breve, sino bajo las solicitudes del formato que impone la red social. Convocados por el Departamento de Juventud Gijón, nos encontramos por primera vez en la Antigua escuela de Comercio sin habernos visto antes.
Como manera de romper el hielo, ideamos un plan de trabajo en el que exploraríamos las diversas posibilidades del oficio de escribir, producir y dirigir una serie.
I. Analizando Tik Tok
La primera etapa fue el análisis colectivo de Tik Tok como plataforma, no sólo en cuanto a ideas y filtros, sino en cuanto a posibilidades temáticas. Analizamos estructuras, formas narrativas, manejo del humor, la voz de lo cotidiano, los vídeos virales, los bailes, los personajes e incluso, recorrimos brevemente el amplio universo de tiktokers reconocidos.
Mi primera gran sorpresa fue ver que todos coincidían en el mismo punto: no les interesaba Tik Tok como una herramienta de entretenimiento, aunque sí encontraron formas y tonos narrativos de los que inspirarse. En primer lugar, rescataban los vídeos que se construían de manera ingeniosa y colectiva, sin seguir una línea argumental ceñida por un solo narrador. Básicamente, les gustaban aquellas historias que se construyen de forma original, con vídeos aislados que se interpretan por sí mismo, retando al observador que arma la historia. Ejemplo:
El segundo punto de interés fue el humor negro como un matiz para contar lo cotidiano. El vídeo que más les llamó la atención, fue la curiosa publicidad de la funeraria Alache en Ecuador. Este tik tok, que también construye una narrativa juntando dos vídeos distintos, permite explorar con risa incómoda la posibilidad publicitaria del acto de morir. De hecho, el vídeo está muy a tono con aquellas propuestas que hacía la serie "Six feet under" como introducción de cada episodio. Aquí les dejo el vídeo en cuestión:
Al final de este análisis, estaban absolutamente de acuerdo en construir un thriller colectivo. Con la intención de buscar otras ideas en común para esta historia de suspenso, tomamos dos decisiones: llevar a cabo un diario del rodaje y establecer una banda sonora con canciones propuestas por todo el grupo. Estas canciones podrían funcionar como voces de encuentro en la historia que querían contar. A la vez, que servirían de acompañamiento en los proceso creativos que estaban por venir. A los interesados, encontrarán la banda sonora en la página de la serie o en Spotify bajo el título de Los impostores.
II. Ideando premisas colectivas
En los siguientes días, distribuimos las mesas de trabajo de forma circular, para hacer de la conversación un espacio más cercano pero atendiendo las medidas sanitarias. Jugamos con distintas premisas simples de crímenes por resolver; así como la construcción de historias colectivas que nos hicieran pensar en las vueltas del guión y los puntos de inflexión para sorprender al espectador. Eso sí, insistiendo en la coherencia de una historia contada bajo sus propias reglas.
Uno de los libros que sirvieron de inspiración para esta preparación previa fue el álbum Tres portugueses bajo un paraguas (sin contar el muerto) de Rodolfo Walsh e ilustrado por Inés Olivero. Este libro, editado por Calibroscopio, tiene como premisa clave confrontar al lector con una serie de pistas y datos que lo ayuden a observar la escena del crimen: los sombreros de los cuatro portugueses, el paraguas, los puntos cardinales, la posición de los personajes, el escenario del crimen. Estos apuntes lo llevan a la comprensión del delito. No se trata solo de un juego de Cluedo sino de un atinado uso de la palabra como recurso para recrear el espacio a través de las anáforas. Visitas, de manera constante, el lugar del crimen y comprendes cada nueva pista con una mayor certeza de los hechos. Sin descontar, además, el uso del humor.
Sumamos otros ejercicios narrativos sobre la resolución de crímenes elementales, entendiendo su formulación lógica. El grupo finalmente acordó armar la estructura argumental de Los impostores con la intención de presentarla de forma desmembrada.
III. Reflexionando con Agatha Christie
Aprovechando la lectura previa de algunas personas del grupo en novelas de Arthur Conan Doyle y Agatha Christie, se quitaron el miedo al "spoiler" (para aquellos que no las habían leído) y analizamos la estructura de dos novelas fundacionales de la obra de Agatha Christie: Diez negritos y El asesinato de Roger Ackroyd.
En Diez negritos, ocho personajes distintos son invitados a una ostentosa mansión en una isla. El misterioso dueño, al que no se le conoce la identidad, los sorprende con una grabación en la que se relaciona con el pasado de cada uno de ellos. A partir de ese momento, uno a uno van muriendo de la misma forma que la estrofa de una canción infantil titulada Ten little niggers. Con este principio, pensamos en ese hilo conductor basado en el juego macabro, donde además el asesino forma parte del juego, despistando al lector mientras trata de revelar el puzzle.
Como dato curioso de la obra, con el tiempo la palabra niggers fue sustituida por indians, debido a su carácter peyorativo. Al caer en cuenta que indians era un calificativo igual de problemático, optaron por soldier boys. Esto nos permitió volver a entender el peso de la palabra como elemento fundamental en la construcción de una narrativa: no sólo lo que se dice sino cómo se dice.
En la segunda novela, El asesinato de Roger Ackroyd, más que la estructura convencional, resalta el narrador que cuenta esta intrincada historia pasional. Una mujer asesina a su marido y es chantajeada por un hombre hasta conducirla al suicidio. Roger Ackroyd, la persona que realmente amaba a la mujer, recibe una carta donde ella le revela un importante secreto. Lo relevante de que ocurre posteriormente, es cómo cada pieza son puntos de vista distintos pero narrados por una misma persona. El Dr. Sheppard, habitante del pueblo, es un observador de los acontecimientos sin la omnisciencia como para saber lo que ocurre en los espacios íntimos de sus vidas y de los crímenes. El final propone un giro inesperado que deja desprevenido al lector.
Con estas ideas en mente, se dividieron en grupos: actuación, producción, dirección y guiones. Entendiendo que, dentro de esos roles, también pensaría en la dirección de arte, edición, fotografía, operador de cámara, entre otros trabajos relacionados con la ficción audiovisual. Ofrecieron diversas ideas, cada cual más compleja, de historias que querían contar. Primero nos encontramos con un drama policial bajo el secuestro de unas delincuentes que están rodeadas (aunque a simple vista suene igual, la premisa era diferente a La casa de papel). Segundo, una historia mucho más cotidiana, como si el crimen fuera parte de la grabación de una serie: una muerte por error técnico. La tercera implicaba estar en un avión vía Roma, con unas mujeres que buscaban vengarse de los hombres que la habían lastimado.
Tras mucho debate, propuse una mezcla general de las historias para crear una sinopsis:
Felicia Feliz dirige Los impostores, su primera gran serie. Para garantizar el éxito de la misma, es capaz de sacrificar sus principios y reúne a un complicado elenco: Olalla, una reconocida y egocéntrica actriz; Alicia, una importante influencer que nunca ha actuado y a Michael, novio de Alicia y reconocido por su fama de fuck boy. Estos dos últimos son contratados por insistencia de Luis, el productor, quien considera que la serie alcanzará a un mercado juvenil más amplio. Lo que se le olvida a Luis es que Michael también es el ex de Felicia, lo que alterará al set en todo momento. Una tarde, a las cinco y treinta, aparece el cuerpo de Michael envenenado.
IV. Diseccionando Promising Young Woman
¿Quién mató a Michael?, ¿por qué?. Ya teníamos claro que íbamos a usar distintos puntos de vista en cuanto a la narración. Recogeríamos registros de todos los implicados. Aunque no sabíamos bien el cómo. Por lo que nos centramos en la idea de la venganza femenina como premisa de la historia, pero teníamos que volver a pensar en el trasfondo de las narrativas.
Esto me motivó a llevarles la película Promising Young Woman (Una joven prometedora), dirigida por Emerald Fennell y nominada en el 2020 a mejor película en los premios Oscar. En esta historia, Cassie, es una chica se hace pasar por ebria en los bares, esperando que algún hombre quiera llevarla a casa. En la intimidad, devela su verdadero estado sobrio y prueba la entereza de los hombres, con la intención de darles una aterradora lección. En el tránsito de la película, se enamora inesperadamente, cuestionando su propia mirada hacia lo masculino. Al final, un inesperado giro del guión, hace que la vida de Cassie comience una caída libre.
Quería que pensaran en esa idea más allá del cliché, en proponer las alternativas de fondo acerca de las motivaciones de los personajes. Provocarlos para que descubran la importancia de las narrativas a la hora de construir una historia. Entender el peso ideológico que puede contener una imagen, un diálogo o el uso de una canción. De esta forma, la película ofreció múltiples opciones de análisis: la fotografía, la dirección de arte, la banda sonora, la dirección, la actuación. Revisaron parte del diario de rodaje de la película, se percataron de los encuadres del rostro y el cuerpo de Cassie; el uso colores con tonos pasteles; las influencias de otras referencias populares en algunos encuadres.
V. Diario del rodaje
Este último análisis de la película fue motivo de inspiración. Tomamos fotos de los espacio, construimos ideas de vestuario, maquillaje, pantone, pedimos permisos para grabar por el edificio. Esto mientras los directores proponían sus ideas en cuanto al arte, las perspectivas, ejercicios de storyboard, y los escritores buscaban la manera de organizar un guion sólido.
VI. Duro trabajo de guión inconcluso
Esto nos llevó a una gran conclusión narrativa. Contaríamos la historia sin una estructura base. Usaríamos algunos registros audiovisuales para poder mostrar lo que ocurría esos días durante el rodaje de la serie y cada observador armaría la historia de forma especulativa. Lo que nos llevaría a hacer (i) vídeos de Tik Tok de los actores, (ii) grabaciones de la serie, (iii) vídeos del making of de un camarógrafo curioso y cómplice, (iv) testimonios policiales. También usaríamos letras de algunas canciones de la banda sonora colectiva, para hacer eco de los sentimientos internos de los personajes.
Con todas estas idea entre manos, fue muy difícil llevar a cabo el trabajo del guión. No por la falta de claridad en la idea, sino por la importancia del tiempo y el espacio que requiere la escritura de una historia coherente. De hecho, muchos de los cambios dentro de la narrativa se dieron de forma orgánica durante la grabación. Se iban llenando los baches a medida que concretábamos algunos de los momentos. Me atrevo a decir que vale la pena resaltar el trabajo de dirección, quienes comprometidos con la idea inicial (que no era la que ellos propusieron), siguieron adelante y eran bastante serios con los tiempos de grabación. Sin dejar de incluir, las perspectivas que el grupo de actrices exponían sobre sus historias.
Lo más divertido fue ver cómo la producción era capaz de detener la necesidad de un muñeco de goma del tamaño del actor principal. O poner en cuestionamiento el uso de una cuchara como el arma homicida, un chiste recurrente durante el resto de los días.
Para grabar contaban con las cámaras de dos teléfonos móviles, un ordenador, una tableta y un aro de luz. A medida que se grababa el material pautado del día, se hacía la edición, para luego verla entre todos y saber si esa era la línea que queríamos seguir.
El trabajo al final no fue fácil pero sí muy grato. Era frustrante para ellos no poder contar con el guión definitivo en físico, o toparse con la falta de tiempo para los ensayos, herramientas, capital humano o las posibilidades materiales para salir adelante y avanzar. Lo que nos condujo a la reflexión final sobre diversos oficios alrededor del trabajo audiovisual, y sobre la importancia del tiempo, la organización y el trabajo coordinado en equipo para sacar adelante el proyecto. A pesar de estas dificultades, se entregaron totalmente y aún, conscientes de las irregularidades, fueron un equipo comprometido y siempre dispuesto. Invitarlos a entender las complejidades de la profesión audiovisual, así como verlos pensando de forma constante y plural en una narrativa común, son los resultados inesperados de este taller.
Los invito a ver nuestra serie breve de suspenso. Asistan al material que se grabó y editó durante esos días. Son 20 registros con una duración de 11 minutos en total. También cuentan con una pizarra policial por si les falta algún dato de los personajes. Estos registros audiovisuales ocurren alrededor de la muerte de Michael, a quien decidimos enunciar al principio, para que ustedes puedan acompañarlo en calidad de fantasma. Ayúdenlo a tratar de entender qué le pasó desde los puntos de vistas del resto del equipo de grabación de Los impostores. Cuando descubran lo que ocurrió, no duden en comentarlo. Sé que el equipo quiso profundizar en los hechos alrededor del personaje de Michael y su crimen; así como de las emociones de Alicia, Olalla o Felicia. Hay mucha información extra sobre la historia que fueron armando de manera hipotética, pero aprovecharon el tiempo para hacer este ejercicio tan complejo y ambicioso; con un intencional vídeo final "el más allá", que no es nada casual.
Ah y por supuesto, aquí enuncio también al equipo completo: Rodrigo Baos, Gonzalo Fernández, Alicia González, Álvaro González, Gabriela Lorente, Lucas Lorenzo, Cristina Marin, María Marin, Sara Moro, Guillermo Meana, Abril Sánchez.
Si das clic a la foto, verás la serie completa:
Actualizado: 4 sept 2021
Esta semana, la NASA anunció que están investigando la existencia real de un universo paralelo. En ese universo, según explicaciones mucho más detalladas, las cosas funcionarían al revés a la Tierra, es decir, lo negativo es positivo o el tiempo va hacia atrás. Haciendo el ejercicio de esa otra nueva normalidad, una especie de sinapsis me llevó hasta el libro Mvsevm. Publicado en España por la editorial Fulgencio Pimentel el año pasado y que fuera ganador del Premio BolognaRagazzi 2020, importante reconocimiento de la literatura infantil (actualmente también se ha editado en Portugal por la editorial Orfeu Negro, en Italia por Orecchio acerbo y próximamente en otros países como Corea del Sur y China).
Para los que no han visto este libro, es importante resaltar que es una fusión peculiar entre dos artistas plásticos españoles de mucha relevancia. Primero, Javier Sáez Castán, premio nacional de ilustración en España, quien hizo los bocetos y el guión de esta historia. Luego, Manuel Marsol, premiado como ilustrador anteriormente en la Feria de Bolonia, quien se encargó de ilustrarlos. Juntos construyen esta narración gráfica con un trabajo plástico original tanto por el uso de la paleta de colores como las texturas de sus páginas.
Desde que el lector tiene el libro en las manos, sabe por su portada que le contará las anécdotas de un hombre que viaja a través de una carretera. Solo que al abrirlo, el camión que conduce se avería. Justo en un costado de la carretera, el hombre protagonista encuentra una misteriosa casa sobre una colina. Es un Mvsevm. A través de la ventana logra observar algunos cuadros que son exhibidos en esa solitaria galería. Resalta uno en cuyo rótulo se lee "Cathy with parrot" y en el que, efectivamente, hay a una mujer con un loro en su jaula.
Sabemos, porque la ficción en los libros, películas y series lo enuncia siempre, que iniciar esta exploración es un sinónimo de peligro. Sin embargo, nuestro buen protagonista aprovecha que el museo está abierto -está escrito en la puerta- y decide entrar para pedir ayuda.
Ocurre como en la película Psicosis (1959) de Alfred Hitchcock. Solo que en vez de encontrar animales disecados en la misteriosa casa de Norman Bates, el lector y el protagonista, verán varios cuadros expuestos. Está el de la mujer con su loro, ojos, bosques, objetos, un colorido tigre de ojos azules como los del personaje y, finalmente, encuentra un cuadro que se titula "Self portrait", que traduce "auto retrato". En ese cuadro vemos la tercera página del libro. Es decir, observaremos al camión fuera de la casa, como si esa pintura fuera una ventana.
Ahora bien, detengámonos de nuevo. No solo el personaje parece estar en una realidad alternativa, el lector también estará confundido. Si cierra el libro y empieza de nuevo, va a descubrir un detalle importante. La portada es el marco de un cuadro, y el objeto libro es realmente un lienzo por delante y por detrás. Si se enfoca en lo que se representa dentro del marco, verá a un hombre de espaldas, conduciendo, y a través del cristal del camión encontrará la casa, algo de humo que sale del motor averiado y los ojos del conductor a través del retrovisor. El personaje protagónico rompe la cuarta pared y observa al lector a los ojos. Lo invita a entrar dentro de esa obra pictórica. Además, el marco de este cuadro tiene un rótulo en el que se lee: Mvsevm. ¿Es libro? ¿es arte?
Según palabras del mismo Javier Saez Castán, una de las inspiraciones para la creación del libro proviene del cine de los años cuarenta, en el que resalta la película La dama del cuadro (1944) dirigida por Fritz Lang. En esta historia, un profesor de psicología se enamora de una mujer atractiva, seductora y peligrosa. Misteriosamente, muy parecida a la mujer del cuadro. Basta comparar el siguiente fotograma con la ilustración anterior, para ver que efectivamente en este cine existe parte de la inspiración de este intrigante libro.
A pesar de esas referencias cinematográficas, Mvsevm también es una pequeña pieza de arte narrativo. No tiene edades de prescripción, pues su deleite puede beber de la premisa fantástica o de la cantidad de referentes que amplían las posibles lecturas. En ambos casos, no deja de ser una lectura compleja y divertida para cualquiera de sus lectores.
La ilustración no lo es todo en este ejercicio visual. Por un lado, el uso de textos es apenas incidental y dialoga en sutil código de humor con la imagen, mutando según cambia la representación de la obra. Por el otro, la tensa y peligrosa historia carga de vínculos propios y externos, llevando al lector a perderse en un suspenso que como diría el pintor Edward Hopper: "Si pudieras resumirlo en palabras, no habría ninguna razón para pintar."
Cito a Hopper no en vano, sino porque la carga de la historia se relaciona precisamente con su arte, lleno de silencios, soledades, acciones suspendidas. Además que el personaje del libro es una réplica del autorretrato que el pintor estadounidense se hizo entre 1925 y 1930.
Esta no es la única casualidad, existe un detalle que pasa casi desapercibido desde la portada. En los códigos de seguridad de la maleta que tiene el conductor como copiloto, podemos leer dos números: 1882 - 1967.
Edward Hopper nació en 1882 y murió en 1967. Es decir que este protagonista lleva su vida en esta maleta. Con esta primera pista el lector entiende que entra en un mapa del tesoro lleno de posibilidades. Pero Hopper como personaje no. Él, que fue célebre por recrear el realismo estadounidense, está apunto de adentrarse en un universo paralelo distinto al suyo. Se perderá en el museo, la cabeza y el arte del pintor del pensamiento abstracto René Magritte quien ¿casualmente? muere en el mismo año: 1967
Magritte dijo alguna vez "todo lo que vemos esconde otra cosa, siempre queremos ver lo que está escondido detrás de lo que vemos". Mvsevm, como artefacto gráfico, juega con esas posibilidades. Hopper, el personaje, se enfrenta al encanto absurdo del surrealismo (aunque a Magritte no le gustaba que lo condicionaran con esa corriente). Su destino es aprender a ver con otros ojos el arte, así como también huir de los peligros que le induce la mirada del artista. Como en la alegoría de la caverna de Platón, el hombre imagina cosas a partir de las sombras, los reflejos y las representaciones. Esas fantasías también pueden ser certezas.
Narrativamente, algunas pocas ilustraciones contienen una carga cinematográfica en cuanto a planos, referentes y secuencias; pero casi todas están relacionadas estrechamente a una reflexión sobre la percepción del arte. Esto no es un condicionante para la lectura. Sin esos referentes, el lector incauto logra otro retador ejercicio: perderse animosamente en ese laberinto que propone cada cuadro, cada pasillo, para salir de esa jaula.
Para ciertos lectores, este libro puede ser una jaula, una obra cerrada, un cuadro que observar; pero también es una aventura arriesgada, poderosa y explosiva. Se puede leer tantas veces con finales tan alternativos, que a veces me convenzo de que deberíamos enviarlo como prueba a la NASA. Incluso, a riesgo de pecar de cursi, creo que esta historia es apenas el preludio de una historia de encuentros que es hoy es referente. Hopper quizás no solo retrataba soledades, sino que nos regalaba silencios para imaginar... como Magritte.
ALGUNAS DE LAS REFERENCIAS EN EL LIBRO
Los ojos
En 1928 Magritte culminó una de sus obras más representativas: El espejo falso.
El espectador ve en el ojo la idea de libertad, el cielo abierto e infinito. Sin embargo, ese ojo también es un objeto que le devuelve la mirada al que lo ve (como Hopper desde el retrovisor del auto en la portada del libro). Según el psicoanálisis, esto refleja la confusión de identidad, el observador no sabe si está dentro, fuera, observando o siendo observado.
No es casual que ese mismo cuadro aparezca apenas el personaje entra a la casa. Ese mismo ojo seguirá observándolo, siguiéndolo, como un gran hermano.
Otro detalle importante, tanto el pomo de la puerta como el ojo mágico (la mirilla), crean un par de ojos que además se parecen a los suyos y a los del tigre.
El ave (el loro)
En 1936, Magritte termina su cuadro La clarividencia. En él reflexiona nuevamente sobre la representación en el arte. A partir de la observación del huevo, el artista no imita sino que pinta una paloma. ¿Es aquello una certeza ontológica o el arte es capaz de refutar al objeto en su forma?, ¿el arte es lo que vemos, creemos o imaginamos?
En palabras del mismo Magritte: "Estamos familiarizados con el pájaro en la jaula. Nuestro interés se despierta si lo sustituimos por un pescado o un zapato. Pero, si esas imágenes son curiosas, también son desagraciadamente accidentales y aleatorias.” En este caso, no solo se trata de que el loro sea el ave saliendo de la jaula, del cuadro que lo representa, sino también que el personaje protagónico, ese Hopper que está dentro de la galería, es una especie de pescado o zapato dentro de una jaula que no le corresponde: la obra de Magritte.
Existe una foto histórica que muestra al artista pintándose así mismo, el artista dentro de la obra, como una muñeca rusa. El ave en libertad del cuadro (o su futura representación en el cuadro del cuadro), es el detonante de las acciones en el la aventura dentro de Mvsevm.
La ventana rota
Cuando Magritte pintó La clefs des champs / La llave del campo en 1936 quiso insistir en su ejercicio de las asociaciones absurdas. Los cristales reflejan exactamente el mismo paisaje que se ve desde la ventana rota, como si el cristal estuviera pintado o fuera un espejo del exterior. Más que un espejo, un repetidor del afuera. De esta manera, vuelve a su dilema de la representación de la realidad en el arte.
Antes de hacer este cuadro, Magritte le escribió a Bretón "Lo esencial era eliminar la diferencia entre lo que se ve desde afuera y lo que se ve desde dentro". Si lo pensamos bien, es un poco lo que ocurre con este personaje protagónico, que trata de ver hacia afuera desde un adentro desconocido. Sin darse cuenta que podía ser exactamente igual.
Eso sí, la referencia es apenas en la ventana rota como si fuera un cuadro. En el caso de la ilustración no hay vidrios que reflejen el exterior. Se dice que la influencia de Magritte en esta etapa, más que del surrealismo, era de Lewis Carroll y Alicia en el país de las maravillas: "Lo sería si lo fuera. Pero si no es no es. Pero si lo fuera podría serlo."
Le plafond (los objetos)
Con Las palabras y las imágenes en 1929, Magritte puso en contraste objetos pintados con palabras que no los definen. Les confería un significado distinto. Magritte sigue dialogando con sus preocupaciones propias de artista en cuanto a la representación.
En este caso la vela que se repite tanto en el cuadro como en la ilustración, tiene un nombre: Le plafond que significa El techo. Eso quiere decir que, ¿un objeto es por lo que representa o por cómo se le nombra?. Ese tipo de asociación muestra la función que cumple los objetos dentro del arte. Por ejemplo este libro Mvsevm, ¿es libro porque lo nombramos así o es un cuadro por cómo se representa?
Como dice Magritte: "Hay objetos que pueden prescindir de su nombre" o "Un objeto entra en contacto con su representación, un objeto entra en contacto con su nombre. A veces un objeto y su nombre se encuentran." Eso pasa, a nivel inconsciente, con algún otro objeto que sin nombre recobra su forma útil en el libro. Les toca a ustedes investigarlo.
Nighthawks / Noctámbulos (1942)
Al final del libro, el protagonista debe tomar decisiones prácticamente de supervivencia. Es probable que también se exponga de manera simbólica a la huida de este tipo de arte que propone Magritte. Es decir, Hopper decide llamar las cosas por su nombre, aunque sobre el camión rojo terminen estando restos de esa aventura simbólica que vivió. En este caso, ¿los museos siguen significando algo en la actualidad?, ¿son los museos también una jaula?
En cuanto a mi lectura, quiero proponer un mundo alternativo a sus personajes, una lectura personal del libro. Quizás no sean referencias reales (probablemente las anteriores tampoco lo sean), pero este juego de espejos, identidades y encierros me obligan a reflexionar sobre este encuentro. Cuando empieza el libro, ocurren una serie de planos que nos muestran a un personaje protagónico siempre de espalda, así como le gustaba a Magritte pintar a los hombres en muchas de sus obras. Sin embargo, bastó una primera mirada detrás de la ventana para que se diera el encuentro entre Cathy, la chica del cuadro y este Hopper viajero.
Al huir, el arte de Magritte queda atrás, siempre detrás, y adelante solo queda un encuentro con una obra magnífica de Hopper. Esta, cuyos personajes comparamos más abajo. Esta obra que nace después de Pearl Harbor y habla del desasosiego de los jóvenes en la ciudad.
Más allá de que ambos personajes se me parezcan, quiero creer que en el libro se genera una posibilidad de encuentro entre los dos. Este cuadro sigue siendo un encierro. La barra no tiene salida, el bar no tiene puertas, y están ellos allí, nuevamente, encerrados en una obra de arte, así como en el museo o como lo están en este cuadro/libro. Esta es su otro universo paralelo, en donde tiempo y la vida transcurrirá según el espectador/lector que les dé vida.
Epílogo: La casa
Finalmente, la más arbitraria de las comparaciones está en la casa.
Como de universos alternativos y diversas lecturas se trata, podemos dejar opciones para que cada cual decida por una casa de su preferencia. No descartemos que a lo mejor Manuel Marsol no se inspiró sino en su propia idea arquitectónica.
Primero, el museo en la cima de la colina recuerda vagamente al cuadro de Edward Hopper: Casa junto a la vía del tren pintado en 1925. En ella, el solitario pintor muestra el absurdo rural de Estados Unidos, con mansiones prácticamente desoladas y abandonadas por los avances industriales. Por eso la vía del tren pasa justo al lado. Es una imagen triste, desoladora.
Está, en segundo lugar, la obra La habitación de la señora sundheim que hizo Magritte en 1962, misteriosa con la casa dentro de la habitación.
Luego está la mansión de la película Psicosis en 1959 (en esta realidad en la que vivimos, Hitchcock se inspiró en la obra de Hopper para hacer esa mítica casa del cine).
De penúltimo está Le maision de Magritte, pintada en 1947, que nos muestra una casa con una vida distinta dentro. Se delata como si contuviera un escenario.
Por último, puede ser el Edward Hopper House Museum & Study Center, una casa histórica que queda en New York y donde pasó sus últimos años el artista.
LA HABITACIÓN SECRETA
Si llegaste a cruzar todas las casas, es porque eres un lector de personalidad curiosa. Has visto en la puerta el anuncio "Come in, we're new open" y entraste como si fueras el protagonista. Buscas más referencias dentro de este post. Esta última interpretación se la debemos a sus autores.
Javier Sáez Castán comentó en algunas entrevistas y presentaciones que William Blake fue una determinante fuente de inspiración para pensar parte de la obra/libro. El poema The Tyger que pertenece a la colección de poemas ilustrados Songs of innocence and of experiencie (1789) es fundamental para comprender la carga poética y simbólica que implica los momentos finales del libro. Además que el tigre de Marsol parece familiar directa del que ilustró Blake, solo que un poco más encendido.
¿Qué significa el tigre en Mvsevm? Tampoco nuestra intención es destripar el libro, debes buscarlo y encontrar la alternancia entre el poema, la imagen y la historia. Pensemos, eso sí, que para Blake (un visionario de su época) el artista es un espíritu en libertad con la capacidad de alumbrar los enigmas que albergan en su interior, de esa forma es capaz de reinterpretar la realidad a partir de una obra simbólica que el espectador o lector debe interpretar. Si leíste el libro, entenderás que nos hemos dado un poderoso viaje.
El tigre
¡Tigre! ¡Tigre! Ardiente resplandor
en las selvas de la noche;
¿qué inmortal mano o qué ojo
pudo enmarcar tu temida simetría?
¿En qué lejanos abismos o en qué cielos
ardía el fuego de tus ojos?
¿A qué alas osaba aspirar,
qué mano osó coger el fuego?
¿Y qué hombros, y qué arte
pudieron retorcer los nervios de tu corazón?
Y cuando tu corazón comenzó a latir,
¿qué temible mano?, ¿y qué temidos pies?
¿Cuál fue el martillo?, ¿cuál la cadena?
¿En qué fragua cayó tu cerebro?
¿Cuál fue el yunque? ¿Qué temible abrazo
osó sujetar sus terrores mortales?
Cuando las estrellas arrojaron sus lanzas,
y regaron el cielo con sus lágrimas,
¿acaso sonrió al ver su obra?
¿Acaso quien creó el Cordero te creó a ti?
¡Tigre! ¡Tigre! Ardiente resplandor
en las selvas de la noche;
¿qué inmortal mano o qué ojo
pudo enmarcar tu temida simetría?*
*William Blake.Canciones de inocencia y de experiencia, traducción de José Luis Caramés y Santiago González Corugedo. Madrid: Cátedra, 1987.
¿Insistes?
Si todos estas referencias no te dicen nada, o quieres explorar la lectura de manera libre de los prejuicios del arte. Hazlo. Esta obra no va a defraudarte. Incluso puedes acompañar la lectura con la exploración musical que hizo el artista Manuel Marsol y compartió en esta lista de Spotify. Dialogarás con ese proceso de inspiración y creación personal del ilustrador.