top of page

Actualizado: 12 ene


El 2022 fue un año inquieto y divertido. Hubo una estrecha y buena relación con dieciocho clubes de lectura conformado por jóvenes; ocho talleres de creación y visitas a diversos institutos donde hablamos de libros (y los leímos). También hubo una variedad de proyectos junto a otras instituciones a los que vamos a dedicarle su propio espacio durante el mes de enero, pues van a continuar en nuevas fases. Nos parece más justo hacerlo de esa manera, pues queremos ir al grano con respecto a nuestro inicio del 2023.


Comenzamos raro, pero estamos bien. Algunas de nuestras cuentas de redes sociales fueron eliminadas del espacio virtual. No sabemos las razones. Facebook y Twitter no pudieron ser recuperadas. En cuanto al Instagram, arrasaron con todo el contenido, seguidores, y todo el trabajo que llevamos publicando desde el 2011. A pesar de que hemos podido recuperar un backup de las entradas más antiguas, nos tomará tiempo reiniciar este espacio.


Raro, raro. Más bien triste. Pero no queremos desanimarnos. Vamos a hacerle justicia al trabajo de selección que desarrollamos durante el año. Solo que esta vez, la publicación se hará de forma diferente. En esta entrada encontrarán la lista 2022 de forma íntegra, poniendo unas breves reseñas solamente de los álbumes que se eligieron de forma colectiva con los jóvenes. En cuanto a las otras listas que siempre ofrecemos por edades, se irán publicando las reseñas una a una durante el mes de enero. No desesperen, es cuestión de tiempos que nos quitó la gestión de las redes. Por cierto, agradeceremos su apoyo, volviéndonos a seguir. Por cierto, abrimos un canal en Telegram, se llama PezLinterna. Vamos a aprovechar ese espacio para compartir recomendaciones en directo con nuestra comunidad.


Hablemos del jurado. Como todos los años, los jóvenes de los clubes de lectura de las Bibliotecas de La Calzada, Pumarín Sur, El Llano y El Coto en Gijón; de la Biblioteca Montornès del Vallès en Barcelona junto a los participantes de múltiples talleres en distintas ciudades, leen los diversos álbumes que se publican durante el año, sin importar la edad, y eligen aquellos que les parecen interesantes como libros. Aquellos "álbumes" que les gustaron (el uso de las comillas en la palabra álbum es apenas un juego provocador que cuestiona el rigor de los géneros literarios en las narrativas contemporáneas). Posteriormente, se propone el mismo trabajo de lectura con profesionales del área, que conforman el equipo de PezLinterna: Annabel Petit, Jaime Yáñez, Lorena Ayala, Ramón Barreto, Valerie Weilheim y mi persona, Freddy Gonçalves. Al final de las reuniones, se hace el conteo de votos, dando como resultados ocho "álbumes" a los que quisieron resaltar. Este año sumamos un noveno. Es un álbum musical que nos parece importante proponer como producto cultural de este año.



A cada selección que pasa, es más complicado para los jóvenes ponerle un título a esta labor. No les parece una premiación ni una mención, se trata de recomendaciones de libros que les gustarían compartir, leer con otras personas, invitar a que más personas los descubran. Son los "álbumes" que a ellos les gustaron, aunque haya un debate crítico al elegirlos.


Después de estos "álbumes", como en años anteriores, dejamos listas de libros clasificados por edades. Lo hacemos por marcar un límite que igual siempre transgredimos. Sumamos, además, otros productos culturales que, junto al equipo, hemos descubierto durante el año. Este año hay dos discos, dos cortometrajes (del 2021), una plaquette, un podcast, un videojuego. Si tienen curiosidad acerca de estas recomendaciones hagan clic en la portada. Las hemos enlazado, de forma provisional, a las reseñas de sus casas editoriales. Esto nos da tiempo de ir poniéndonos al día con nuestras reseñas. Un detalle importante a resaltar es que estas propuestas de recomendación están sujetas a la experiencia del lector. Es decir, no se dejen amarrar por las sugerencias de edad que proponemos, pues en la adolescencia impera más el interés y las competencias lectoras del individuo. Puedes tener 12 años y leer un libro recomendado para 16 o uno para 6. Lo que hicimos fue trata de reunir buenas lecturas que se publicaron en este año para darlas a conocer a los interesados en el área.


Antes de empezar con los "álbumes" recomendados, nos parece importante señalar que existen cuatro libros que no entraron en la lista, pero que dieron mucha conversación en las sesiones de debate: Más allá del bosque de Nadie Robert y Gérard Dubois (Pípala), Lejos de Bernat Cormand y Martí Cormand (A buen paso), Un par de ojos nuevos de Ellen Duthie, Javier Sáez Castán y Manuel Marsol (Wonder Ponder) y El berrinche de Moctezuma de Nuria Gómez Benet y Santiago Solís (Ekaré). Por lo demás, disfruten de estas recomendaciones:


ÉRASE UNA FORMA

Marie-Laure Crusch

Estudio creativo Cruschiform

Ilustra: Gazhole

Traduce: Luisa Lucuix

Scout: Piu Martínez

Barret, 2022


Este es un cuento tradicional entre formas. El Rey y la Reina, de siluetas afiladas, apuestan de manera estricta a un mundo ajustado a sus formas. Todo puntiagudo, con ángulos perfectos; pero esta rigurosidad se ve vulnerada por la libertad de las otras formas.


Este fue un libro de compartir con los grupos, de leer en voz alta, de reírnos con la excelente y difícil traducción de un relato que bebe de su propio universo. Cada guiño gracioso está abrazado a la idea de las formas, y eso es absolutamente brillante. Además que fluye como una larga rima, de un relato que sigue sonando tras cerrar el libro.


Podemos decir que este relato habla de la Reina, de sus hijos y un hada. O que cuenta la historia de su hija Triángulo, buscando a un príncipe adecuado. O la trágica e inesperada aparición de Valentín Balancín, un provocador bailarín que genera la ira del Rey. Este ejercicio de diseño e ilustración ofrece un recorrido creativo plagados de referentes de los cuentos clásicos, en el que no sólo nos reímos, sino que cada lector reinventa su mirada del mundo fuera de las estrictas normas. Cada lector, a su manera y forma. Es una gozada.


 

TOCO MADERA: MANUAL PARA LA MALA BUENA SUERTE

Andrés López

Amanuta, 2022


¿Eres supersticioso? Si crees en los rituales para la suerte, este álbum da un matiz humorístico a esas tradiciones que refuerzan la buena o la mala suerte.


Un divertido libro de imágenes, en donde adorables personajes tratan de pactar con la suerte, a pesar de las circunstancias sobrevenidas. Es un manual, por supuesto, con muchas posibilidades de acciones que se pueden replicar en lo cotidiano. El libro recoge una serie de escenas cargadas de humor, con un interesante juego del colores intensos intervenidos por arbitrarios rayones de color negro. Esto genera mucha fuerza dentro de la imagen, como si vibrara constantemente entre la energía positiva o negativa de sus posibles historias. Porque de eso se trata, de momentos de tensión, de retratos de ese instante en donde parece que lo irremediable está apunto de atacar a la buena suerte de sus protagonistas. Queda bajo responsabilidad del lector y su imaginación, otorgar un desenlace bueno o uno malo.



 

LA ROCA DEL CIELO

Jon Klassen

Traduce:

Nubeocho, 2022


Una tortuga encuentra su lugar favorito en el mundo al lado de una flor. Su amigo tiene un mal presentimiento. Una roca está descendiendo estrepitosamente desde el cielo. Estos acontecimientos pueden tener relación entre sí, pero quizás toca sumarle un atardecer, una serpiente, una idea acerca del futuro y un ojo avisor con patas que, quizás, sea un extraterrestre destructivo.


Esta obra contada en cinco actos, propone una historia divertidísima. Usa los distintos elementos narrativos para darle más intensidad a cada situación: los diálogos, el uso de las mayúsculas, los silencios, las imágenes sin texto. Y es que además, las ilustraciones proponen su propia idea del mundo. Tienen un corte minimalista. La selección de los objetos está pensada para dar identidad de sus personajes. Además ofrece un cuidadoso juego de luces que genera atmósferas distintas en cada situación. Nada ocurre por casualidad. Cada decisión creativa encaja de manera perfecta para causar ansiedad, emoción, miedo, incertidumbre y mucha risa. Es la reunión de tres personajes adorables, que beben de la lógica de la infancia, para construir de manera muy seria un universo simplemente complejo.


Este libro lo leímos en voz alta, de forma individual, mano a mano, de todas las formas posibles. Al terminarlo de leer una de las veces, Lorena dijo: "esto es como teatro del absurdo". Lo volvimos a leer, una y otra vez, como quien espera a Godot subido de una roca.



 

¡UGH! UN RELATO DEL PLEISTOCENO

Rafael Yockteng

Jairo Buitrago

Ekaré & Babel, 2022


Una comunidad, habitantes del Pleistoceno, inicia un recorrido a través de la inexplorada y salvaje naturaleza. Ugh, el título del libro, es también un sonido humano que no llegamos a ver ni a leer en las páginas, se mantiene oculto, latente, en constante tensión con el ejercicio del lector.


Basta avanzar entre las impresionantes ilustraciones en blanco y negro, para descifrar, junto a sus personajes, una secuencia de acontecimientos inéditos en el origen de los seres humanos. Este viaje de reconocimiento, repleto de dinosaurios y de un paisaje apabullante, sirve de telón de fondo para una aventura construida con la tensión de los espacios del silencio. Los rugidos, las pisadas, el crepitar del fuego, como ese ugh, se recrean en el interior del libro como una sensación, como un asombro que el lector es incapaz de traducir con palabras. Habita, entre sus personajes, quien sea capaz de descubrir, reconocer y traducir el mundo que los rodea, dándole forma a esos sonidos.


El trabajo plástico del ilustrador Rafael Yockteng, no sólo sorprende por la majestuosidad de sus doble páginas, sino por el nivel de detalle, de investigación y de la carga de humanidad que le imprime a cada uno de las ilustraciones. Este álbum, además, se instala en la idea de crear comunidad. Su edición original es de Babel en Colombia, pero con una coedición junto a la editorial Ekaré, buscaron ampliar las posibilidades de distribución en otros países.



 

UN LIBRO DE LA SELVA

Fernando Vásquez

A buen paso, 2022


Leer, perderse, transformarse, leer, perderse... Este libro es una exótica galería de ilustraciones de la selva, con un sugerente personaje que va mutando en cada página.


Solapado en los libros de su biblioteca, un hombre se pierde en las imágenes que lo conducen a una naturaleza inquieta y voraz. A nuestro humilde parecer, un homenaje a los cuentos de la selva de Horacio Quiroga.


El silencio de este libro es inquietante. Sabemos que algo está ocurriendo, que hay una pérdida de identidad por parte del personaje en medio de los animales, del encuentro con el otro a través de la representación indígena. Esa extrañeza comienza a hacerse más cercana.


Realidad y ficción que se estrechan la mano, en un juego de suposiciones, de lugares por explorar. Razón, además, por la que se generó una curiosa conversación sobre el peyote o la ayahuasca como rituales que distorsionan la realidad con su efecto alucinógeno. Es un libro estimulante, provocador, un viaje personal a través del color y los paisajes.


 

UNA CHICA TAN LIGERA Y UNA CHICA TAN PESADA

Kirim Nam

Traduce: César Sánchez

Fulgencio Pimentel, 2022


Dos chicas se sostienen de la mano en el centro del libro, allí, donde se cosen las páginas. Ambas son incapaces de soltarse, porque dependen emocionalmente la una de la otra; pero además porque cada una significa algo en el mundo abstracto que las acompaña. Una es tan ligera que puede salir volando hasta desaparecer del libro, y otra tan pesada que puede hundirse hasta el extremo de la página. Son dos fuerzas en tensión, aparentemente contrarias, sosteniendo un libro.


Este título fue la elección unánime de los jóvenes de los clubes de lectura. Encontraron, en este diálogo de opuestos, distintas formas de interpretar la naturaleza humana. No sólo desde la imagen simbólica de dos fuerzas que luchan en el interior de una misma persona, sino también como la lucha de dos personas, que buscan comprenderse y hasta pertenecerse.


Un libro que se lee de forma vertical, ofreciendo una manera diferente de abarcar al objeto. Cada lectura de las secuencias de imágenes agregaba nuevos sentidos, más que nada en la irreverencia de los objetos que las acompañan. Perderse y encontrarse, pero no a través de la casualidad, sino a partir de la reorganización del propio espacio personal.


El texto, en ese sentido, acompañaba con un juego de palabras en cuanto a las dos chicas que son "tan", pero dejaba ser relevante a medida que se volvía a releer. Lo importante es el viaje de ambas, juntas.





 

LA GUERRA

José Jorge Letria

André Letria

Traduce: José Luis Garrosa Gude

A fin de cuentos, 2022


Ganador de múltiples premios, este libro propone una reflexión acerca de las consecuencias de la guerra. André Letria ilustra el texto del padre, con el uso de las acuarelas en tonos oscuros. Sus dobles páginas proponen un mundo simbólico suavizado en matices, pero duro en cuanto a lo que representa. De hecho, la carga simbólica de las ilustraciones y el tránsito por el que te van llevando los insectos y manchas que nacen de las guardas, pueden llegar a dejarte sin aliento ante el impacto de las pérdidas materiales y humanas.


La guerra, en cuanto a objeto, está producido como una pieza de arte. El uso del papel, la impresión y la edición refuerzan esta idea de lo bello en un libro que, irónicamente, provoca lo contrario en cuanto a su narrativa. El texto resalta algunas de las imágenes, con ideas generales sobre las consecuencias de un conflicto bélico. Sin embargo, el libro solo como secuencia visual, ofrece un potente recorrido a través de las consecuencias del autoritarismo: violencia, destrucción, muerte y oscuridad.


Es un libro bello que nos removió, incomodó y provocó ganas de conversar.



 

PROYECTO TOSHIMA

María José Ferrada

Ilustra: Isidro Ferrer

Alboroto, 2022


Ciencia ficción o inquietante realidad, es la tenue línea sobre la que transita este Proyecto Toshima que bien sabe aprovecharse del formato libro para generar una narrativa compleja. Por un lado, propone desde el texto el uso de letras de dos colores: el rojo para representar los recuerdos o experiencias vivenciales/emocionales de los participantes de un proyecto científico, y el azul para las letras del registro del sistema ALBA de inteligencia artificial que trata de categorizar estos datos. Sumado a esto, va ocurriendo una especie de diálogo, a partir de las ilustraciones de unas manos con ambos colores, que se van estrechando y transformando en una imprecisa representación de los datos. No ocurre de forma transhumana sino artística, plástica, a través de las siluetas que propone Isidro Ferrer. Ese contacto de las manos, representado de una forma tan aparentemente sencilla, trasladan a la imagen el sentido poético del texto que propone María José Ferrada. Es un texto que bebe también de lo filosófico y lo científico, trasladando al lector a un vertiginoso viaje por la memoria del donante y la urgencia de entender, qué tanto de esa experiencia puede formar parte de una inteligencia artificial.


Ciencia, memoria, tiempo y humanidad, son conceptos que entran en cuestionamiento a partir de la palabra, de lo cotidiano, en una propuesta estética exigente, juguetona y provocadora. Proyecto Toshiba propone la integración de las narrativas contemporáneas, sin renunciar al formato libro como una posibilidad de exploración del lenguaje.


La jerarquía de los recuerdos es un misterio que aún no logramos descifrar. ¿Cuál será el que vendrá a nosotros en el último momento? Suponiendo que el tiempo sea una línea y no un círculo, ¿será un hecho que ya ha ocurrido o uno que está por ocurrir?


 

SUAVE PENDIENTE

Niños del cerro

Letras por Simón Campusano



Producido por Víctor Muñoz y Niños del Cerro.


Grabado en el estudio de grabación del Centro Cultural Gabriela Mistral por Víctor Muñoz, con la asistencia de Gonzalo Rodríguez.


Sello Fisura, 2022


el del cubo envió un DM:

yo te voy a recomendar una banda chilena de shoegaze (parecido al rock pero con muchos más pedales en las guitarra) que han sacado uno de mis álbumes favoritos del año. creo que va a gustarte


Y vaya que acertó.


el del cubo es un joven de 16 años que formó parte de los clubes de lectura y, desde hace un año, se ha dedicado a la curiosidad musical. Cuando me envío su recomendación, investigué al sello discográfico Sello Fisura que trabaja con bandas independientes de la movida chilena contemporánea. Adquirí el disco de forma digital para compartirlo en las reuniones con los jóvenes. Poco a poco se ha ido ramificando el interés por Niños del cerro. Suave pendiente es su tercer álbum y, musicalmente, es toda una experiencia emocional. Se fusionan la música junto a las letras de las canciones, como un ser orgánico que fluye. De hecho, la conexión entre las canciones, a nivel de sonidos, son brillantes y no te sueltan en el viaje de escucharlo. Se genera, además, un pacto entre la tristeza, la reflexión y el recogimiento. No es un disco triste, es un universo complejo de danza personal. Como dice la canción Frío Frío: "si este es tu dolor, cuídalo mejor. Ven, hagamos algo bueno de una vez".
















...y, antes de continuar con las otras listas, aprovechamos para recordar al gran Wolf Erlbruch con una ilustración suya para el libro La Creación de Bart Moeyaert editado por Bárbara Fiore.


Dicen que la adolescencia comienza a los doce años o cuando ocurre la complicada pubertad. Pero si eres un lector bien arriesgado y curioso, niño o adulto, puedes abrir estos libros sin necesidad de tener esa edad. Leer no es solo una condición física.



Para esta selección, perfectamente puedes tener espíritu o competencias lectoras de doce o dieciséis años. ¡Vaya par de años más confusos estos!



Dicen que a los dieciséis todo cambia. El "ser adulto" les pisa los talones. Sin embargo, aún falta y, según las encuestas, cada vez más. Ser joven es una condición cada vez más longeva.



Siguen siendo libros para dieciséis años solo que narrativamente se hacen más ambiciosos y retadores. No están hechos pensando en los jóvenes. Queda a discreción del lector.






Según sus diarios, el artista estadounidense Keith Haring estaba convencido de que el arte era un enlace fundamental a la vida. Reconocido por sus críticas a la guerra, a la televisión como artefacto alienante de la sociedad y su incansable lucha por la igualdad, este artista y activista intervino los paneles de publicidad en el metro de New York con un lenguaje propio a partir signos y dibujos. Su intención era llevar el arte a la calle para ofrecérselo a las personas en su rutina, sin desigualdad, y convencido de que el arte es un derecho de la humanidad. Que, de hecho, lo es. Haring tenía alrededor de veinte años, cuando escribió:

“creo que el arte debe formar parte necesariamente de nuestro entorno, de nuestra sociedad. El arte es una idea, una forma de vivir, de ver y de ser, una actitud hacia la vida, es el respeto y la comprensión del orden"

Esta reflexión también se traslada a una de sus preocupaciones más recurrentes: la trascendencia de su propio arte. En 1976 registró lo siguiente en sus cuadernos de apuntes:

"Me he preguntado si alguna vez seré aceptado en los museos o si desapareceré con mi generación”

Esa duda vital de trascender, que se repite en cada joven artista de cualquier generación, resuena constantemente en las experiencias que replico con los jóvenes. Y no porque todos con los que suelo conversar quieran ser artistas, o porque crea que sus ideas del mundo no son capaces de transformarse a medida que transcurre la vida, sino por la importancia de dar a conocer la reflexión acerca de cada generación a partir de la voz de sus protagonistas.


Es por eso que, tras mis experiencias con En tiempo presente (Gijón) y el Diari del resguard (Barcelona), realizadas con grupos de jóvenes en ciudades distintas de España durante el 2020, año de la pandemia, quise ampliar el marco de acción a otro país. La oportunidad surgió con la invitación que me hizo la Biblioteca Luis Ángel Arango para realizar un laboratorio de creación, a través de Diedre Becerra, líder del Servicio de mediación de lectura y escritura, quien coordinó y apoyó incondicionalmente en este trabajo. De esta manera logramos trasladar las dudas a un grupo de jóvenes diversos de Colombia.


En este laboratorio fue posible evidenciar cómo desde una conversación libre y espontánea y desde una escucha atenta a los jóvenes, se logra conocer sus intereses y preocupaciones. ¿Cómo ven la lectura en la escuela? ¿Qué tipo de libros los interpelan? Abrimos la mirada para saber cómo el arte en sus diversas manifestaciones habla de su identidad.


Proyectos como estos se constituyen en una invitación para los mediadores a habitar el mundo de los jóvenes, a disfrutar y conversar sobre las películas y series que comparten, sobre su relación con la escritura, sobre la música que forma parte de su cotidianidad. A partir de allí surge la clave contundente: Escucharlos, conversar abiertamente con ellos y abrir los espacios para conocerlos en su singularidad. Romper paradigmas y verticalidades. Sentarnos a su lado y conversar desde preguntas abiertas y enriquecedoras que abran puertas y derriben muros.


EL ORIGEN


Como sabemos, en marzo de 2020, Colombia también decretó el estado de emergencia a causa del COVID. Para registrar la incidencia de este hecho en la vida adolescente, llevamos a cabo un laboratorio de creación con jóvenes que participaban desde distintas partes del país. Se reunieron 14 jóvenes de diversas edades que vivían en las localidades de Bogotá, Yopal, Mosquera, Pereira, Pasto, Bucaramanga, Neiva, Silvania y Soatá. Bajo el nombre colectivo de poetas viajeros, crearon un punto de encuentro, a pesar de las distancias.


Para llevarlo a cabo, tuvimos diversas sesiones de videollamadas en donde exploramos la idea que estos jóvenes tienen del mundo y la actualidad, pero también conversamos sobre la edición de libros de artista, la realización de fanzines, del movimiento surrealista y dadaísta en el arte y su impacto social, leímos poesía y diarios de artistas y de foráneos. Sumado a esto, teníamos una cuenta de correos creada para el proyecto. Nos comunicamos a diario, como un colectivo de edición, para consolidar el resultado final.


Recogimos textos e ilustraciones personales, fotografías, obras de arte, ejercicios literarios, conversaciones, recomendaciones e hicimos nuestra banda sonora 2020. Fue un trabajo arduo, constante y exigente, pues toda decisión pasaba a discusión del colectivo. Aunque los catorce jóvenes participaban de manera activa, un grupo de ocho se mantuvo firme y constante en el trabajo del diálogo constante.


Inspirados en los libros “La caja verde” de Marcel Duchamp, que fue considerado el primer libro de artista publicado en 1934, y en “Mi querida Babel” de Juan Pablo Silvestre y Ana Juan (editado por La mano cornutta en 2014), decidimos hacer del diario un espacio de posibilidades. Es por esta razón que los jóvenes quisieron resaltar aquellos objetos que fueron útiles durante el confinamiento, más allá de la mascarilla, los guantes y el alcohol.

Esta experiencia les sirvió para explorar su propia idea del encierro pero también su forma de conectar con el mundo. Hicimos un registro personal de aquello que nos sirvió de resguardo durante los días de incertidumbre. Esta obra no tiene ninguna intención comercial. El uso de estas imágenes sirven como un registro arbitrario de sus rutinas o la posibilidad para la recomendación cultural a otros lectores. Esta caja, en físico, tendrá dos ejemplares únicos: el de PezLinterna y uno que podrá encontrarse en la Biblioteca Luis Ángel Arango cuando la situación de la pandemia lo permita. Probablemente a mediados del 2021. La idea de hacer un solo objeto es respetar la esencia del libro de artista y mantener la idea de trascendencia dentro del archivo y la memoria cultural de este año. En palabras de estos poetas viajeros:

“hicimos una voz colectiva que registra este momento, es un ejercicio de la memoria”

Estamos satisfechos y contentos de compartir el resultado final. Ahora bien, esta caja es compleja, como lo fue el trabajo colectivo. Es más que una anécdota efímera. La caja contiene diversos materiales y cada uno de estos corresponde al objeto que ellos eligieron como importante en su resguardo. Por ejemplo, el diario impreso corresponde a los "libros", objetos que le sirvieron a Carol (15 años) como refugio durante la pandemia. Es por eso que, para comenzar a observar dentro de la caja, hablaremos primero de ese diario:


1. EL DIARIO DEL RESGUARDO


Una de las discusiones más largas y sostenidas durante el mes octubre fue elegir una palabra entre resguardo y resistencia. Para una parte del grupo, vivir la pandemia en Colombia era una situación de resistencia. La contraparte argumentaba esa capacidad de resguardo que les permitía a ellos poder elaborar una conversación sobre la pandemia. Después de muchas idas y venidas, terminó imponiéndose el resguardo. Aunque, si me preguntaran a mí, su forma de confrontar esta edición colectiva habla mucho más de su resistencia.


A continuación, comparto el índice del diario. Este fue otro de los debates complejos, pues consistía en crear la estructura de nuestro libro. Pensamos en qué queríamos contar y cómo. En este índice se reúnen los elementos que podemos encontrar arbitrariamente en el libro, así como los signos que nos revelan qué tipo de recomendaciones hay en sus páginas:


*al final de este post, podrás acceder al diario completo.


2. PETIT MUSEO


Inspirados en el movimiento dadaísta y en la obra de la artista plástica y fotógrafa alemana Hannah Höch, intervenimos a manera de collage casi todos los ojos de las imágenes que se encuentran dentro del diario. En esas intervenciones, usamos ojos de obras de arte famosas. Si van hacia atrás y observan la imagen que se encuentra después del índice, verán un ejemplo sobre el rostro del personaje de la serie Gambito de reina.


Por un lado, lo hicimos como un recurso estético, aprovechando las virtudes del collage para incitar al lector a ver desde otra mirada. También lo hicimos a manera de juego. El "Petit Museo" está conformado por láminas negras con las obras de arte expuestas. Cada una tiene su ficha técnica. El lector puede ir adivinando cuáles ojos del diario corresponden a cuál obra de este museo. Es una nueva propuesta para volver a leer el diario desde las imágenes.


Hay un dato aún más importante, al darnos cuenta que muchos de los libros que se citan son mayoritariamente de voces masculinas, decidimos proponer muchas obras de artistas femeninas para esta intervención. Por aquello de poner en orden la balanza.


Por último, cuatro de los jóvenes, decidieron ofrecer obras personales. Estas ilustraciones se Se exponen en láminas separadas. Este "Petit Museo" corresponde al objeto "acuarelas" que resultó ser esencial para la cuarentena de Daniela, que tiene 13 años.


3. EL IMPOSTOR


Tomás era un gran conversador, pero además tenía dos grandes habilidades: pintar a lápiz y escribir. Con 14 años, durante la cuarentena, descubrió las virtudes de un "lápiz 3B" como objeto esencial para poder explorar estas posibilidades.


Una de las consecuencias fue la escritura del relato El último Agutí, una historia poderosa sobre la contienda rutinaria de los animales en su hábitat contra una familia en el campo. Este relato no correspondía a la identidad de los otros textos que, a manera de diario, había entregado el resto del grupo. Sin embargo, estábamos de acuerdo no sólo de su calidad sino de que representa su propia exploración. Fue por eso que decidimos llamarlo "el impostor" como en el juego de Among Us, que tuvo tanta repercusión en la cuarentena.


Este ejercicio de ficción era un infiltrado que quiso alterar nuestro orden pero, a su vez, quería formar parte de nuestro hábitat. Por eso se mantiene, independiente, en la caja.



4. UN CALENDARIO ÚTIL


Como el objeto esencial de Karen (14 años) era una "cartuchera", por ser la contenedora de muchos objetos posibles, hicimos del 2020 un calendario más útil. Transformamos cada mes en doce tarjetas con fotos de arte urbano de la ciudad de Bogotá. Estas fotos, expuestas como si fueran imágenes de un perfil de Instagram, son la parte delantera de un calendario que mes a mes contiene una frase de algunos de los libros que ellos hayan leído en cuarentena. Son frases para dar ánimo, como las que se desprenden de las agendas.


5. BANDA SONORA


Laura de 20 años dijo que lo más esencial para ellas fueron sus audífonos.

Este fue un objeto que se repitió en muchos otros jóvenes. Por eso, entre todos armamos una banda sonora de 46 canciones que pueden encontrarse en Spotify o YouTube. Algunas imágenes de estos vídeos también sirvieron de apoyo para la creación del diario. Ahora bien, quisimos también recoger algunas palabras que sean propias de Colombia, y que forman parte de su banda sonora cotidiana. Estas palabras están impresas sobre papeles de colores, así como una hoja con códigos qr para descargar la banda sonora.


Por cierto, en respeto al animé japonés Candy Candy y de cómo su canción formó parte del inconsciente colectivo de muchos jóvenes veinteañeros de América latina, hemos escondido al personaje de Candy en una de las páginas del diario. Como si siguiera habitando entre nosotros.


6. RUBÉN BLADES CONFINADO


El objeto con el que hice mi aporte en el diario fue un "juguete antiestrés". A partir de la idea del juguete y una reflexión que Tomás había hecho durante nuestras conversaciones (puede leerse más atrás, en el apartado diario, en la imagen donde ellos conversan sobre el acto de leer). Al Rubén Blades confinado lo podemos vestir de distintas maneras. Sus posibilidades varían en imágenes relacionadas al arte, a los videojuegos o al acto de leer.


Si quieres poder interactuar con este Rubén Blades confinado, solo basta que lo imprimas, recortes y juegues. En palabras del propio cantante y muy a tono con esta actualidad:


"Decisiones, cada día, alguien pierde, alguien gana, ¡Ave María!"



7. EL ESPEJO


Al sacar todo de la caja, podrás encontrar un "espejo". Este objeto esencial corresponde a Sofía de 16 años. Sobre ese espejo hay, primero, un papel cebolla con una mascarilla impresa. La idea es que saques ese papel, y puedas ver tu reflejo en el espejo. Que cada lector vea sus propios ojos, su rostro, que entienda que son más que un simple objeto que los identifique.


Esto nos hace libres.


Y también nos entrega el último objeto de la caja: una galería en forma de acordeón en la que los pájaros vuelan libres por los cielos a pesar de las infinitas posibilidades que ofrece el caos. Este acordeón dialoga con la última página del diario, una obra de la artista Remedios Varo. A continuación, compartimos esta pequeña galería, imaginen que se trata de un acordeón desplegable que los rodea. Todas las fotos de los cielos fueron tomadas por ellos mismos, con ganas de poder salir del resguardo y confrontar al mundo al que pertenecen:



Si llegaron hasta aquí es porque sienten curiosidad.


Aquí podrán ver el diario completo y si entran al issuu, también verán las separatas en donde se encuentran el resto de los materiales de la caja. El diario completo aquí:





Advertencia: estos talleres son especulativos. Representan un primer encuentro con el complejo mundo de las ficciones audiovisuales y sus oficios. La idea era crear espacios para la reflexión de las narrativas de suspenso y proponer la creación colectiva de una historia audiovisual.

Durante el verano, me reuní con un grupo de once adolescentes de edades diversas entre catorce y diecisiete años, bajo el seudónimo de Los impostores. La propuesta inicial de estos talleres era crear una miniserie de suspenso para Tik Tok. Juntos buscaríamos la manera de contar una historia no sólo de forma breve, sino bajo las solicitudes del formato que impone la red social. Convocados por el Departamento de Juventud Gijón, nos encontramos por primera vez en la Antigua escuela de Comercio sin habernos visto antes.


Como manera de romper el hielo, ideamos un plan de trabajo en el que exploraríamos las diversas posibilidades del oficio de escribir, producir y dirigir una serie.


I. Analizando Tik Tok


La primera etapa fue el análisis colectivo de Tik Tok como plataforma, no sólo en cuanto a ideas y filtros, sino en cuanto a posibilidades temáticas. Analizamos estructuras, formas narrativas, manejo del humor, la voz de lo cotidiano, los vídeos virales, los bailes, los personajes e incluso, recorrimos brevemente el amplio universo de tiktokers reconocidos.


Mi primera gran sorpresa fue ver que todos coincidían en el mismo punto: no les interesaba Tik Tok como una herramienta de entretenimiento, aunque sí encontraron formas y tonos narrativos de los que inspirarse. En primer lugar, rescataban los vídeos que se construían de manera ingeniosa y colectiva, sin seguir una línea argumental ceñida por un solo narrador. Básicamente, les gustaban aquellas historias que se construyen de forma original, con vídeos aislados que se interpretan por sí mismo, retando al observador que arma la historia. Ejemplo:



El segundo punto de interés fue el humor negro como un matiz para contar lo cotidiano. El vídeo que más les llamó la atención, fue la curiosa publicidad de la funeraria Alache en Ecuador. Este tik tok, que también construye una narrativa juntando dos vídeos distintos, permite explorar con risa incómoda la posibilidad publicitaria del acto de morir. De hecho, el vídeo está muy a tono con aquellas propuestas que hacía la serie "Six feet under" como introducción de cada episodio. Aquí les dejo el vídeo en cuestión:



Al final de este análisis, estaban absolutamente de acuerdo en construir un thriller colectivo. Con la intención de buscar otras ideas en común para esta historia de suspenso, tomamos dos decisiones: llevar a cabo un diario del rodaje y establecer una banda sonora con canciones propuestas por todo el grupo. Estas canciones podrían funcionar como voces de encuentro en la historia que querían contar. A la vez, que servirían de acompañamiento en los proceso creativos que estaban por venir. A los interesados, encontrarán la banda sonora en la página de la serie o en Spotify bajo el título de Los impostores.


II. Ideando premisas colectivas


En los siguientes días, distribuimos las mesas de trabajo de forma circular, para hacer de la conversación un espacio más cercano pero atendiendo las medidas sanitarias. Jugamos con distintas premisas simples de crímenes por resolver; así como la construcción de historias colectivas que nos hicieran pensar en las vueltas del guión y los puntos de inflexión para sorprender al espectador. Eso sí, insistiendo en la coherencia de una historia contada bajo sus propias reglas.

Uno de los libros que sirvieron de inspiración para esta preparación previa fue el álbum Tres portugueses bajo un paraguas (sin contar el muerto) de Rodolfo Walsh e ilustrado por Inés Olivero. Este libro, editado por Calibroscopio, tiene como premisa clave confrontar al lector con una serie de pistas y datos que lo ayuden a observar la escena del crimen: los sombreros de los cuatro portugueses, el paraguas, los puntos cardinales, la posición de los personajes, el escenario del crimen. Estos apuntes lo llevan a la comprensión del delito. No se trata solo de un juego de Cluedo sino de un atinado uso de la palabra como recurso para recrear el espacio a través de las anáforas. Visitas, de manera constante, el lugar del crimen y comprendes cada nueva pista con una mayor certeza de los hechos. Sin descontar, además, el uso del humor.


Sumamos otros ejercicios narrativos sobre la resolución de crímenes elementales, entendiendo su formulación lógica. El grupo finalmente acordó armar la estructura argumental de Los impostores con la intención de presentarla de forma desmembrada.


III. Reflexionando con Agatha Christie


Aprovechando la lectura previa de algunas personas del grupo en novelas de Arthur Conan Doyle y Agatha Christie, se quitaron el miedo al "spoiler" (para aquellos que no las habían leído) y analizamos la estructura de dos novelas fundacionales de la obra de Agatha Christie: Diez negritos y El asesinato de Roger Ackroyd.

En Diez negritos, ocho personajes distintos son invitados a una ostentosa mansión en una isla. El misterioso dueño, al que no se le conoce la identidad, los sorprende con una grabación en la que se relaciona con el pasado de cada uno de ellos. A partir de ese momento, uno a uno van muriendo de la misma forma que la estrofa de una canción infantil titulada Ten little niggers. Con este principio, pensamos en ese hilo conductor basado en el juego macabro, donde además el asesino forma parte del juego, despistando al lector mientras trata de revelar el puzzle.


Como dato curioso de la obra, con el tiempo la palabra niggers fue sustituida por indians, debido a su carácter peyorativo. Al caer en cuenta que indians era un calificativo igual de problemático, optaron por soldier boys. Esto nos permitió volver a entender el peso de la palabra como elemento fundamental en la construcción de una narrativa: no sólo lo que se dice sino cómo se dice.


En la segunda novela, El asesinato de Roger Ackroyd, más que la estructura convencional, resalta el narrador que cuenta esta intrincada historia pasional. Una mujer asesina a su marido y es chantajeada por un hombre hasta conducirla al suicidio. Roger Ackroyd, la persona que realmente amaba a la mujer, recibe una carta donde ella le revela un importante secreto. Lo relevante de que ocurre posteriormente, es cómo cada pieza son puntos de vista distintos pero narrados por una misma persona. El Dr. Sheppard, habitante del pueblo, es un observador de los acontecimientos sin la omnisciencia como para saber lo que ocurre en los espacios íntimos de sus vidas y de los crímenes. El final propone un giro inesperado que deja desprevenido al lector.


Con estas ideas en mente, se dividieron en grupos: actuación, producción, dirección y guiones. Entendiendo que, dentro de esos roles, también pensaría en la dirección de arte, edición, fotografía, operador de cámara, entre otros trabajos relacionados con la ficción audiovisual. Ofrecieron diversas ideas, cada cual más compleja, de historias que querían contar. Primero nos encontramos con un drama policial bajo el secuestro de unas delincuentes que están rodeadas (aunque a simple vista suene igual, la premisa era diferente a La casa de papel). Segundo, una historia mucho más cotidiana, como si el crimen fuera parte de la grabación de una serie: una muerte por error técnico. La tercera implicaba estar en un avión vía Roma, con unas mujeres que buscaban vengarse de los hombres que la habían lastimado.


Tras mucho debate, propuse una mezcla general de las historias para crear una sinopsis:


Felicia Feliz dirige Los impostores, su primera gran serie. Para garantizar el éxito de la misma, es capaz de sacrificar sus principios y reúne a un complicado elenco: Olalla, una reconocida y egocéntrica actriz; Alicia, una importante influencer que nunca ha actuado y a Michael, novio de Alicia y reconocido por su fama de fuck boy. Estos dos últimos son contratados por insistencia de Luis, el productor, quien considera que la serie alcanzará a un mercado juvenil más amplio. Lo que se le olvida a Luis es que Michael también es el ex de Felicia, lo que alterará al set en todo momento. Una tarde, a las cinco y treinta, aparece el cuerpo de Michael envenenado.


IV. Diseccionando Promising Young Woman


¿Quién mató a Michael?, ¿por qué?. Ya teníamos claro que íbamos a usar distintos puntos de vista en cuanto a la narración. Recogeríamos registros de todos los implicados. Aunque no sabíamos bien el cómo. Por lo que nos centramos en la idea de la venganza femenina como premisa de la historia, pero teníamos que volver a pensar en el trasfondo de las narrativas.


Esto me motivó a llevarles la película Promising Young Woman (Una joven prometedora), dirigida por Emerald Fennell y nominada en el 2020 a mejor película en los premios Oscar. En esta historia, Cassie, es una chica se hace pasar por ebria en los bares, esperando que algún hombre quiera llevarla a casa. En la intimidad, devela su verdadero estado sobrio y prueba la entereza de los hombres, con la intención de darles una aterradora lección. En el tránsito de la película, se enamora inesperadamente, cuestionando su propia mirada hacia lo masculino. Al final, un inesperado giro del guión, hace que la vida de Cassie comience una caída libre.

Quería que pensaran en esa idea más allá del cliché, en proponer las alternativas de fondo acerca de las motivaciones de los personajes. Provocarlos para que descubran la importancia de las narrativas a la hora de construir una historia. Entender el peso ideológico que puede contener una imagen, un diálogo o el uso de una canción. De esta forma, la película ofreció múltiples opciones de análisis: la fotografía, la dirección de arte, la banda sonora, la dirección, la actuación. Revisaron parte del diario de rodaje de la película, se percataron de los encuadres del rostro y el cuerpo de Cassie; el uso colores con tonos pasteles; las influencias de otras referencias populares en algunos encuadres.


V. Diario del rodaje


Este último análisis de la película fue motivo de inspiración. Tomamos fotos de los espacio, construimos ideas de vestuario, maquillaje, pantone, pedimos permisos para grabar por el edificio. Esto mientras los directores proponían sus ideas en cuanto al arte, las perspectivas, ejercicios de storyboard, y los escritores buscaban la manera de organizar un guion sólido.



VI. Duro trabajo de guión inconcluso


Esto nos llevó a una gran conclusión narrativa. Contaríamos la historia sin una estructura base. Usaríamos algunos registros audiovisuales para poder mostrar lo que ocurría esos días durante el rodaje de la serie y cada observador armaría la historia de forma especulativa. Lo que nos llevaría a hacer (i) vídeos de Tik Tok de los actores, (ii) grabaciones de la serie, (iii) vídeos del making of de un camarógrafo curioso y cómplice, (iv) testimonios policiales. También usaríamos letras de algunas canciones de la banda sonora colectiva, para hacer eco de los sentimientos internos de los personajes.


Con todas estas idea entre manos, fue muy difícil llevar a cabo el trabajo del guión. No por la falta de claridad en la idea, sino por la importancia del tiempo y el espacio que requiere la escritura de una historia coherente. De hecho, muchos de los cambios dentro de la narrativa se dieron de forma orgánica durante la grabación. Se iban llenando los baches a medida que concretábamos algunos de los momentos. Me atrevo a decir que vale la pena resaltar el trabajo de dirección, quienes comprometidos con la idea inicial (que no era la que ellos propusieron), siguieron adelante y eran bastante serios con los tiempos de grabación. Sin dejar de incluir, las perspectivas que el grupo de actrices exponían sobre sus historias.


Lo más divertido fue ver cómo la producción era capaz de detener la necesidad de un muñeco de goma del tamaño del actor principal. O poner en cuestionamiento el uso de una cuchara como el arma homicida, un chiste recurrente durante el resto de los días.


Para grabar contaban con las cámaras de dos teléfonos móviles, un ordenador, una tableta y un aro de luz. A medida que se grababa el material pautado del día, se hacía la edición, para luego verla entre todos y saber si esa era la línea que queríamos seguir.


El trabajo al final no fue fácil pero sí muy grato. Era frustrante para ellos no poder contar con el guión definitivo en físico, o toparse con la falta de tiempo para los ensayos, herramientas, capital humano o las posibilidades materiales para salir adelante y avanzar. Lo que nos condujo a la reflexión final sobre diversos oficios alrededor del trabajo audiovisual, y sobre la importancia del tiempo, la organización y el trabajo coordinado en equipo para sacar adelante el proyecto. A pesar de estas dificultades, se entregaron totalmente y aún, conscientes de las irregularidades, fueron un equipo comprometido y siempre dispuesto. Invitarlos a entender las complejidades de la profesión audiovisual, así como verlos pensando de forma constante y plural en una narrativa común, son los resultados inesperados de este taller.


Los invito a ver nuestra serie breve de suspenso. Asistan al material que se grabó y editó durante esos días. Son 20 registros con una duración de 11 minutos en total. También cuentan con una pizarra policial por si les falta algún dato de los personajes. Estos registros audiovisuales ocurren alrededor de la muerte de Michael, a quien decidimos enunciar al principio, para que ustedes puedan acompañarlo en calidad de fantasma. Ayúdenlo a tratar de entender qué le pasó desde los puntos de vistas del resto del equipo de grabación de Los impostores. Cuando descubran lo que ocurrió, no duden en comentarlo. Sé que el equipo quiso profundizar en los hechos alrededor del personaje de Michael y su crimen; así como de las emociones de Alicia, Olalla o Felicia. Hay mucha información extra sobre la historia que fueron armando de manera hipotética, pero aprovecharon el tiempo para hacer este ejercicio tan complejo y ambicioso; con un intencional vídeo final "el más allá", que no es nada casual.


Ah y por supuesto, aquí enuncio también al equipo completo: Rodrigo Baos, Gonzalo Fernández, Alicia González, Álvaro González, Gabriela Lorente, Lucas Lorenzo, Cristina Marin, María Marin, Sara Moro, Guillermo Meana, Abril Sánchez.


Si das clic a la foto, verás la serie completa: