Cadena: HBO
Creadores: Bill Hader & Alec Berg
Temporada: 2
Barry no es una serie para todo público. Tiene un humor particular, con su ritmo personal y ese absurdo cada vez más violento que no sabes si reírte o taparte los ojos. El tránsito de este asesino a sueldo que insiste en abandonar una vida llena de muertes para dedicarse a la actuación deja de ser una mera anécdota. La segunda temporada profundiza en ese origen de la violencia relacionado a su pasado militar, su relación con la guerra, su capacidad aprendida para matar como un oficio. Por eso el arte se le hace tan imperativo y necesario, solo el arte lo puede salvar.
En paralelo, las historias de su maestro, de sus compañeros, se acerca a esa vida del teatro, de los actores figurantes, su relación con los castings, una vida muy dura que afecta a su integridad creativa. Barry, al contrario debe enfrentarse a un sórdido mundo cada vez más violento. Uno agradece la presencia de personajes como NoHo Hank (Anthony Carrigan), un psicópata positivo, confiado, con ganas de estimular a sus tropas y darles una vida más digna, llena de color y apostando a la superación personal. Es un maníaco absurdo al que no sabes si temer o querer, porque todos los personajes, incluso los que no rodean el universo sangriento de Barry, transitan en esa línea del amor/odio hacia el espectador.
Debo hacer mención de uno de los mejores episodios que vi este año: 2x05 Ronny/Lily. Este episodio fue dirigido por Bill Hader, el propio protagonista de la serie, y es una locura surrealista. Barry debe cumplir un encargo y matar a Ronny, quien se opone en una divertida pelea en la que entra Lily, su hija, una niña aún más peligrosa que el padre. A partir de este momento, se nos despliega un episodio que raya incluso en el terror. Un terror que te hace gritar del susto y reír a carcajadas porque sabes que es el colmo del absurdo. Vale la pena incluso ver el episodio como un corto, porque las secuencias, los encuadres, la música, todo está a favor de que te pierdas en su universo demente.
Aprovecho este puesto para hacer una mención especial a la serie de HBO Lo que hacemos en la sombras, otro gran descubrimiento de este año, y que parece una serie hermana de Barry. Tres vampiros y un mayordomo humano latino, entendiendo al humano actual. Risas.
Cadena: Netflix
Creadores: Peter Morgan
Temporada: 3
Pensé que el cambio de actrices y actores me haría corto circuito, pero no. Supieron hacerlo. Con quien más me costó fue con Olivia Coleman, no porque cuestione su actuación, sino porque el retrato de la reina que logró Claire Foy en las dos temporadas anteriores fue muy poderoso. Tobias Menzies como esposo de la reina y Helena Bonham Carter como la princesa Margarita son dos grandes fichajes, esta última consigue apartarse de su imagen exótica para darle matices de humanidad al complejo proceso de la princesa en la serie. Esto, junto a la química con Olivia Coleman, consigue grandes capítulos protagonizados por Margarita. Supongo que esa fue la intención al contratarla, ponerle más foco.
Por lo que he investigado, que no fue a profundidad, mucho del manejo histórico se aleja de la realidad. No me molesta, pues se trata de una recreación de ficción. Solo que cuando descubro que muchas de las variantes favorecen a ciertos personajes de la monarquía, me hacen dudar un poco de la intención. Eso sí, con la reina siguen siendo implacables y en esta temporada ponen en evidencia el problema de ser un símbolo, de la banalidad que implica ser reina, y de cómo una monarca puede acercarse a su pueblo. Esas dudas, planteadas siempre con toda la delicadeza, elegancia visual que ofrece la serie. La fotografía, los encuadres, los silencios, la música, el vestuario y la actuación que permite que empaticemos con ellos, incluso cuando nos lanzan alarmas para mostrarnos lo que son humanamente.
Conmueve particularmente el capítulo 3x03 "Aberfan", en donde se recrea la tragedia del pueblo galés de 1966, en el que mueren 144 personas. Esa incapacidad de la reina por acercarse a su pueblo, no sólo por lo que implica emocionalmente, sino por su conciencia de lo que significa simbólicamente para el pueblo. La tensa relación con ese primer ministro obrero que la requiere, que se debate entre entender la posición de la reina versus la necesidad de un pueblo que la necesita en la fe, en el espíritu de reconstrucción, en el duelo. Es un capítulo tenso, profundo, que le habla al ser humano en muchas dimensiones.
Cadena: Netflix
Creadores: Ava DuVernay
Temporada: Miniserie
La vi en un largo viaje en tren, de un tirón y no estaba preparado para lo que venía. Sabía poco de ella y esa sorpresa le hizo mucho bien a mi opinión final. Esta miniserie es como la hermana de Unbelievable, en el sentido de que está contada y construida con una intención: dejar en evidencia el maltrato policial en muchos de los injustos casos racistas a la gente de color y latina en Estados Unidos. En este caso, inspirada también en una historia real, se cuenta cómo cinco chicos negros terminan siendo condenados de un crimen en Central Park en el que no sólo no participaron, sino del que no tenían ni idea.
A partir de un primer capítulo angustiante, repleto de injusticias hacia estos adolescentes, se disecciona cada uno de los errores intencionales que se fueron haciendo alrededor del caso. Incluso delata la intervención de Donald Trump como figura de poder de la época, mucho antes de su presidencia, en la forma de ver el caso en la sociedad. La mala gestión policial que conduce el caso por otra vía es similar al de Unbelievable. En este caso particular hay un prejuicio racial jugando con la inocencia de unos chicos entre 14 y 16 años, en la otra serie está presente el factor del trauma. En ambas miniseries se representa el maltrato emocional y psicológico que puede repercutir en la mente de adolescentes y jóvenes, ante una mala intervención de apoyo o acompañamiento de la ley. Esta denuncia la celebro y resalto.
Los siguientes capítulos son un calvario, en el sentido amplio de la palabra, porque explora la vida de cada uno de estos chicos y sus relaciones familiares o con la comunidad. Esto se transforma en un importante documento de denuncia, con una historia mucho más compleja en su forma de construir la historia de los personajes, y con más matices que en Unbelievable. Uno de los rasgos a resaltar son las actuaciones de Jharrel Jerome como Korey Wise, porque sostiene un episodio entero de transformaciones emocionales complejas. El apoyo, en algunas de las escenas de Niecy Nash haciendo de su madre Delores, es fundamental por la fuerza y vitalidad que le imprimen a la transformación de ambos.